Acorralar a Corral
Se ha revelado que al exgobernador de Chihuahua le estaban esperando para apresarle el d¨ªa de las elecciones, pero se quedaron con las manos vac¨ªas porque vot¨® en la capital
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Acorralar a Corral. Podr¨¢n decir y no les faltar¨¢ raz¨®n que es un titular simpl¨®n, f¨¢cil. Que hubiera sido m¨¢s redondo ¡°Corral acorralado¡±. Pero no es el caso, el tiempo verbal es certero, porque el infinitivo denota aqu¨ª una acci¨®n que se persigue, pero que no se ha logrado. Y no ser¨¢ por intentos. El exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, precis¨® nada menos que de un centenar de agentes para evitar que los de la fiscal¨ªa de su Estado lo sacaran desde Ciudad de M¨¦xico, donde ahora vive, y lo regresaran a su Estado para ponerle ante la justicia. Ese era el plan. Los vecinos del restaurante en el que trataron de apresarlo la noche del mi¨¦rcoles debieron pensar que quien cenaba all¨ª era Nemesio Oseguera, El Mencho, uno de los narcotraficantes m¨¢s buscados. Menudo susto pasar¨ªan entre visillos. No se pierdan la cr¨®nica del compa?ero Zedryk Raziel sobre esa noche.
Se trataba, sin embargo, del pol¨ªtico que se esforz¨® durante su mandato por desenmascarar una sonada trama de corrupci¨®n, la Operaci¨®n Safiro, que extend¨ªa sus tent¨¢culos desde su antecesor en el gobierno de Chihuahua, el priista C¨¦sar Duarte, hasta el del presidente de la Rep¨²blica Enrique Pe?a Nieto (2012-2018), que acab¨® el sexenio, hizo las maletas y vol¨® a Espa?a. La Safiro era una acci¨®n coordinada entre el Gobierno federal y los estatales en manos del PRI para saquear millones de pesos de las arcas p¨²blicas, blanquearlos a trav¨¦s de empresas fantasma y destinarlos a las campa?as electorales priistas. Pero lleg¨® Corral al gobierno de Chihuahua y la Fiscal¨ªa estatal lo puso todo patas arriba. La justicia ha resuelto poco o nada, el dinero no se recuper¨®, las empresas involucradas siguen funcionando y apenas funcionarios de segundo nivel han ingresado a prisi¨®n, mientras otros implicados han muerto en opacas circunstancias.
?Qu¨¦ pinta Corral en todo esto hoy? ?l ha denunciado que la panista que ahora manda en Chihuahua, Maru Campos, ha sido una de las beneficiarias de aquellos dineros ilegales que se mov¨ªan. C¨¦sar Duarte se escap¨® a Estados Unidos, pero se le extradit¨® y encarcel¨® en M¨¦xico, aunque ya est¨¢ liberado para seguir su proceso a domicilio. Y los tent¨¢culos del pulpo han dado una brusca sacudida, de modo que los perseguidos ahora son el fiscal anticorrupci¨®n de la ¨¦poca de Corral y el propio Corral. Al primero, Francisco Gonz¨¢lez Arredondo, se le acus¨® de torturar psicol¨®gicamente a c¨®mplices de la corrupci¨®n de C¨¦sar Duarte y pas¨® un tormento en la c¨¢rcel; al segundo, de un desv¨ªo de 98,5 millones de pesos as¨ª como de usar recursos p¨²blicos para la caravana que emprendi¨® a Ciudad de M¨¦xico en su d¨ªa para denunciar la trama corrupta de su antecesor. Las vueltas de la justicia en M¨¦xico son inextricables.
Las de la pol¨ªtica, tambi¨¦n. Anta?o panista, Corral se ha pasado al bando de los morenistas, ha ganado en las ¨²ltimas elecciones una senadur¨ªa y pertenece al equipo cercano de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, para la asesor¨ªa contra la corrupci¨®n. Desde entonces est¨¢ en la capital. Niega las acusaciones por las que le busca la Fiscal¨ªa de su Estado y denuncia persecuci¨®n pol¨ªtica, una tesis que ha respaldado Sheinbaum y tambi¨¦n, p¨²blicamente y con profusi¨®n, el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Corral espera al 1 de septiembre, cuando entra en vigor su puesto en el Senado y el resguardo que proporciona el fuero. Mientras tanto, los agentes de la fiscal¨ªa de Chihuahua le siguen los pasos.
En M¨¦xico, es imprescindible que las Fiscal¨ªas federal o estatal den el visto bueno a sus colegas de otros Estados para que entren en su territorio a apresar a alguien. Los de Chihuahua pidieron permiso en la Ciudad de M¨¦xico y con el papelito firmado por Brenda Cruz, subdirectora de Control y Seguimiento de Ordenamientos Judiciales, salieron para el restaurante donde estaba Corral. Enterado el fiscal de la Ciudad, Ulises Lara, agarr¨® al centenar de agentes y corri¨® en defensa del exgobernador e impidi¨® que se lo llevaran. Ahora el asunto est¨¢ enredado entre si el papel era v¨¢lido o solo un documento interno que nada autorizaba.
Hay m¨¢s. Se ha revelado que a Corral le estaban esperando para apresarle en Chihuahua el d¨ªa de las elecciones, el 2 de junio, pero se quedaron con las manos vac¨ªas porque vot¨® en la capital. Y tambi¨¦n dice que le han informado de que pretend¨ªan sacarle de la Ciudad de M¨¦xico en una suerte de secuestro para, una vez en Chihuahua, dejar caer la justicia sobre ¨¦l. El Gobierno le ha estado protegiendo desde entonces con escoltas. La interpretaci¨®n de muchos es que se han apurado para encerrarlo antes de que tomara su acta de senador ¡ªun salvoconducto que usan muchos para eludir los asuntos judiciales¡ª, porque consideran que puede hacerles da?o en sus denuncias contra aquella trama de corrupci¨®n. M¨¢xime si hubiera sido fiscal de la Rep¨²blica o Anticorrupci¨®n, como se rumore¨® cuando se coloc¨® al lado de Sheinbaum. El asunto est¨¢ m¨¢s tenso que una resortera.
Mientras tanto, Pe?a Nieto, que en los ¨²ltimos tiempos ha sopesado la posibilidad de volver a M¨¦xico, ha sido raudo en felicitar a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, como el que saca el dedo a ver de qu¨¦ lado sopla el aire. La Operaci¨®n Safiro est¨¢ en punto muerto judicial a menos que alguien quiera reanimarla. ?Ser¨¢ Corral quien atice el fuego? ?Llegan peores tiempos para Duarte y Maru Campos? ?Qu¨¦ temen en Chihuahua? Hasta que pase el 1 de septiembre ser¨¢ dif¨ªcil encontrar a Corral paseando felizmente por la calle. Lo que ocurra despu¨¦s podr¨ªa modificar el tiempo verbal: acorralar o acorralado.
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