Todos quieren ver las reliquias de San Judas, el santo ¡°m¨¢s milagroso¡± de M¨¦xico
Miles de personas hacen cola para visitar un trocito de hueso del patr¨®n de las causas imposibles. Le piden salud, trabajo y resolver alg¨²n que otro problema con la justicia
¡°Este santo es muy milagroso¡±, dice do?a ?ngela, de 66 a?os, mientras sostiene una estampa con la imagen de San Judas Tadeo. Ha venido desde Aguascalientes hasta Xochimilco, al sur de la Ciudad de M¨¦xico, para visitar la reliquia del santo. Ella y su hermana Isabel, de 63, han recorrido 500 kil¨®metros en autob¨²s las ¨²ltimas horas con la esperanza de que San Judas escuche sus s¨²plicas. Hay quienes asocian al santo con las ¡°causas imposibles¡± bien sea por salud, trabajo o por problemas con la justicia. Isabel cuenta que la covid-19 dej¨® a uno de sus hermanos postrado en la cama sin poder hablar ni moverse. ¡°Dec¨ªan que no vivir¨ªa m¨¢s de tres meses, pero ya pasaron tres a?os y sigue con nosotros¡±, dice. ¡°A San Judas le pido todos los d¨ªas que se recupere de su salud y nos lo devuelva. La fe no la hemos perdido¡±, asegura.
M¨¦xico es un pa¨ªs de multitudes, de aglomeraciones y de grandes eventos. Lo es durante los conciertos, los m¨ªtines en el Z¨®calo y los partidos en el Estadio Azteca. Pero si algo ha superado a todas las anteriores, ha sido la devoci¨®n que millones de personas han mostrado por el ap¨®stol, esperando bajo el sol o la lluvia para ver la reliquia. ¡°Nuestro pa¨ªs vive situaciones muy complejas de violencia y de inseguridad, donde los m¨¢s impactados son los pobres y los sectores de la sociedad m¨¢s marginados¡±, asegura el sacerdote Jes¨²s Alejandro Ortega, vicerrector del seminario de San Jos¨¦. ¡°El pueblo se identifica con San Judas porque es el santo de las causas dif¨ªciles, a trav¨¦s de ¨¦l, ponen sus necesidades en manos de Dios y la fe les recrea una esperanza¡±, comenta.
El culto comenz¨® en Chicago, cuando un cura de la orden claretiana (fundada por el espa?ol Antonio Mar¨ªa Claret) instituy¨® a San Judas Tadeo como patr¨®n de la polic¨ªa de esa ciudad. Ese mismo cura, en los a?os cincuenta, le llev¨® la imagen del santo a los claretianos que dirig¨ªan la iglesia de San Hip¨®lito en Ciudad de M¨¦xico. ¡°San Judas tiene una conexi¨®n con el pueblo m¨¢s humilde de M¨¦xico. Es un santo cercano y sencillo¡±, a?ade Ortega. Honestos o deshonestos, trabajadores o malhechores, todos quieren hacerle una manda al santo. Existe la creencia de que San Judas o ¡°San Juditas¡± como muchos le llaman, interviene en las causas muy dif¨ªciles de conseguir.
La reliquia est¨¢ dentro de una talla de madera policromada del siglo XIX. Tiene forma de mano y tres dedos apuntan hacia arriba, en se?al de bendici¨®n. El trozo de hueso atribuido al ap¨®stol puede verse a trav¨¦s de un cristal y suele estar en la iglesia de San Salvatore in Lauro, en Roma. El pasado julio fue tra¨ªda por la nunciatura vaticana a M¨¦xico para ¡°devolver la esperanza en los fieles despu¨¦s de la pandemia¡±, seg¨²n un comunicado compartido a los medios de comunicaci¨®n. ¡°Despu¨¦s de la Virgen de Guadalupe, en M¨¦xico hay una gran devoci¨®n a San Judas Tadeo¡±, comenta Gina Gil, responsable del viaje.
