Miguel Rivas, ambientalista: ¡°M¨¦xico cuenta con una de las legislaciones ambientales m¨¢s vanguardistas, pero falla en su cumplimiento¡±

El Gobierno anunci¨® el 8 de enero la ampliaci¨®n de las ?reas Naturales Protegidas en el sureste de M¨¦xico: 20 nuevos enclaves que configuran un total de 225 regiones dedicadas a la preservaci¨®n de los ecosistemas. ¡°Ganar territorio en conservaci¨®n es bueno para cualquier pa¨ªs, pero particularmente para M¨¦xico, de los 17 m¨¢s megadiversos del mundo¡±, responde a la noticia Miguel Rivas, bi¨®logo y director de la campa?a Santuarios Marinos de Oceana, la mayor organizaci¨®n internacional dedicada a proteger los mares. Esta asociaci¨®n ha sido una de precursoras de que a la lista de ecosistemas protegidos se sume el Parque Nacional Bajos del Norte, el ¨¢rea natural m¨¢s grande del golfo de M¨¦xico. ¡°Y la ¨²nica 100% marina de las reci¨¦n decretadas. Un logro gracias a la confluencia del trabajo llevado a cabo por la sociedad civil, pescadores, comunidades locales, empresarios y autoridades¡±, expresa el ambientalista.

A 240 kil¨®metros de Puerto Progreso, en el estado de Yucat¨¢n, este parque natural se conforma de 1,3 millones de hect¨¢reas pr¨¢cticamente desconocidas hasta el 2021. A?o en que el equipo mexicano de Oceana junto a cient¨ªficos internacionales realiz¨® una expedici¨®n para demostrar la importancia del lugar como enclave para especies amenazadas o en peligro de extinci¨®n, as¨ª como para las pesquer¨ªas relevantes de la zona. Tambi¨¦n, explica Rivas, ¡°como un ecosistema de transici¨®n que conecta al golfo de M¨¦xico con el Caribe. Lo que lo convierte en un centro de dispersi¨®n de larvas que nutren y dan diversidad gen¨¦tica a lugares como Cabo Catoche y el Parque Nacional Arrecife Alacranes¡±.

Este sistema arrecifal, decretado ¨¢rea natural en 1994, cuenta con zonas destinadas a la protecci¨®n de fauna muy especial, como las tortugas carey, la¨²d, caguama y cabezona. Tambi¨¦n para aquellos productos de los que viven m¨¢s de 4.000 familias. ¡°Tras muchos esfuerzos colectivos no solo se consigui¨® que en Alacranes aumentar¨¢n las poblaciones de especies sino su biomasa. La talla de muchos peces es ahora mayor que la de hace 20 a?os¡±, se?ala el experto de Oceana, organizaci¨®n que hace unos a?os identific¨® actividad ilegal en este para¨ªso natural.

Despu¨¦s de analizar la informaci¨®n disponible en la plataforma Global Fishing Watch, Oceana detect¨® de 2012 a 2019 la presencia de m¨¢s de 60 embarcaciones con registro de pesca en zonas del parque donde esta actividad est¨¢ absolutamente restringida por ley. ¡°Tras las denuncias que interpusimos, ante la Comisi¨®n de ?reas Naturales Protegidas (Conanp) y el gobierno, se tomaron acciones y Alacranes pas¨® de tener solo un guardaparque a nueve¡å, explica Rivas muy cr¨ªtico con el manejo actual de las superficies protegidas en el pa¨ªs. ¡°Es un sistema con muchas fallas, como la falta de presupuesto y de personal adecuado. Por eso, desde Oceana hemos propuesto diversas soluciones para mejorarlo¡±, revela.

Una de ella es impulsar que el dinero que entre por concepto de visitaci¨®n y tr¨¢mites de ¨¢rea protegida ¡°no vaya a las arcas de Hacienda, sino que se queda en las propias ¨¢reas naturales. Es decir, que cada peso que se vuelva a invertir en conservaci¨®n¡±, se?ala Rivas. Otra de las medidas por las que aboga la organizaci¨®n es que todas las ¨¢reas naturales protegidas cuenten con un programa de manejo en donde se delimite claramente las zonas en las que se proh¨ªbe la pesca. ¡°Que ciertos grupos de pescadores ilegales no respeten las reglas de juego va en dem¨¦rito de la salud del mar, pero sobre todo, de quienes s¨ª cumplen con ellas¡±, expresa el bi¨®logo.

El manejo de la pesca

La pesca ilegal es, de hecho, una de las razones por las que M¨¦xico se sit¨²a tan lejos de liderar el potencial pesquero a nivel continental. A pesar de que el pa¨ªs cuenta con uno de los litorales m¨¢s extensos del mundo, su producci¨®n en captura est¨¢ rezagada, situ¨¢ndose por detr¨¢s de territorios costeros mucho m¨¢s reducidos, como Chile. Seg¨²n estima un reporte de 2013 de la Environmental Defense Fund de M¨¦xico (ECF), por cada 10 kilogramos de pesca legal, otros seis se obtienen de manera irregular. ¡°Conapesca estima que en la actualidad las cifras est¨¢n alrededor del 40%. Pero algunos pescadores manifiestan que es todav¨ªa m¨¢s alta¡±, se?ala Rivas.

