Esc¨¢ndalos, filtraciones y juegos de poder: la turbulenta relaci¨®n de la DEA con M¨¦xico y L¨®pez Obrador
Una nueva publicaci¨®n sobre supuestos v¨ªnculos entre el narco y el c¨ªrculo cercano del presidente vuelve a tensar la relaci¨®n bilateral y, seg¨²n los expertos, muestra una estrategia de ataque de la agencia antidrogas estadounidense contra el mandatario
¡°?Con qu¨¦ derecho investigan a un gobierno, legal, leg¨ªtimamente constituido de un pa¨ªs independiente? ?Hay acaso un gobierno del mundo? ?Qu¨¦, no cada pa¨ªs es independiente y soberano?¡±. Esos fueron s¨®lo algunos de los se?alamientos que el presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, lanz¨® a la Casa Blanca en su conferencia ma?anera del pasado jueves. Para ese punto, el mandatario ya hab¨ªa dedicado m¨¢s de una hora a destripar una solicitud de comentarios enviada por The New York Times, que indagaba sobre supuestos aportes del narco a su campa?a de 2018. La fuente principal del reportaje era una investigaci¨®n de la DEA (la agencia antinarc¨®ticos de EE UU) que nunca lleg¨® a convertirse en una acusaci¨®n formal y las declaraciones de al menos tres informantes, que aseguraron que entregaron millones de d¨®lares a miembros del c¨ªrculo ¨ªntimo y a los hijos de L¨®pez Obrador. ¡°Antes los presidentes eran como empleados de gobiernos extranjeros, obedientes, afanositos, sumisos y se malacostumbraron a no respetar nuestra independencia, nuestra soberan¨ªa¡±, proclam¨® el mandatario..
¡°Al final, la investigaci¨®n fue cerrada luego de que las autoridades estadounidenses reconocieron que podr¨ªa provocar un conflicto diplom¨¢tico con M¨¦xico. En gran parte, la decisi¨®n se tom¨® tras la reacci¨®n del Gobierno mexicano cuando Estados Unidos arrest¨® al general Salvador Cienfuegos en 2020¡å, se lee en el cuestionario que envi¨® el diario estadounidense y que L¨®pez Obrador revel¨® antes de que saliera la publicaci¨®n. ¡°O sea, nos tuvieron miedo, porque a M¨¦xico se le respeta. Todo eso es falso, completamente falso¡±, reproch¨® el presidente, visiblemente molesto. Se trataba de, al menos, la quinta publicaci¨®n period¨ªstica en dos meses sobre v¨ªnculos del crimen organizado con sus colaboradores m¨¢s cercanos.
A la sombra del esc¨¢ndalo medi¨¢tico y de la pol¨¦mica reacci¨®n del presidente, que deton¨® en una investigaci¨®n de oficio por exponer los datos personales de la corresponsal del diario estadounidense en M¨¦xico, el episodio fue el ¨²ltimo eslab¨®n de una larga cadena de fricciones y desencuentros entre el Gobierno mexicano y las agencias de Estados Unidos que operan en M¨¦xico, en general, y la DEA, en particular. ¡°La DEA es un dolor de cabeza en M¨¦xico. No es nuevo, viene de hace tiempo¡±, declar¨® el mismo jueves Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores durante los primeros cinco a?os de la Administraci¨®n de L¨®pez Obrador. El excanciller no dud¨® en calificar la ¨²ltima ola de filtraciones como ¡°una venganza de la DEA¡± por las restricciones que se les han impuesto en el pa¨ªs latinoamericano y afirm¨® que ¡°el objetivo es poner en entredicho la autoridad pol¨ªtica del presidente de M¨¦xico¡±.
El diagn¨®stico de cuatro especialistas consultados por EL PA?S no difiere, en l¨ªneas generales, de lo planteado por Ebrard. ¡°Es un mensaje directo de la DEA a L¨®pez Obrador¡±, afirma el analista pol¨ªtico Leonardo Curzio. ¡°Le est¨¢n diciendo ¡®a usted tambi¨¦n lo queremos empapelar, sigue siendo usted un presidente muy poderoso y ahora no podemos, pero ah¨ª le van los reportajes para recordar que usted es mortal, que dejar¨¢ de ser presidente y que se cobrar¨¢n facturas¡±, zanja el acad¨¦mico del Centro de Investigaciones sobre Am¨¦rica del Norte de la UNAM.
