Chablekal, el pueblo maya que se qued¨® sin espacio para enterrar a sus muertos
Los ejidatarios se niegan a donar un terreno al lado del pante¨®n para su ampliaci¨®n, prefieren venderlo a los desarrollos inmobiliarios
En Chablekal se mueren unas dos o tres personas al a?o. Es un pueblo maya, chico, tranquilo y acalorado que funciona como ciudad sat¨¦lite de M¨¦rida, en Yucat¨¢n. El a?o pasado pas¨® algo extra?¨ªsimo: se murieron dos personas en el mismo d¨ªa y en el mismo horario. M¨¢s all¨¢ de la casualidad, fue un problema para sus familiares. Solo hab¨ªa espacio para uno de los dos cuerpos en el pante¨®n del pueblo. La historia, contada por un taxista estacionado entre las dos comisar¨ªas de Chablekal, termin¨® en una especie de duelo postmortem sobre qui¨¦n merec¨ªa ser enterrado en su pueblo. Gan¨® el que s¨ª hab¨ªa nacido en Chablekal. El otro fue enterrado en un pueblo cercano.
Un poco m¨¢s al sur, a 15 kil¨®metros, est¨¢ M¨¦rida, la capital. Es agosto y el concreto arde. Sobre todo al mediod¨ªa, cuando las calles se vac¨ªan esperando la lluvia, que ha refrescado las tardes de las ¨²ltimas semanas. A estas horas solo hay turistas caminando de un lado a otro en busca de un helado, una cerveza o alg¨²n restaurante con tem¨¢tica ¡°mexicana¡± que mezcle en un mismo lugar im¨¢genes de Chich¨¦n Itz¨¢, Armando Manzanero, Frida Kahlo y Coco, la pel¨ªcula. La ciudad es un centro de distribuci¨®n tur¨ªstica para ir a las playas, a los cenotes y a las zonas arqueol¨®gicas. La industria inmobiliaria conoce muy bien el potencial de M¨¦rida, y por eso se empez¨® a popularizar la idea de una plusval¨ªa yucateca que llen¨® a la regi¨®n de cientos de construcciones pensadas para que los for¨¢neos pudiesen hacer vida y vacaci¨®n al mismo tiempo desde territorio maya.
Yucat¨¢n recibe al rededor de 3,2 millones de turistas al a?o y algunos est¨¢n decidiendo quedarse. En octubre de 2023, la Asociaci¨®n Empresarial M¨¦xico-Espa?a organiz¨® un evento en Madrid llamado ¡°Yucat¨¢n: la elecci¨®n correcta para el desarrollo inmobiliario en M¨¦xico¡±, donde los expertos explicaban, desde la embajada mexicana, que Yucat¨¢n tiene grandes intereses inmobiliarios enfocados a residencias, siendo el 64% de las transacciones inmobiliarias enfocadas en comprar casas y el 30% en comprar departamentos. La mayor¨ªa en los alrededores de su capital que, adem¨¢s de altas temperaturas, tiene una de las cifras m¨¢s bajas en inseguridad.
Pero otra historia es la de Chablekal. Este pueblo maya ahora se rodea de desarrollos inmobiliarios que parecen cercar sus fronteras. En los ¨²ltimos 10 a?os, esta plusval¨ªa en el Estado les ha reducido la posibilidad de ampliar su comunidad, una lucha que trasciende m¨¢s all¨¢ de la vida: Chablekal se ha quedado sin espacio para enterrar a sus muertos.