Las filas kilom¨¦tricas frente a la Catedral Metropolitana se han repetido en todas las iglesias en las que ha estado el trocito de hueso. Solo en un d¨ªa, las autoridades de Xochimilco esperan a m¨¢s de 180.000 visitantes. A las nueve de la ma?ana, la cola ya daba la vuelta al muro de la iglesia y se alejaba varias cuadras. Grandes o chiquitas, en barrios m¨¢s pobres o m¨¢s ricos, procesi¨®n tras procesi¨®n, San Judas ha sido todo un hit.
La reliquia est¨¢ haciendo un tour que ya lo quisiera Taylor Swift o Bruno Mars: Ciudad de M¨¦xico, Estado de M¨¦xico, Tlaxcala y Puebla hasta finales de mes. En todas y cada una de las paradas el lleno es total. La devoci¨®n que despierta es tan grande que muchos le construyen altares en los mercados, las paradas de taxis, algunas taquer¨ªas o en los parques.
Hay gente que lleva esperando desde las tres de la madrugada frente a la Catedral de Xochimilco. Otros se resignan a esperar quiz¨¢ hasta que la iglesia cierre las puertas en la noche. ¡°Mi hermana acaba de salir de una cirug¨ªa muy delicada y le pido que salga de la enfermedad y salud para todos¡±, explica Tom¨¢s Olgu¨ªn, de 55 a?os. Ha venido desde la alcald¨ªa Miguel Hidalgo con su esposa y su suegra en silla de ruedas. ¡°Tener la reliquia aqu¨ª en Xochimilco es un milagro¡±, dice entusiasmado y asegura que ¨¦l y su familia celebran el d¨ªa del santo, los 28 de cada mes. ¡°Los 28 vamos a misa o le prendemos una veladora y el 28 de octubre solemos ir a la iglesia de San Hip¨®lito para su fiesta grande¡±, agrega.
Una fila de personas entra en una capilla a un lado del altar. Con el celular en alto y los ojos bien abiertos, muchos murmuran sus plegarias mientras caminan. ¡°Por favor, hermanos, no se paren. Les recomendamos que hagan video con su celular y no tomen fotograf¨ªas para que la visita sea m¨¢s r¨¢pida¡±, dice el personal de la iglesia. El hueso est¨¢ colocado junto a una estatua de cera de tama?o real. El recorrido dura apenas un minuto. Entrar y salir. Es todo lo que hace falta para que la gente quede satisfecha. Por all¨ª desfilan personas enfermas, ancianos, ni?os, gente joven. Es cierto lo que dicen. San Judas es un santo muy popular.
El sacerdote Ortega bendice camisetas, veladoras y rosarios que la gente acaba de comprar en un puesto de recuerdos a la salida. Los traslados del hueso son hechos en una camioneta especial acristalada ¡°con el fin de que todos los devotos puedan verla a su paso¡±, dicen desde la nunciatura. Esa ma?ana en Xochimilco tambi¨¦n le han hecho una procesi¨®n en trajinera a trav¨¦s de los canales y las chinampas.
La veneraci¨®n por el patrono de las causas imposibles rebasa las fronteras de M¨¦xico. De hecho, en Estados Unidos hay otras dos reliquias del brazo de San Judas. Una de ellas est¨¢ peregrinando a la vez que lo hace la reliquia de M¨¦xico y visitar¨¢ m¨¢s de 100 ciudades de varios Estados, entre ellos, Texas, Maine, Nueva York, Pensilvania, Maryland, Louisiana, Nuevo M¨¦xico y Arizona. Le piden milagros dif¨ªciles: curar enfermedades, encontrar trabajo, solucionar crisis maritales o evitar ir a la c¨¢rcel.
En un pa¨ªs en el que la justicia humana y la divina parecen haber abandonado a la gente, el ¨²ltimo recurso que les queda a muchos es pedirle un milagro a San Juditas.
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