La historia de turbulencias entre L¨®pez Obrador y la DEA pasa, de forma ineludible, por el caso Cienfuegos. Apenas minutos antes de que el secretario de Defensa de Enrique Pe?a Nieto fuera detenido en el aeropuerto de Los ?ngeles, el entonces embajador de EE UU, Christopher Landau, se puso en contacto con Ebrard para notificarle que el arresto era cuesti¨®n de tiempo y que hab¨ªa un caso por narcotr¨¢fico contra el general ¡°a partir de acusaciones de la DEA¡±. As¨ª lo narra el presidente en su libro A la mitad del camino y lo corrobora un exfuncionario de Relaciones Exteriores. ¡°Independientemente del fondo, no acept¨¦ de entrada el modo como nos lo informaron¡±, escribi¨® L¨®pez Obrador. ¡°Le ped¨ª al secretario de Relaciones Exteriores que transmitiera al m¨¢s alto nivel, incluido el secretario de Estado y al procurador de ese pa¨ªs, mi molestia, como representante del Estado mexicano, por el trato recibido¡±.
¡°La primera reacci¨®n de Ebrard fue decir: ¡®esperamos que tengan un caso, que tengan pruebas, porque si no va a haber problemas para la relaci¨®n bilateral¡±, relata el exfuncionario, que habla a condici¨®n de que no se revele su nombre. El arresto fue el jueves 15 de octubre de 2020, dos semanas antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Un d¨ªa despu¨¦s, sin embargo, L¨®pez Obrador dio cr¨¦dito a las acusaciones contra Cienfuegos. ¡°Esto es una muestra inequ¨ªvoca de la descomposici¨®n del r¨¦gimen, de c¨®mo se fue degradando la funci¨®n p¨²blica en el pa¨ªs durante el periodo neoliberal¡±, coment¨®.
Tras bambalinas, M¨¦xico pidi¨® a EE UU revisar el expediente judicial y un equipo de la Canciller¨ªa se avoc¨® durante ese fin de semana a revisar si, en efecto, ¡°hab¨ªa un caso¡± contra el general. ¡°Tres d¨ªas despu¨¦s [Ebrard] me busc¨® para presentarme sus notas; las le¨ª, le hice varias preguntas y llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que no exist¨ªan pruebas de nada y que hab¨ªan fabricado la acusaci¨®n¡±, escribi¨® el presidente, que a partir de ese momento cambi¨® su discurso.
El viernes comparaba a Cienfuegos con Genaro Garc¨ªa Luna, secretario de Seguridad P¨²blica de Felipe Calder¨®n y entonces detenido por narcotr¨¢fico en EE UU. El lunes ped¨ªa mesura: ¡°No debe culparse a todas las Fuerzas Armadas y tenemos que cuidar a una instituci¨®n tan importante como la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional (Sedena)¡±. Para noviembre, Cienfuegos fue repatriado a M¨¦xico y en enero fue exonerado de los delitos que se le imputaban en Estados Unidos. El entonces fiscal general, William Barr, confes¨® en sus memorias que ¡°el caso Cienfuegos no val¨ªa la pena como para echar por tierra cualquier perspectiva de una cooperaci¨®n m¨¢s amplia con los mexicanos¡±.
¡°De alguna forma, le hacen ver las implicaciones que esto tiene para el Ej¨¦rcito mexicano y para la continuidad de su propia pol¨ªtica de seguridad, y recula¡±, comenta Curzio. Un a?o antes del arresto se hab¨ªa creado la Guardia Nacional, encomendada a la Sedena como la principal apuesta de este Gobierno en materia de Seguridad P¨²blica. ¡°Lo de Cienfuegos fue un madrazo¡±, cuenta el exfuncionario de Exteriores. ¡°A partir de ese momento, la DEA se convirti¨® en un estorbo para la relaci¨®n bilateral y se redujeron los espacios de cooperaci¨®n¡±, agrega. En enero de 2021, entr¨® en vigor una reforma a la Ley de Seguridad Nacional para regular las actividades de ¡°agentes extranjeros¡± en M¨¦xico, obligarlos a entregar informes peri¨®dicos y someterlos a sanciones por ¡°infringir las disposiciones legales que les proh¨ªben ejercer funciones reservadas a las autoridades mexicanas¡±. El mensaje a la DEA se complet¨® con el cierre en abril de una unidad de inteligencia de la agencia en Ciudad de M¨¦xico que funcionaba desde los a?os noventa.
¡°Para decirlo coloquialmente, les supo a cuerno quemado, es decir, del carajo¡±, zanja Curzio. Para el especialista, el timing del esc¨¢ndalo de Cienfuegos no fue una casualidad, a semanas de que los estadounidenses fueran a las urnas. ¡°La DEA necesita un relato propio que le d¨¦ espacio pol¨ªtico y presupuestal para justificar ante el Gobierno, el Congreso y la opini¨®n p¨²blica de Estados Unidos por qu¨¦ la lucha contra las drogas no ha mejorado¡±, agrega.