El Pante¨®n de Chablekal cuenta con 45 b¨®vedas en una poblaci¨®n de casi 5.000 personas. Tiene 860 metros cuadrados y desde hace una d¨¦cada, el Ayuntamiento de M¨¦rida tiene una lista de las personas enterradas para sacarlas del pante¨®n a los tres a?os. El Ayuntamiento avisa al comisario municipal y este a los familiares del difunto, que tendr¨¢n que iniciar los tr¨¢mites de exhumaci¨®n. Muchas veces, los cuerpos no est¨¢n totalmente descompuestos al cumplir tres a?os y por respeto se vuelven a enterrar. Otros deber¨¢n ser cremados, algo a lo que sus habitantes se han tenido que acostumbrar a pesar de interferir con sus costumbres. Hay un terreno justo al lado que se disputa el pueblo con el ejido, que los ejidatarios no quieren donar porque esperan recibir dinero por ¨¦l.
¡°A trav¨¦s del ejido, el pueblo de Chablekal ha perdido casi el 90% de su territorio¡±, asegura Anastasio Eu¨¢n Romero, de la organizaci¨®n Indignaci¨®n, un grupo de derechos humanos con m¨¢s de 30 a?os trabajando en la defensa de los derechos del pueblo maya en Campeche, Quintana Roo y Yucat¨¢n. ?l denuncia la p¨¦rdida del territorio por los grandes capitales inmobiliarios, pero responsabiliza al ejido por vender los terrenos para beneficiarse econ¨®micamente sin ning¨²n resultado positivo para el pueblo. ¡°Esto es una cosa que nos preocupa bastante, porque el ejido, lejos de salvaguardar el territorio, ha propiciado de alguna manera la p¨¦rdida del territorio. Es el ejido el que muchas veces ofrece esas tierras y las industrias inmobiliarias aprovechan esos momentos. Aprovechan tambi¨¦n la situaci¨®n de algunos campesinos que ya son grandes ejidatarios (porque en Chablekal ya no hay campesinos desde hace mucho tiempo) y bajo el argumento de que las tierras est¨¢n ociosas, que nadie las trabaja, las venden. Ahora los que deciden sobre este territorio son 300 ejidatarios en un pueblo de casi 5.000 habitantes¡±, dice Anastasio.
Es lunes en el centro de Chablekal y la Comisar¨ªa Ejidal est¨¢ cerrada. Justo al lado se encuentra la Comisar¨ªa Municipal y, aunque tambi¨¦n estaba cerrada (puede ser por ¡°la hora¡± del calor), su comisario Xavier Azueta Chale abre las puertas de su casa. ¡°A principios de a?o, solicitamos al ejido que la asamblea autorice ese espacio al lado del pante¨®n para que podamos usarlo¡±, dice el comisario. ¡°El Ayuntamiento pide que esa ¨¢rea sea donada a la poblaci¨®n para que ellos puedan trabajar los espacios. Una vez teniendo la superficie ya donada por el ejido de Chablekal, ellos se encargar¨ªan de acondicionar el ¨¢rea para que se hagan las fosas. En este momento estamos teniendo el problema de que te dan un periodo de tres a?os para tener a tu difunto en el pante¨®n para luego sacarlo. A veces, cuando los familiares embalsaman el cuerpo, no se descompone r¨¢pidamente. Pasan m¨¢s de tres a?os y sigue intacto el cuerpo. Por creencias religiosas, esos cuerpos se vuelven a enterrar. Esto est¨¢ afectando a la poblaci¨®n, porque hemos tenido casos en donde los pobladores han ido a enterrar a sus difuntos en otros pueblos por la falta de espacio¡±.
Todos parecen estar de acuerdo en que el terreno al lado del pante¨®n deber¨ªa ser donado para la ampliaci¨®n del cementerio. El Ayuntamiento de M¨¦rida, encargado del pante¨®n de Chablekal, parece estar de manos atadas esperando a la donaci¨®n del espacio. ¡°En Chablekal, el municipio no cuenta con terreno para ampliar el cementerio. Sin embargo, existe un terreno pegado al mismo, solo que es del ejido y necesitar¨ªan realizar una donaci¨®n al municipio para poder realizar los tr¨¢mites y ampliar el cementerio¡±, dice Wenceslao Ord¨®?ez, jefe de la subdivisi¨®n de Panteones Municipales del Ayuntamiento de M¨¦rida. ¡°A las comisar¨ªas se les entrega un listado de los difuntos inhumados en los panteones para que los comisarios ubiquen a sus familiares y les avise de la exhumaci¨®n. Se espera por tres a?os para exhumar y depositar otro cuerpo¡±, asegura el jefe de panteones desde Xocl¨¢n, el cementerio principal de M¨¦rida que controla otros panteones del municipio.
