Pablo Maurette, escritor: ¡°El g¨¦nero policial tiene el potencial para explorar la maldad¡±
El autor argentino presenta en ¡®La ni?a de oro¡¯ un c¨®ctel explosivo de crimen, corrupci¨®n, pseudociencia y magia negra. Una obra que recuerda lo mejor de los cl¨¢sicos de la novela de misterio
Es el fin del milenio y en Buenos Aires el ambiente es pesado, cargado de ansiedad y algo de histeria por la llegada al n¨²mero 2.000. Silvia Rey, secretaria de la Fiscal¨ªa porte?a, tiene la valija lista y espera con impaciencia las horas para partir a sus anheladas vacaciones: ¡°La cervecita en el bar del hotel mirando al mar, oliendo el mar¡±. Pero la vida puede ser muy cabrona. La noche antes del viaje el tel¨¦fono suena. ¡°Me mato¡±, piensa Rey. En efecto: la llaman de la Fiscal¨ªa, porque ha aparecido un hombre muerto en su departamento, con se?ales de tortura.
Inicia as¨ª una trama intensa en La ni?a de oro (Anagrama), una novela polic¨ªaca de alto calibre, en la que el escritor Pablo Maurette (Buenos Aires, 45 a?os) presenta un c¨®ctel explosivo de crimen, corrupci¨®n, pseudociencia y magia negra. Pero tambi¨¦n es el baile acompasado entre el bien y el mal, la impunidad y la sed de justicia. Esta es la segunda novela de Maurette, quien antes hab¨ªa publicado la obra de ficci¨®n La migraci¨®n y los ensayos El sentido olvidado: ensayos sobre el tacto, La carne viva, Atlas ilustrado del cuerpo humano y Por qu¨¦ nos creemos los cuentos: c¨®mo se construye evidencia en la ficci¨®n.
Maurette re¨²ne en su novela a personajes grotescos, raros y singulares, pero tambi¨¦n entra?ables. Rey no es una hero¨ªna a lo Poirot, sino una mujer en la puerta de los 40, divorciada, sola y harta de la burocracia y la corrupci¨®n que le ponen zancadillas a su trabajo. Pero s¨ª es una hero¨ªna, porque tiene un compromiso profundo con lo que hace, una idea ut¨®pica de la justicia. Pondr¨¢ todo su empe?o para esclarecer el crimen del hombre encontrado muerto en su departamento: un profesor t¨ªmido y ensimismado, un estrafalario apasionado por el albinismo y la gen¨¦tica, que estudiaba pseudociencias y aspira a encontrar hallazgos que lo eleven al Parten¨®n mundial de las mentes brillantes.
Es por esa pasi¨®n por el albinismo que la trama se enreda. Aparece un chico albino, Copito ¡ªpresunto culpable¡ª, que vende su cuerpo en las calles porte?as, amigo de una enana tambi¨¦n prostituta. Saltimbanquis, brujos africanos, empresarios enganchados a maleficios y amuletos de la suerte, venta de partes humanas brutalmente cercenadas. Secuestros, tr¨¢fico de personas, contrabandistas, drogadictos, polic¨ªas corruptos y un sistema decadente son el tel¨®n de fondo de la novela.
Pablo Maurette, profesor de literatura renacentista, visit¨® recientemente M¨¦xico para presentar la obra junto a la actriz colombiana Margarita Rosa de Francisco. ¡°Lleg¨® mucha gente al evento, pero por ella¡±, bromea el autor al inicio de la entrevista, que transcurre en una cafeter¨ªa de la colonia Roma, el barrio de moda de Ciudad de M¨¦xico. El escritor afirma en esta entrevista que disfrut¨® escribiendo La ni?a de oro, calificada como ¡°alta literatura¡± por algunos comentaristas literarios. Es sin duda un libro rotundo, una obra que recuerda lo mejor de los cl¨¢sicos de la novela de misterio.
Pregunta. Vi El talentoso se?or Ripley, la pel¨ªcula de Anthony Minghella, para ponerme a tono con su novela, porque usted ha dicho que ha le¨ªdo a Patricia Highsmith antes de escribirla...
Respuesta. ?Me encanta!
P. Bueno, pues eso, lo primero es saber por qu¨¦ una novela polic¨ªaca, usted que viene del ensayo.
R. Vengo de la ficci¨®n, porque lo primero que escrib¨ª fueron cuentos. Escrib¨ª tambi¨¦n una novela que nunca publiqu¨¦. El ensayo me ayud¨® a armarme de confianza para publicar ficci¨®n. No quiero desmerecer el ensayo, que me encanta, pero fue la manera que encontr¨¦ de animarme a publicar, porque la publicaci¨®n para m¨ª fue siempre un gran conflicto.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque sent¨ªa que no era bueno, me preguntaba a qui¨¦n le iba a interesar. No me sent¨ªa lo suficientemente bueno como para intentar publicar.
P. ?C¨®mo descubre un autor que es lo suficientemente bueno para publicar?
R. Los ensayos me dieron cierta sensaci¨®n de seguridad. Empec¨¦ a encontrar un tono y a sentirme c¨®modo. Las primeras cosas que publiqu¨¦ en mi vida fueron papers acad¨¦micos, que es algo muy impersonal, basado en la evidencia, bibliograf¨ªa, etc¨¦tera. El ensayo fue un paso adelante en t¨¦rminos de creatividad.
P. Hasta llegar a lo policial.
R. Para m¨ª es un mismo impulso creativo, que fue cobrando distintas formas y que la ¨²ltima forma que cobr¨® es esta novela policial.
