L¨®pez Obrador, sobre el asesinato de la polic¨ªa a un normalista de Ayotzinapa: ¡°Me doli¨® much¨ªsimo. Hubo abuso de autoridad¡±
El presidente condena el homicidio y se desmarca de la primera versi¨®n difundida por la polic¨ªa, que comparti¨® al principio: ¡°No se va a fabricar nada para proteger a los responsables¡±
La noche del 7 de marzo, la polic¨ªa estatal abri¨® fuego contra el coche en el que viajaban por Chilpancingo cuatro normalistas, los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, compa?eros de los 43 j¨®venes secuestrados el 26 de septiembre de 2014 y desaparecidos desde entonces. Era el ¨²ltimo cap¨ªtulo de una larga historia de persecuci¨®n y estigmatizaci¨®n contra los alumnos del centro, campesinos del Guerrero m¨¢s pobre, conocidos por su compromiso con las luchas sociales y el movimiento obrero. Aquel d¨ªa los agentes asesinaron a Yanqui Kothan G¨®mez Peralta, un chaval de solo 23 a?os, detuvieron a otro y dejaron libres a los dos restantes. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, el presidente de la Rep¨²blica, ha condenado este lunes el homicidio en su conferencia diaria de prensa, la ma?anera: ¡°Hubo un abuso de autoridad¡±.
L¨®pez Obrador se ha desmarcado as¨ª de la primera versi¨®n difundida por la polic¨ªa, que plante¨® que los cuatro estudiantes viajaban en una camioneta robada cuando los agentes ¡ªque fueron detenidos m¨¢s tarde¡ª les dieron el alto, los j¨®venes se negaron, abrieron fuego contra las autoridades y los uniformados se vieron obligados a responder a las balas. La noche del asesinato, el presidente lament¨® los hechos y comparti¨® ¡°lo que ha dicho la polic¨ªa¡±. Este lunes, el mandatario ha reconocido que, entre otras lagunas del relato policial, el joven asesinado nunca accion¨® un arma. ¡°Hubo un abuso de autoridad, todav¨ªa no quiero adelantar, pero no dispar¨® el joven, por ejemplo, entonces hay que ver. Todos los peritajes ya se hicieron y ya est¨¢ el expediente en manos de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica [FGR]. No vamos a permitir ninguna injerencia ni tentaci¨®n de querer proteger a los responsables¡±.
El presidente ha ofrecido su p¨¦same a los allegados de la v¨ªctima: ¡°No se va a fabricar nada para proteger a los responsables. Me doli¨® much¨ªsimo, me duele mucho y vamos a actuar¡±. Las dos ¨²ltimas semanas han visto un recrudecimiento de la relaci¨®n entre L¨®pez Obrador, los normalistas y las madres y padres de los 43 de Ayotzinapa. Con la investigaci¨®n por la desaparici¨®n de los j¨®venes estancada y sin se?ales de avances en el horizonte, los parientes y compa?eros de las v¨ªctimas han apostado por redoblar su presencia en las calles para presionar al Gobierno. El homicidio de G¨®mez Peralta fue la culminaci¨®n de una espiral cada vez m¨¢s tensa entre las fuerzas de seguridad y los estudiantes.
Un d¨ªa antes del asesinato, los normalistas derribaron con ayuda de una camioneta una de las puertas del Palacio Nacional en Ciudad de M¨¦xico para exigir al dirigente que se reuniera con ellos. Antes ya hab¨ªan irrumpido en m¨ªtines de Claudia Sheinbaum, sucesora de L¨®pez Obrador en Morena como la candidata del oficialismo a las elecciones presidenciales del pr¨®ximo 2 de junio; lanzado petardos contra el Senado de la capital y la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores o estrellado un veh¨ªculo contra la entrada del Centro Federal de Arraigos para exigir al Ejecutivo que atendiera su reivindicaci¨®n: encontrar a los 43 desaparecidos casi 10 a?os despu¨¦s.