Adem¨¢s de esta amenaza, los mares mexicanos padecen una grave sobreexplotaci¨®n de especies. ¡°Un problema que impacta en el bienestar de m¨¢s de 250.000 pescadores artesanales y sus familias. La gran mayor¨ªa dependen de algunas de las especies que hoy se encuentran en situaci¨®n cr¨ªtica¡±, apunta el ambientalista y lanza un dedo acusatorio hacia la Comisi¨®n Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca). ¡°El m¨¢ximo regulador del sector no est¨¢ haciendo su trabajo¡±.

Existen pesquer¨ªas en reci¨¦n declive, como el pulpo maya, que se han sumado a las que ya llevan a?os sufriendo una depredaci¨®n feroz de la mano humana, como el pargo o el huauchinango. Hace solo unos d¨ªas, el 1 de febrero, se decret¨® la veda del mero, pez emblem¨¢tico de M¨¦xico y cuya sobreexplotaci¨®n tiene ya m¨¢s de dos d¨¦cadas. ¡°Desde hace algunos a?os el mero rojo de Yucat¨¢n est¨¢ considerado una especie en deterioro. Necesitamos estrategias de recuperaci¨®n urgentes, que el Gobierno brinde apoyo a las comunidades que hacen vigilancia¡±, exhorta Rivas. Seg¨²n expone, la mayor autoridad en la regulaci¨®n del sector, la Conapesca, ¡°no se ha involucrado para dar soluciones como deber¨ªa, tomando acciones coordinadas con los pescadores¡±.

En M¨¦xico, solo el 25% de las pesquer¨ªas cuenta con un plan de manejo. El resto se administra ¨²nicamente ¡°con permisos que muchas veces se otorgan por intereses econ¨®micos o pol¨ªticos¡±, apunta Rivas. Aunque en el 2022 se present¨® una iniciativa en el Senado de la Rep¨²blica para incluir esquemas de manejo integral de productos del mar con criterios socioambientales que garantizasen la recuperaci¨®n de las especies deterioradas, la propuesta qued¨® en el aire. ¡°Mejorar la situaci¨®n de la pesca sostenible a trav¨¦s de una mejor fiscalizaci¨®n es una urgencia que no le interesa a las autoridades¡±, declara el bi¨®logo de Oceana.

En su opini¨®n, M¨¦xico tiene una de las legislaciones ambientales m¨¢s vanguardistas: ¡±pero tiene fallas en su cumplimiento por el mal funcionamiento de algunas instituciones y la falta de coordinaci¨®n entre ellas¡±. Uno de los grandes problemas para acabar con todas las dificultades que enfrenta el sector pesquero en M¨¦xico es, seg¨²n Oceana, la falta de acoplamiento y comunicaci¨®n entre las entidades responsables de su regulaci¨®n.

A la falta de acci¨®n gubernamental y una deficiente gesti¨®n en la conservaci¨®n de los mares y los recursos que nos brinda, en M¨¦xico se suma el deterioro de los ecosistemas. H¨¢bitats cr¨ªticos que sufren destrucci¨®n directa y la contaminaci¨®n de hidrocarburos y agroqu¨ªmicos, as¨ª como la inexistencia de control en residuos urbanos, con la afectaci¨®n que estos generan en la pesca. ¡°Estamos viviendo una tremenda crisis por contaminaci¨®n de pl¨¢stico, por la sobreproducci¨®n de art¨ªculos de vida corta que acaban contaminando los oc¨¦anos y que hay que detener de ra¨ªz¡±, lamenta Rivas.

En la actualidad, M¨¦xico cuenta con 22,4% de su territorio conservado. ¡°Teniendo en cuenta que en el Acuerdo Global de Kunming-Montreal de 2022 el compromiso fue ampliar hasta el 30% de su superficie, nos queda mucho por avanzar. Estamos hablando de la necesidad de decretar 18 Parques Bajos Norte m¨¢s para llegar a tal objetivo¡±, matiza. La investigaci¨®n realizada en este ecosistema reci¨¦n decretado ?rea Natural Protegida es para el ambientalista ¡°un buen ejemplo de c¨®mo a trav¨¦s de la ciencia se pueden identificar aquellos lugares del fondo marino claves para la conservaci¨®n de la vida en peligro, de las rutas migratorias de ballenas, tortugas y tiburones y la pesca sostenible. Los datos disponibles deben servir como criterio a la hora de decidir lugares estrat¨¦gicos para la protecci¨®n de la biodiversidad y el empleo de tantos mexicanos¡±.

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