El PAN y sus definiciones
En la negaci¨®n de s¨ª mismo, el panismo postul¨® en esta elecci¨®n a X¨®chitl G¨¢lvez, a quien le avergonzaba representar al partido, se defin¨ªa como ¡°progre¡± y se distanciaba constantemente de ellos y sus gobiernos
Mientras aguas turbulentas azotan lo que queda del priismo, el PAN se prepara para hacer un relevo en su dirigencia. Si duda ser¨¢ un cambio saludable, toda vez que Marko Cort¨¦s es uno de los dos pol¨ªticos m¨¢s desprestigiados del pa¨ªs junto con Alito Moreno. No es casual que teniendo ese dirigente los resultados del panismo hayan sido desastrosos. Si, como dice el dicho, ¡°los perros se parecen a sus due?os¡±, entonces los partidos se asemejan a sus dirigentes.
Por supuesto, es in¨²til dejar caer la culpa de la debacle panista sobre un personaje tan menor como Cort¨¦s. El declive de Acci¨®n Nacional tiene varios a?os y responsables. (varios de ellos, ac¨¦rrimos enemigos de Marko, que cometieron errores y pifias como las que ahora reclaman al michoacano). Tampoco es necesario hacer una lista de los involucrados. M¨¢s bien parece que el panismo deber¨ªa centrar sus esfuerzos ¡ªal margen del cambio de dirigencia¡ª en tomar definiciones: ?Qu¨¦ quiere el PAN? ?A qui¨¦n quiere representar? ?En contra de qu¨¦ est¨¢? ?Qu¨¦ causas defiende? ?C¨®mo se define? Hoy, fuera de balbucear un antipejismo rabioso, no ha ofrecido respuestas a estas preguntas.
La falta de definici¨®n del PAN ha sido uno de sus problemas. No en balde un grupo de empresarios e intelectuales ajenos al partido les ha impuesto los ¨²ltimos dos candidatos presidenciales con los resultados de todos conocidos. El PAN ya no pelea ni su propia representaci¨®n electoral. Desde que lleg¨® a la presidencia, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador no ha dejado de hablar de la derecha y de los conservadores. Todos voltean a ver al PAN como el aludido, pero por lo visto el panismo se considera de avanzada comunista o de liberalismo radical. Nunca tom¨® la bandera que, para bien o para mal, le impuso el presidente todos los d¨ªas.
Durante d¨¦cadas, el PAN fue el portavoz de varios sectores. Claro, tambi¨¦n fue se?alado como el enemigo de la revoluci¨®n y del nacionalismo, una caricatura rancia, pero en la vida p¨²blica uno tambi¨¦n es su caricatura. De este modo, el PAN fung¨ªa como representante pol¨ªtico de los cat¨®licos, las clases medias urbanas, los empresarios, las familias tradicionales y sus valores, los adversarios del comunismo y el estatismo, en resumen: de la derecha. Ahora no representa nada de eso. De lo que fue, solamente queda la caricatura.
Es curioso que todas esas causas y banderas se las arrebat¨®, ni m¨¢s ni menos, que L¨®pez Obrador. M¨¦xico es un pa¨ªs con visiones conservadoras. Eso lo sabe muy bien L¨®pez Obrador, que es el presidente m¨¢s conservador que hemos tenido en d¨¦cadas ¡ªincluidos los del PAN¡ª. El presidente, un tipo moralino, un curita de pueblo que castiga la vida de los dem¨¢s; un hombre de costumbres cerradas que dice que la riqueza de la Naci¨®n est¨¢ en los valores familiares. Es ¨¦l quien ha defendido y hecho m¨¢s ricos a los m¨¢s acaudalados empresarios del pa¨ªs; tiene marcadas actitudes de fan¨¢tico religioso, el mundo le parece algo extra?o, es temeroso del extranjero y de la modernidad.
