Naief Yehya: ¡°El mundo corporativo le arrebat¨® a la contracultura la exclusividad de los psicoactivos¡±
El ensayista mexicano presenta su nuevo libro, ¡®El planeta de los hongos¡¯, en el que hace un recorrido por la historia de las setas alucin¨®genas y la psicodelia desde los tiempos tab¨² hasta su llegada al mundo empresarial de Estados Unidos
A finales de los a?os setenta, cuando Naief Yehya (Ciudad de M¨¦xico, 61 a?os) comenz¨® a experimentar con hongos alucin¨®genos, su consumo era estigmatizado y clandestino. En las culturas rurales se consum¨ªan para conectarse espiritualmente con una deidad o explorar las cosmovisiones de los pueblos originarios. En el mundo contracultural de la ciudad, se tomaban para experimentar las teor¨ªas sobre expandir la mente m¨¢s all¨¢ de la compresi¨®n humana. Hoy, todo es distinto. En Silicon Valley, las empresas m¨¢s poderosas del mercado tecnol¨®gico otorgan a sus empleados microdosis de LSD o chocolates con peque?as porciones de psilocibina. Atr¨¢s qued¨® la imagen de Mar¨ªa Sabina, la sacerdotisa de la sierra de Huautla, y la del rockero de pelo largo que buscaba escapar del mundo de una forma espiritual. Hoy los hongos se usan en el mundo corporativo para que los creativos sean m¨¢s creativos, descansen mejor, puedan dormir sus horas de sue?o recomendadas y a la ma?ana siguiente, est¨¦n prestos a producir m¨¢s y a generar m¨¢s ganancias. Hoy en d¨ªa, las sustancias psicod¨¦licas son impulsadas por los grupos m¨¢s conservadores de los Estados Unidos, los mismos que rechazan el aborto y promueven la portaci¨®n de armas de fuego, tambi¨¦n impulsan el uso de los hongos alucin¨®genos como estimulantes para trabajar m¨¢s o para descansar mejor.
Tambi¨¦n se abren paso en el mundo medicinal, en d¨®nde las grandes farmac¨¦uticas experimentan con algunos de sus componentes aspirando a fabricar tratamientos de una sola dosis.
Entre los cuarentones de Latinoam¨¦rica, los ¡®chocohongos¡¯ se recomiendan para calmar los ataques de ansiedad, el estr¨¦s, y para conseguir relajarse. Entre los j¨®venes estudiantes, est¨¢ comprobado que despejan la mente y les permiten enfocarse m¨¢s en el estudio, en v¨ªsperas de alguna prueba final.
Lo que no ha cambiado mucho es la desinformaci¨®n hacia el mundo org¨¢nico fungi. Seguimos sin conocer y sin entender todo lo que pasa bajo la tierra, como se comunican, y cu¨¢nta informaci¨®n pueden absorber y aportar a la superficie. Naief Yehya en su libro El planeta de los hongos (Anagrama, 2024) recorre las teor¨ªas y met¨¢foras de Terence McKenna sobre el agrandamiento del cerebro ante estas sustancias. Tambi¨¦n pone sobre la mesa nuestra relaci¨®n con el mundo de estos organismos y c¨®mo hemos coexistido en un mismo planeta. La experiencia de Yehya en tecnolog¨ªa y ciberespacio le permite ver coincidencias y similitudes. ¡°El micelio es la representaci¨®n biol¨®gica de internet¡±, asegura.
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