Adi¨®s a D¨ªaz Ordaz y a L¨®pez de Santa Anna: Ciudad de M¨¦xico arranca el plan para renombrar calles en honor a mujeres

¡°Ese desgraciado que mand¨® a matar a tanta gente en el 68¡å. As¨ª se refiere Teresa, de 74 a?os, al expresidente Gustavo D¨ªaz Ordaz, responsable de la masacre de estudiantes del 2 de octubre de 1968, y al nombre de la calle en la que vive desde hace cerca de 50 a?os. Ahora, ese nombre desaparecer¨¢ de las v¨ªas de Ciudad de M¨¦xico y podr¨¢ ser reemplazado por el de Adela Salazar, activista y l¨ªder del movimiento de 1968, a trav¨¦s de la iniciativa La Ciudad de las Hero¨ªnas, que busca darle nombre de mujer a las vialidades de una ciudad compuesta por 65.000 calles, de las cuales 95% tienen nombres masculinos. Sin embargo, a pesar del simbolismo detr¨¢s de la transformaci¨®n, los residentes de la calle con el nombre del expresidente no han sido notificados de lo que pasar¨¢, y la mayor¨ªa no percibe el cambio como una victoria, sino como un viacrucis burocr¨¢tico.

Inti Mu?oz Santini, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), explic¨® que el proceso se har¨¢ en colaboraci¨®n con acad¨¦micas, arquitectas y espacios de mujeres, para as¨ª poder conversar con los vecinos de las calles. El jefe de Gobierno, Mart¨ª Batres, dijo el pasado 19 de junio que el cambio de nombres comenzar¨¢ 15 d¨ªas despu¨¦s, pero hasta ahora hay lugares donde los vecinos no han sido notificados.

¡°Al que odiamos es al se?or, no al nombre¡±

Fernando Oliva, de 86 a?os, ha vivido durante gran parte de su vida en la calle General Antonio L¨®pez de Santa Anna ¡ªel responsable de la venta de gran parte del territorio mexicano a Estados Unidos en 1853 y el otro nombre a borrar en la primera fase de La Ciudad de las Hero¨ªnas¡ª en la alcald¨ªa Gustavo A. Madero. Oliva dice que nadie le notific¨® del cambio en la calle, y que modificar de nuevo todo su papeleo puede ser problem¨¢tico, sobre todo para alguien de su edad. Tambi¨¦n dice entusiasmado que a pesar de estar acostumbrado al nombre, se trata de un verdadero cambio: ¡°Si es por el bien del pa¨ªs, pues, qu¨¦ mejor, ?no?¡±.

Brayan Salazar tiene 25 a?os, seis d¨¦cadas menos que Fernando, pero ambos comparten el mismo sentimiento, la misma duda y la misma calle. ¡°Mientras sea un cambio para bien, no hay mucho inconveniente, ?no?¡±, dice Brayan, mientras explica que son nombres de otras ¨¦pocas y que no todos los conocen a fondo. Tambi¨¦n acepta que se va a estresar cuando tenga que pedir comida a domicilio y m¨¢s cuando necesite cambiar su credencial del Instituto Nacional Electoral (INE).

Marina Romero, de 72 a?os, vive en la calle D¨ªaz Ordaz, en la alcald¨ªa Iztapalapa, al oriente de la capital. Tampoco recibi¨® aviso de las autoridades, pero no le sorprende. ¡°Ahora s¨ª que el gobierno hace lo que quiere¡±, comenta. Ella recuerda que en una colonia cercana rebautizaron los nombres de calles que antes solo ten¨ªan n¨²meros por los de guerras y batallas, pero que hoy nadie las llama as¨ª. ¡°A m¨ª se me hizo muy complicado, porque ya nos acostumbramos a la calle 7, la calle tal, y sigue siendo as¨ª. Porque calle de tunas blancas y de batalla, de no s¨¦ qu¨¦, pues no¡±.

De acuerdo con el Gobierno de Ciudad de M¨¦xico, los nombres a borrar ¡°no representan principios de libertad y derechos de nuestra ciudad¡±, pero mientras los vecinos comparten un sentimiento de desprecio contra la figura de D¨ªaz Ordaz, no lo hacen contra el t¨ªtulo de su calle. ¡°Al que odiamos es al se?or, no al nombre. Bueno, es que al nombre ya nos acostumbramos¡±, cuenta Mar¨ªa Matilde, vecina de 62 a?os. Despu¨¦s de vivir cerca de 40 a?os en el mismo lugar, ha normalizado tanto el nombre que solo al ver la foto del expresidente recuerda lo que hizo. Daniel D¨ªaz, de 39 a?os, considera el cambio como algo positivo, pero tambi¨¦n se preocupa por todo lo que conlleva: ¡°Luego para cambiar todo, la documentaci¨®n de los ni?os, de secundaria. Por ejemplo, el predio, lo de la luz, lo del tel¨¦fono. Es una latita estar haciendo todo eso¡±.

Batres asegur¨® que la iniciativa busca contribuir al cambio de la cultura y el pensamiento patriarcal por una cultura de la igualdad. En la capital existen 27 calles con el nombre de Gustavo D¨ªaz Ordaz, y una nombrada Antonio L¨®pez de Santa Anna.

Despu¨¦s de una encuesta realizada durante marzo, mes de la mujer, donde votaron m¨¢s de 25.000 personas, el nombre de las diez mujeres m¨¢s votadas sustituir¨¢ al de esas calles. Se trata de Rita Guerrero, vocalista de la banda de rock Santa Sabina y fallecida en 2011; Adela Salazar, quien ayud¨® a decenas de personas a salir libres tras la represi¨®n estudiantil de 1968 y 1971; Benita Galeana, escritora y sufragista; Elvia Carrillo Puerto, feminista y primera mujer electa como diputada en Yucat¨¢n; Remedios Varo, pintora y escritora; Rosario Castellanos, escritora, intelectual y pionera del feminismo mexicano; Adela Velarde, creadora del grupo revolucionario Las Adelitas; Valentina Ram¨ªrez Avitia, revolucionaria que se visti¨® como hombre para luchar contra la dictadura de Porfirio D¨ªaz; Matilde Montoya, primera mujer mexicana en ingresar a la Escuela Nacional de Medicina y en alcanzar el grado acad¨¦mico en 1887; y Elena Garro, poeta, novelista, periodista e intelectual mexicana.

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