Parece estar en cancha de los ejidatarios. La reforma agraria de L¨¢zaro C¨¢rdenas en 1937 distribuy¨® tierras en todo el pa¨ªs. En Yucat¨¢n, casi 23.000 ejidatarios recibieron cerca de 360.000 hect¨¢reas. Chablekal tiene 300 ejidatarios y vale la pena hacer de nuevo el conteo: 45 b¨®vedas en un pueblo de casi 5.000 habitantes.
V¨ªctor Caich, comisario ejidal del pueblo, atiende una llamada y confirma que el a?o pasado recibi¨® un oficio con la solicitud de donaci¨®n del terreno por parte de su vecino, el comisario municipal Xavier Azueta Chale. Tambi¨¦n parece estar atado de manos. Dice que ¨¦l como comisario no puede decidir una donaci¨®n, pues tiene que hacerse una asamblea en la que los ejidatarios lo acuerden. ¡°Yo como comisario, s¨ª pienso que estar¨ªa bien darlo para que se ampl¨ªe (el cementerio), pero realmente eso tiene que decidirse en una asamblea. Yo no puedo decidirlo¡±, asegura. ¡°Yo puse el tema en una asamblea que hice, pero realmente no me lo autorizaron. Quieren dinero. Quieren venderlo¡±. Cuenta adem¨¢s que ya hab¨ªan discutido el tema hace cinco a?os, y los ejidatarios, aunque negados, condicionaron asegurarles un espacio a los 300 ejidatarios del pueblo. El terreno en disputa es casi del mismo tama?o del pante¨®n de 45 b¨®vedas. No hay terreno para tanta gente.
El comisario V¨ªctor Caich est¨¢ consiente del conflicto que afecta a ejidatarios y no ejidatarios. Sabe que es apuntado por personas del pueblo, pero es fiel al argumento de que es necesario un consenso entre ejidatarios, pobladores y autoridades. ¡±Debe seguir toc¨¢ndose el tema. Yo quiero que se haga una asamblea con autoridades del municipio que explique c¨®mo est¨¢ todo. Hay gente que piensa que nosotros intercambiamos f¨¢cilmente terrenos por dinero, por eso es necesario que se planee una asamblea general con autoridades para explicar la situaci¨®n¡±.
La organizaci¨®n Indignaci¨®n ha publicado informes sobre las afectaciones del Tren Maya, la contaminaci¨®n de los cenotes, los desplazamientos forzados y derechos forzados. El tesoro maya pareciera estar en peligro ante tantos cambios. ¡°Es un poco complicado y a veces es inc¨®modo¡±, dice Andr¨¦s Chim, otro de los miembros de Indignaci¨®n sobre la lucha de los pueblos mayas. Est¨¢ consciente de que no solo son los desarrollos inmobiliarios. ¡°Los pueblos tienen una costumbre. El problema es la imposici¨®n, es lo que ha lastimado mucho a los pueblos. Conforme van llegando, van imponiendo sus reglas. Haciendo reglamentos en los municipios, o dando permisos con el presidente municipal, sin preguntarle a los pueblos si en verdad est¨¢n de acuerdo, o en desacuerdo de que se ponga una granja, de que pasa una carretera¡±.
Por fin empezaron a caer unas gotas pausadas que refrescan el pante¨®n de Chablekal. Nadie ha visitado el cementerio este lunes de cielo gris y en el aire se queda la pregunta de cu¨¢ntas personas podr¨¢n permanecer, despu¨¦s de muertas, en la comunidad donde hicieron vida.
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