Es cierto que el PAN, desde su fundaci¨®n, tuvo una fuerte vertiente cat¨®lica. Y, por lo tanto, se mueve con culpa. Le dio culpa ganar, le dio culpa ejercer el poder; siente que se contamin¨®, que fue su peor ¨¦poca y su maldici¨®n. El presidente lo sabe y explota esa culpa. Si a los panistas les daba pena decir y profesar su religi¨®n, L¨®pez Obrador lleg¨® a hablar del ¡°supremo creador, se compara con Jesucristo, perseguido por los poderosos, y a los panistas los equipara con los ¡°hip¨®critas fariseos¡± que van a misa. Obrador habla de los conservadores y los fustiga cuando es ¨¦l mismo quien los encarna. Mientras el PAN represent¨® a la derecha creci¨® y gan¨®. Cuando se alej¨® empez¨® a diluirse, a desdibujarse.
A toallazos ret¨®ricos, el mandatario oblig¨® a los panistas a sentirse arrepentidos de su conducta p¨²blica. Eso, y la sistem¨¢tica pena que le da al panismo tener ¡°mala prensa¡±, los arroj¨® a la nader¨ªa pol¨ªtica. Los panistas hoy se definen en negativo: ¡°yo no soy fif¨ª, pero¡¡±, ¡°no soy de izquierda, pero estoy a favor de los programas sociales¡±, ¡°no soy de derecha, pero estoy a favor de la libre empresa¡±, ¡°no soy ultra, soy de centro-derecha¡±, dicen para matizar la diestra, ignorando que ¡°el centro¡° ya no representa nada. En la negaci¨®n de s¨ª mismo, el panismo postul¨® en esta elecci¨®n a X¨®chitl G¨¢lvez, a quien le avergonzaba representar al PAN, se defin¨ªa como ¡°progre¡± y se distanciaba constantemente del panismo y sus gobiernos. Si Calder¨®n es el villano favorito de L¨®pez Obrador, el actual dirigente del panismo le dio la raz¨®n al decir que la culpa de la derrota en la elecci¨®n fue culpa fue ?de Calder¨®n!
Aun as¨ª, el PAN puede salir de su estancamiento. No ser¨¢ sencillo. Pero si la derecha en el mundo pasa por buen momento, es cuesti¨®n de que el panismo retome sus causas, las explique y las defienda. La llamada ¡°marea rosa¡±, salvo por la participaci¨®n del antil¨®pezobradorismo medi¨¢tico, no fueron otros que los que hace algunas elecciones se vest¨ªan de azul y blanco para salir a las elecciones. Fue un espejismo rosa, pero es el voto tradicional blanquiazul.
Hace unos a?os, en la sede del PAN, a los lados de la puerta de entrada al auditorio principal, el Manuel G¨®mez Morin, hab¨ªa unas fotograf¨ªas gigantes de Vicente Fox y de Felipe Calder¨®n. Hoy ocupan su lugar dos enormes logotipos del partido. Fox y Calder¨®n abandonaron al PAN. Uno llam¨® a votar por Pe?a Nieto y el otro no para de lanzar dardos contra el instituto pol¨ªtico que dirigi¨® y que lo llev¨® a la Presidencia de M¨¦xico. Sin embargo, las instituciones son m¨¢s fuertes que los individuos que las forman. La salida de los expresidentes es un asunto de ellos, pero el PAN no puede pelearse con su propia historia, mucho menos con los logros que les corresponden.
Un partido que no se reconcilia consigo mismo dif¨ªcilmente podr¨¢ avanzar. No sugiero que inviten a militar nuevamente a Fox y a Calder¨®n (al final, como es bien sabido, los expresidentes suelen estorbar y nadie sabe del todo qu¨¦ hacer con ellos); lo imperativo es que Acci¨®n Nacional se reencuentre en su historia, que la abrace y se reconozca en ella, algo muy complicado si no se redefine primero. Si no resuelve el qu¨¦, el para qu¨¦ y a favor de qu¨¦ est¨¢, el PAN ser¨¢ de nueva cuenta definido por sus adversarios.
@juanizavala
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