¡°El patr¨®n de la DEA es que siempre se ha ido por la libre. Tenemos cuatro d¨¦cadas en que arremete un d¨ªa s¨ª y el otro tambi¨¦n contra el presidente de M¨¦xico. Nunca ha cambiado¡±, comenta Rafael Fern¨¢ndez de Castro, director del Centro de Estudios M¨¦xico ¨C Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego. La agencia lleg¨® a M¨¦xico a mediados de los setenta, pero el punto de quiebre en su relaci¨®n con las autoridades mexicanas fue en 1985 con la tortura y el asesinato del agente Enrique Kiki Camarena a manos del narco en Guadalajara. ¡°A partir de ese momento, la DEA se va al monte, como las cabras y adopta una agenda casi feudal y personal con M¨¦xico, sin que estuviera necesariamente anclada en el resto de las prioridades de la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos¡±, se?ala Arturo Sarukh¨¢n, embajador de M¨¦xico en Estados Unidos durante el Gobierno de Calder¨®n.
Sarukh¨¢n, sin embargo, considera que ¡°L¨®pez Obrador es el autor de su propio encontronazo con la DEA¡± al fulminar la Iniciativa M¨¦rida, un acuerdo bilateral de cooperaci¨®n en Seguridad firmado en esa Administraci¨®n. ¡°Lo que el presidente nunca entendi¨® es que la Iniciativa M¨¦rida no iba de financiamiento ni de intercambio de equipo o armamento, era una camisa de fuerza para las agencias estadounidenses¡±, comenta.
Desde su perspectiva, lo que hac¨ªa ese mecanismo era establecer un camino institucional para la colaboraci¨®n entre ambos Gobiernos, ante la pl¨¦yade de intereses que marcan la relaci¨®n bilateral: los de la DEA, los de la CIA, los del Pent¨¢gono, los del Departamento de Estado, los de la Embajada y los de sus propios hom¨®logos mexicanos. M¨¦xico y Estados Unidos no son entes monol¨ªticos, hay filias y fobias, hay desconfianza en instancias clave y hay cotos no resueltos que sirven como palancas de negociaci¨®n y presi¨®n, coinciden los especialistas. Sarukh¨¢n advierte de que ahora ha vuelto ¡°el desorden¡±. Fue as¨ª con Cienfuegos y fue as¨ª en esta ¨²ltima ola de filtraciones. ¡°Son muestras de que la relaci¨®n en Seguridad no est¨¢ fluyendo y de que est¨¢ reventada¡±, afirma el exembajador. ¡°La cooperaci¨®n es la que genera la confianza, no al rev¨¦s¡±, agrega.
Parad¨®jicamente, es esa complejidad que rodea a la relaci¨®n bilateral la que la ha salvado, en buena parte. Explica tambi¨¦n que L¨®pez Obrador pueda desacreditar a la DEA en p¨²blico o chocar con el secretario de Estado, Antony Blinken, y al mismo tiempo defender la buena relaci¨®n que tiene con el Gobierno de Joe Biden. La otra parte tiene que ver con el contexto pol¨ªtico de Estados Unidos. ¡°La crisis migratoria ha sido una especie de criptonita para Biden¡±, se?ala Fern¨¢ndez de Castro. Mientras los dem¨®cratas tienen que explicar los entresijos de la crisis, los republicanos pueden simplificar el mensaje y convertirlo en un arma pol¨ªtica. ¡°La narrativa pol¨ªtica de los republicanos ha sido impecable, su mensaje a los votantes conservadores es ¡®nos est¨¢n invadiendo¡±, agrega.
Sarukh¨¢n afirma que la l¨ªnea del presidente de EE UU a las agencias gubernamentales respecto de M¨¦xico, un aliado clave en la contenci¨®n de la inmigraci¨®n, es clara: ¡°No me encabronen a AMLO¡±. Fern¨¢ndez de Castro reafirma la idea: ¡°Por eso, L¨®pez Obrador se siente muy seguro de su relaci¨®n con Biden¡±.
Pese a la salida de Donald Trump y a las profundas diferencias con su sucesor, hay dos prioridades de Estados Unidos que se han mantenido: migraci¨®n y combate al tr¨¢fico de fentanilo. La apuesta de Biden por priorizar el control de fronteras afecta a quienes trabajan en la llamada guerra contra las drogas, la DEA, que ve en M¨¦xico un territorio crucial para sus operaciones. En febrero del a?o pasado, Anne Milgram, su directora, afirm¨® en el Congreso que es necesario que el Gobierno mexicano ¡°haga m¨¢s¡±. En julio, declar¨® que en territorio mexicano se produce fentanilo ¡°en masa¡±. Y durante meses ha insistido en que las dos principales fuentes del fentanilo que mata a decenas de miles de personas cada a?o en ese pa¨ªs son el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n. La Administraci¨®n de L¨®pez Obrador, que interpreta los se?alamientos como presiones diplom¨¢ticas, se va al otro extremo e insiste en que en ¡°M¨¦xico no se produce fentanilo¡±.