Los normalistas y los familiares de los 43 exigen al Gobierno que entregue una serie de documentos de inteligencia militar donde, seg¨²n ellos, se encuentra informaci¨®n clave para poder desenmara?ar el caso. La Secretar¨ªa de la Defensa Nacional (Sedena) niega la existencia de los archivos con el respaldo de L¨®pez Obrador. Sin embargo, el grupo independiente de expertos (GIEI) que investig¨® durante a?os el crimen afirma que dichos informes existen y est¨¢n siendo ocultados por el Ej¨¦rcito. El GIEI acab¨® abandonando M¨¦xico en julio, frustrado ante la resistencia de la Sedena a proporcionar informaci¨®n, sin la que las pesquisas no pueden salir de un punto muerto. Los parientes acusan al presidente de ponerse del lado de los militares y abandonar a las v¨ªctimas, a pesar de que resolver la desaparici¨®n fue una de sus grandes promesas de campa?a.
Sin di¨¢logo
Las manifestaciones de los normalistas durante las ¨²ltimas semanas estaban focalizadas en ese desencuentro, una forma de aumentar el m¨²sculo en las protestas para aflojar la mano de los militares que por el momento no ha conseguido sus objetivos. Cuando los estudiantes echaron abajo la puerta del Palacio Nacional, L¨®pez Obrador les ofreci¨® hablar con el subsecretario de Gobernaci¨®n, Arturo Medina, pero los j¨®venes se negaron a una reuni¨®n con nadie que no fuera el presidente. Preguntado este lunes por un posible encuentro, el mandatario ha dicho que se producir¨¢ ¡°m¨¢s adelante¡±, ya que quiere ¡°un di¨¢logo directo con ellos¡±, pero no conf¨ªa en los abogados que los defienden.
La estrategia de apuntar a los abogados de las v¨ªctimas como la ra¨ªz del problema no es nueva. L¨®pez Obrador la ha esgrimido en repetidos momentos durante los ¨²ltimos a?os, criminalizando a los defensores por, en sus palabras, formar parte de una supuesta conspiraci¨®n en su contra. Los letrados son profesionales ampliamente reconocidos nacional e internacionalmente, con a?os de experiencia en la defensa de los derechos humanos. Dos de ellos, integrantes del Centro Prodh, Santiago Aguirre y Mar¨ªa Luis Aguilar, fueron espiados con el programa Pegasus por el Ej¨¦rcito, seg¨²n demostr¨® una investigaci¨®n de Citizen Lab, la Red en Defensa de los Derechos Digitales, Social TIC y Art¨ªculo 19 el pasado abril.
¡°No les tengo confianza a los abogados y a los de las organizaciones supuestamente de derechos humanos porque ellos han distorsionado las cosas y tengo pruebas en lo que estoy sosteniendo¡±, ha asegurado el presidente sin mostrar prueba ninguna. ¡°Quiero hablar con ellos [los familiares], que me permitan tener este di¨¢logo con ellos sin ning¨²n compromiso de nada, nada m¨¢s quiero que me escuchen porque sostengo que ellos no tienen toda la informaci¨®n y yo quiero informarles, no significa que van a aceptar mi versi¨®n (...) Deseo de todo coraz¨®n que encontremos a los j¨®venes y estoy dedicado a eso: yo estoy conduciendo la investigaci¨®n, haciendo todo¡±, ha a?adido L¨®pez Obrador.
Tras el homicidio de G¨®mez Peralta, los normalistas denunciaron que los polic¨ªas estatales manipularon la escena del crimen al mover la camioneta de su posici¨®n original y colocaron armas y drogas. Desde el primer momento, responsabilizaron a las autoridades: ¡°Hacemos responsable al mismo Gobierno de la fabricaci¨®n de delitos y siembra de armas, lo mismo trataron de hacer en 2011, con el mismo discurso de que nuestros compa?eros agredieron a los polic¨ªas y que estos solo respondieron¡±. En 2011, otros dos estudiantes, Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverr¨ªa de Jes¨²s, fueron asesinados por la polic¨ªa en Chilpancingo durante un bloqueo de la autopista del Sol, una de sus habituales formas de protesta. Otros 41 j¨®venes fueron detenidos y al menos otros tres resultaron heridos. Tres a?os despu¨¦s, 43 estudiantes fueron desaparecidos por una alianza entre el grupo criminal Guerreros Unidos y m¨¢s polic¨ªas. Casi 10 a?os despu¨¦s, aumentan las v¨ªctimas y nadie resuelve el mayor crimen de Estado de la historia reciente de M¨¦xico.
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