P. ?Y qu¨¦ impulso! Usted ha dicho que la termin¨® en mes y medio. ?C¨®mo puede ser posible, con una trama tan compleja?
R. La primera novela que publiqu¨¦, La migraci¨®n, me tom¨® cinco a?os por una cuesti¨®n de meticulosidad, de obsesi¨®n, de sentir un poco de inseguridad. La ni?a de oro fue en cierta forma un ejercicio, porque me dije ¡®voy a tratar de escribir r¨¢pido, un cap¨ªtulo y despu¨¦s el siguiente, no volver para atr¨¢s, no releer hasta el final¡¯.
P. Cu¨¦nteme sobre la investigaci¨®n. En la novela hay informaci¨®n muy detallada del albinismo, hay pseudociencia, gen¨¦tica. Un profesor obsesionado con los albinos.
R. El albinismo fue una de las ideas que funciona como germen de la novela. Descubr¨ª esto en mis estudios acad¨¦micos, me top¨¦ con esta teor¨ªa sobre el albinismo y me pareci¨® fascinante. Dije: ¡®la quiero usar en alg¨²n momento¡¯.
P. Me recuerda un poco a Mengele.
R. S¨ª. Claro, es bastante mengeleana. Mengele ten¨ªa tambi¨¦n mucho inter¨¦s por los albinos. Cuando se empez¨® a armar La ni?a de oro el tema entr¨® como elemento. Lo que m¨¢s trabaj¨¦ a nivel investigativo fue c¨®mo funciona la investigaci¨®n judicial y policial en el sistema argentino, donde la Fiscal¨ªa est¨¢ a cargo de la investigaci¨®n y delega en la Polic¨ªa los interrogatorios, la recopilaci¨®n de pruebas. Me inform¨¦ hablando con una fiscal en Buenos Aires. Yo le hac¨ªa todo tipo de preguntas espec¨ªficas, porque quer¨ªa saber todos los detalles. Claro, como es argentina, me dec¨ªa que todo depende.
P. Creo que en la novela hay una cr¨ªtica al sistema de justicia argentino. Usted escribe: ¡°El manto de la impunidad cuya sombra en nuestro pobre pa¨ªs siempre se alarga y nunca se corta¡±.
R. La impunidad es el gran drama de la justicia, no solo en Argentina. El horror de la impunidad es que en un crimen, pong¨¢mosle que es un homicidio, una violaci¨®n, algo grave, est¨¢ la afrenta de que los culpables, que muchas veces la gente sabe qui¨¦nes son, no paguen o que paguen de manera simb¨®lica, que salgan de la c¨¢rcel muy pronto. La impunidad es el colmo de la injusticia.
P. H¨¢blame de este baile de frikis: Copito, el albino, una prostituta enana, un profesor frustrado pero obsesionado con la gen¨¦tica, un brujo africano, saltimbanquis. ?Por qu¨¦ este baile de raros?
R. En parte es un inter¨¦s personal por estos personajes extravagantes, de museo, de circo. Y, por otro lado, me gustan los contrastes en la literatura, en lo que escribo. Hay sordidez, pero tambi¨¦n hay ternura.
P. Tambi¨¦n est¨¢ la brujer¨ªa, la magia negra. ?Por qu¨¦?
R. Tambi¨¦n creo que es un un inter¨¦s personal. El tema del albinismo tiene esta relaci¨®n en el mundo real con la magia negra. Es un tema tambi¨¦n con el que me top¨¦ hace a?os y que me pareci¨® espeluznante y a la vez fascinante. Quiz¨¢s hay un intento de conciliar el inter¨¦s, el morbo, la compasi¨®n. Creo que la curiosidad es una pasi¨®n que funciona como un c¨®ctel de muchos sentimientos distintos. La novela b¨¢sicamente surge de muchas curiosidades.
P. Creo que se divirti¨® escribi¨¦ndola.
R. Fue un gran entrenamiento, un gran ejercicio de escritura. De los g¨¦neros literarios el policial es el que m¨¢s conozco y creo que es un g¨¦nero que tiene mucho potencial para explorar uno de los temas que m¨¢s me interesan, que es el tema del mal: de d¨®nde viene, si es humano, si hay un mal trascendente, si el mal es error o es verdadera voluntad de destruir.
P. ?Y ha llegado a alguna conclusi¨®n? ?Somos malos por naturaleza?
R. No he llegado a ninguna conclusi¨®n, pero s¨ª me convence bastante la explicaci¨®n plat¨®nica del mal, la explicaci¨®n que da S¨®crates al menos, que lo entiende como error, en el sentido de que la persona que hace el mal en el fondo siempre est¨¢ buscando el bien. Puede ser un bien totalmente equivocado, puede ser placer inmediato, puede tratarse de mejorar su propia vida robando, asaltando a alguien.
P. Y sin embargo hay contrapeso al mal. Silvia, la protagonista, busca siempre hacer el bien.
R. Pero tampoco es un personaje angelical, es un ser humano con defectos y virtudes. Lo que s¨ª tiene, y esto es el m¨¢ximo grado de hero¨ªsmo que me permit¨ª imaginar, es ese compromiso ¨¦tico con su trabajo, que lo quiere hacer bien, porque hacerlo mal le resulta degradante a nivel existencial.
P. Al final, que una persona se empe?e en hacer las cosas correctas puede ser el triunfo del bien sobre la maldad.
R. Si no es el triunfo del bien sobre la maldad, s¨ª prueba que es una lucha constante y que el mal no va a ganar del todo nunca.
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