El estancamiento en Seguridad viene de a?os y fue patente durante el Gobierno de Pe?a Nieto, en el que las extradiciones de capos cayeron a m¨ªnimos. Fern¨¢ndez de Castro, asesor de Calder¨®n para Estados Unidos, reconoce que no hubo tantos desacuerdos con las agencias de seguridad de Estados Unidos durante esa Administraci¨®n porque la idea de que hab¨ªa que ir contra los l¨ªderes de las organizaciones criminales era una realidad aceptada en ambos lados de la frontera. Pero la idea de que Gobierno de M¨¦xico no controla de facto amplias partes de su territorio y de que hay infiltraciones del crimen organizado en los diferentes ¨®rdenes gubernamentales, aunque ha probado ser cierta, tambi¨¦n ha sido instrumental para los reclamos estadounidenses, sobre todo en ¨¦poca de elecciones en EE UU. ¡°Para ellos es absolutamente irrelevante si gobierna el PAN, el PRI o Morena, lo ¨²nico que les importa es conseguir sus objetivos institucionales, que van m¨¢s all¨¢ de los intereses del Gobierno en turno¡±, comenta Curzio.
El ¨²ltimo choque se produce en la semana cuando se cumple un a?o de que se declarara culpable a Garc¨ªa Luna en Nueva York. Entonces, miembros de la oposici¨®n mexicana se quejaron de la ausencia de pruebas documentales durante el juicio, que se sostuvo principalmente del testimonio de informantes. L¨®pez Obrador a¨²n usa el caso como una bandera pol¨ªtica para tundir a sus adversarios, aunque ahora los papeles se han invertido: la oposici¨®n lo llama ¡°narcopresidente¡± y el Gobierno exige pruebas materiales.
Sin embargo, el propio asunto del exsecretario de Calder¨®n amenaza con volverse indigesto para el presidente, al dar credibilidad a las acusaciones fincadas en Estados Unidos. El caso contra Cienfuegos no lleg¨® a los tribunales por presiones pol¨ªticas, reconocidas por el propio fiscal general estadounidense, misma raz¨®n por la que no continuaron las pesquisas contra su c¨ªrculo cercano, seg¨²n The New York Times. En los hechos, la DEA ha seguido la pista de las tres ¨²ltimas Administraciones en M¨¦xico, pese a la incomodidad y a los problemas que eso ha causado a los Gobiernos de Estados Unidos. Es un reflejo tambi¨¦n de lo costoso que ha sido para M¨¦xico el fracaso de su propio sistema de justicia para desahogar esos casos y de que se sancionen en otro pa¨ªs, donde las reglas son completamente distintas.
Los hechos recientes exponen que ¡°el tono muscular de la agenda bilateral es enormemente preocupante¡±, as¨ª como las condiciones con las que tendr¨¢n que navegar los pr¨®ximos presidentes de M¨¦xico y Estados Unidos a partir del pr¨®ximo a?o, de acuerdo con Sarukh¨¢n. ¡°Todos los caminos de la campa?a republicana pasan por la frontera con M¨¦xico, ya sea migraci¨®n o fentanilo, en la narrativa republicana ese es el verdadero reto de seguridad nacional, no es China, no es Rusia, no es lo que pasa en Medio Oriente¡±, asegura el exembajador.
¡°Todos los elementos para un relato musculoso y confrontador, bajo la idea de que ¡®M¨¦xico necesita que lo metan en orden¡¯ y de que hay un ¡®narcogobierno¡¯ est¨¢n servidos, habr¨¢ que ver¡±, comenta Curzio sobre un posible regreso de Trump. M¨¦xico ir¨¢ a las urnas el pr¨®ximo 2 de junio y Estados Unidos, el 5 de noviembre. ¡°De ninguna manera, no pueden afectar, si es que estamos obligados a mantener buenas relaciones con el Gobierno de Estados Unidos¡±, dijo L¨®pez Obrador mientras le¨ªa el cuestionario del peri¨®dico estadounidense. La denuncia de su hijo sobre la filtraci¨®n de su tel¨¦fono, apenas dos d¨ªas despu¨¦s de que ¨¦l hiciera lo mismo, da cuenta de que el esc¨¢ndalo medi¨¢tico est¨¢ lejos de ser superado. Sobre si la investigaci¨®n afecta la confianza entre ambos Gobiernos, el presidente dijo: ¡°Eso el corrido lo dir¨¢¡±.
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