El regalo envenenado
La aniquilaci¨®n total del adversario no siempre es un espect¨¢culo agradable. A veces, sucede lo mismo en pol¨ªtica
Los triunfos van ligados a la alegr¨ªa del ganador. Los brincos de j¨²bilo, la sonrisa casi congelada por la victoria, los abrazos con el equipo, con los cercanos, son partes de los testimonios que quedan para las historias personales y colectivas. Hace unas semanas compartimos con millones de habitantes del mundo la alegr¨ªa de los triunfos de j¨®venes atletas en los Juegos Ol¨ªmpicos. Claro, en el ambiente deportivo mientras m¨¢s cerrada sea la competencia es m¨¢s emocionante y el triunfo tiene mayor impacto en los espectadores. Se entiende que una victoria por paliza no es tan atractiva, salvo que se trate de una sorpresa como aquella goliza de Alemania a Brasil 7-1 en el mundial de 2014. Aunque un resultado as¨ª es exitoso, de alguna manera desmerece ante los ojos de los aficionados. La aniquilaci¨®n total del adversario no siempre es un espect¨¢culo agradable. Incluso opaca el ¨¢nimo del festejo.
?Sucede lo mismo en pol¨ªtica? A veces. Unas elecciones competidas, cerradas, llaman la atenci¨®n. Es lo que sucede con Kamala Harris y con Trump en estos d¨ªas. Durante algunos meses, los mexicanos supusimos que las elecciones presidenciales de este a?o en nuestro pa¨ªs ser¨ªan, si no cerradas, s¨ª competidas en general. No fue as¨ª. Se trat¨® de una masacre en toda la l¨ªnea. Las palizas, goleadas, el nocaut, y no solo las sorpresas, tambi¨¦n se ven en las elecciones.
Lo que llama la atenci¨®n es la actitud de los ganadores, el oficialismo lopezobradorista y de la presidenta (con A, como debe de ser). Quiz¨¢ se espantaron cuando vieron que no ten¨ªan un tractor sino una aplanadora. Quiz¨¢ el triunfo les pareci¨® desangelado porque no tuvieron a nadie que les diera pelea. Por alguna raz¨®n no buscan celebrar, sino vengarse. En ese ¨¢nimo han terminado por sepultar la imagen de la vencedora. Todos se sienten con derecho a aplastar al de enfrente: una oposici¨®n arrinconada y vapuleada. Su tarea primordial sigue siendo pelearse. Las plumas que uno encuentra de ese lado y que pensaba sensatas, con excepciones como las de Viri R¨ªos (que ejerce puntualmente la autocr¨ªtica sin quitar su ¨¢nimo triunfador), los dem¨¢s se han dedicado a vilipendiar a los derrotados. No hay un discurso del triunfo, sino una ampliaci¨®n de los pleitos de campa?a. En lugar de poner el dise?o del ma?ana insisten en vivir en los agravios del pasado. Son los te¨®ricos del rencor. No son portavoces del triunfo, de la dicha de la victoria sino de la amargura de la derrota que por alguna raz¨®n, tienen casi 20 a?os sin superar.
Mientras la ganadora hace un esfuerzo serio en algunas ¨¢reas, por ejemplo su imagen ahora es sobria y con estilo. Sus apariciones p¨²blicas son cuidadas, los videos en que sale hablando ingl¨¦s con soltura, las presentaciones de su equipo. Sin embargo, toda la energ¨ªa pol¨ªtica gira en torno al presidente saliente, sus deseos y arrebatos. En el oficialismo a nadie le importa lo que diga la triunfadora de la elecci¨®n sino estar bien con el l¨ªder hist¨®rico. La han tapado, la relegaron a un segundo plano. Los compa?eros de partido de la presidenta est¨¢n ocupados en la venganza generalizada contra los abatidos opositores ¨Dya sean pol¨ªticos, analistas o simples ciudadanos¨D. Por momentos pareciera que gan¨® la oposici¨®n y que el esfuerzo de estos ¨²ltimos d¨ªas est¨¢ enfocado en poner candados al gobierno entrante para dejarlo maniatado. Uno pensar¨ªa que ser¨ªan generosos con los suyos, pero no. Con tal de quemar, queman hasta la casa propia.
L¨®pez Obrador abre frentes todos los d¨ªas: lo mismo con inversionistas que con Estados Unidos y Canad¨¢ con rid¨ªculas y estramb¨®ticas declaraciones. Ofrece la cabeza envenenada del Poder Judicial como obsequio al gobierno entrante. Anuncia su pr¨®xima reclusi¨®n campirana ¨C que nadie cree de tan anunciada- e insulta a diestra y siniestra. Le dejar¨¢ un tiradero a la pr¨®xima presidenta. Para colmo ha dejado claro que las mayor¨ªas legislativas son de ¨¦l, no de ella. Con ir¨®nica precisi¨®n Roberto Zamarripa calific¨® el gabinete de Sheinbaum como paritario: mitad de ella, mitad de ¨¦l. En Morena todos participan en la preparaci¨®n de un regalo para el presidente que ser¨¢ una bomba para la presidenta.
@juanizavala
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