Cristina Rivera Garza: ¡°No creo en la capacidad terap¨¦utica de la literatura¡±
La escritora mexicana celebra los 25 a?os de su novela ¡®Nadie me ver¨¢ llorar¡¯ con una edici¨®n especial de una obra que es considerada un cl¨¢sico de la literatura hispanoamericana y conversa sobre su producci¨®n creativa y la llegada a los 60 a?os: ¡°Estoy en proceso de dar el viejazo¡±, bromea
La escritora Cristina Rivera Garza tiene estos d¨ªas dos importantes motivos de festejo. La narradora celebra los 25 a?os de su novela Nadie me ver¨¢ llorar, considerada un cl¨¢sico de la literatura hispanoamericana contempor¨¢nea, y el 1 de octubre llega a los 60 a?os. La celebraci¨®n de la novela la hace con la publicaci¨®n de una edici¨®n especial bajo el sello Random House, que incluye un ensayo in¨¦dito y la transcripci¨®n de las cartas originales de Modesta Burgos, el personaje central de la obra, hecha a mano por la propia autora. Un trabajo delicado de horas que le dej¨® molidos los hombros, pero que muestra el compromiso de la escritora con la b¨²squeda de historias de gran sensibilidad, que la han convertido en una de las grandes narradoras mexicanas.
Rivera Garza se muestra entusiasmada por esa edici¨®n especial y la ha celebrado con una presentaci¨®n en la Feria del Libro de Monterrey, donde es una de las voces m¨¢s destacadas entre los centenares de escritores que se re¨²nen en esa ciudad industrial del norte de M¨¦xico. La obra narra la historia de una mujer internada a la fuerza en un manicomio de Ciudad de M¨¦xico y el empe?o de un fot¨®grafo por conocer su historia. Ese fot¨®grafo se llama Joaqu¨ªn Buitrago y retrata a la interna, Modesta Burgos, a quien reconoce por haberla fotografiado a?os antes en un famoso burdel de la capital mexicana. Atra¨ªdo por la altivez y las ansias de libertad de Burgos, el artista se empe?a en conocer su historia y los motivos de su encierro. La obra conjuga investigaci¨®n hist¨®rica con la maestr¨ªa narrativa de Rivera Garza. El libro fue calificado en su momento por el escritor Carlos Fuentes como ¡°una de las obras de ficci¨®n m¨¢s notables de la literatura no s¨®lo mexicana, sino en castellano, de la vuelta de siglo¡±.
¡°Estoy muy emocionada¡±, ha dicho sonriente la escritora en una rueda de prensa montada por los organizadores de la FIL el domingo, que no formaba parte de los compromisos de Rivera Garza en la feria, con un peque?o grupo de periodistas invitados a ese festival literario. ¡°Aparte me caus¨® una tort¨ªcolis tremenda¡±, ha bromeado. Rivera Garza ha explicado que esta obra es una muestra de su inter¨¦s por contar lo que ha llamado ¡°experiencias perif¨¦ricas¡±, historias de hombres y mujeres pobres, personas avasalladas por quienes han ostentado el poder. ¡°Me interesa contar c¨®mo se ve el mundo desde la perspectiva de los cuerpos que no son los cuerpos dominantes ni los cuerpos del poder. Esa ha sido una l¨ªnea que en mis trabajos de ficci¨®n y de no ficci¨®n est¨¢ muy presente. Me parece que poner ese ¨¦nfasis en estas visiones llamadas perif¨¦ricas, no minoritarias sino minorizadas, el traerlas al centro de la discusi¨®n es un proceso de resistencia, cr¨ªtico de c¨®mo se organiza el mundo con todas sus m¨²ltiples jerarqu¨ªas y de tanta crueldad¡±, ha comentado la escritora.
Rivera Garza se entreg¨® a la labor de la novela con esmero, rastreando en los archivos mexicanos la historia de Modesta Burgos, cuyo nombre real no pudo usar en la primera edici¨®n del libro, publicada en 1999, porque el protocolo del archivo exig¨ªa proteger las identidades de los internos en los manicomios. La legislaci¨®n cambi¨® y en esta nueva edici¨®n de la novela la escritora rescata tambi¨¦n el nombre de su personaje. El libro, de edici¨®n limitada, lleva inserto un facs¨ªmil con un ensayo de la narradora y las cartas que Burgos enviaba a familiares y amigos, que Rivera Garza transcribi¨® a mano usando el mismo tipo de papel cebolla de las originales. Es un trabajo delicado que tambi¨¦n es una muestra de la pasi¨®n de la narradora por la historia. ¡°Siempre ha sido importante para m¨ª tener acceso a los materiales de archivo, sobre todo porque si sabemos buscar en los archivos, encontramos historias que han sido o borradas o no consideradas en su debida profundidad¡±, ha explicado Rivera Garza.
Al preguntarle si ese ¡°proceso de resistencia al que hace referencia implica un compromiso pol¨ªtico, la narradora matiza su respuesta. ¡°Estamos comprometidos desde que estamos utilizando el lenguaje que no nos es propio, un lenguaje que producen comunidades enteras de hablantes y que nos llega con conflicto y con la historia, entonces quieras o no la herramienta misma es una conexi¨®n ineludible con el mundo y con las comunidades de ese mundo en el cual vivimos. Si lo que quieres decir es que si se trata de un compromiso ideol¨®gico, tendr¨ªa un poco m¨¢s de suspicacia, porque no me veo a m¨ª misma escribiendo panfletos o un tipo de escritura m¨¢s persuasiva y m¨¢s denotativa, que tiene su momento y su lugar y es respetable¡±, ha explicado Rivera Garza.
La escritora mexicana nacida en Matamoros, en el estado norte?o de Tamaulipas, ha ganado el premio Pulitzer por Liliana¡¯s Invincible Summer (El invencible verano de Liliana), el libro en el que relata el feminicidio de su hermana ocurrido en julio de 1990, probablemente a manos de su exnovio. La obra ha sido vista tambi¨¦n como una cr¨ªtica de la narradora al sistema de impunidad que impera en M¨¦xico, un pa¨ªs donde asesinan a 11 mujeres al d¨ªa y los cr¨ªmenes no son esclarecidos por las autoridades, como ha ocurrido con Liliana.
Rivera Garza acota, sin embargo, que ella no ve la literatura como un medio para sanar las heridas, aunque al recibir el Pulitzer dijo a este diario que esperaba que las familias que han perdido mujeres debido a la violencia de g¨¦nero se sintieran ¡°abrazadas¡± por ese reconocimiento. ¡°No creo en la capacidad terap¨¦utica de la literatura¡±, ha afirmado. ¡°Me han hablado mucho de de si El invencible verano de Liliana me ha sanado y lo que ¨²ltimamente digo es que el libro es a lo mejor el resultado y la no la causa, porque al escribirlo ya hab¨ªa pasado por todo un proceso¡±, ha explicado, aunque matiza que ¡°el libro transform¨® mi duelo y el de mi familia de un proceso aislado, lleno de culpa, a una pr¨¢ctica mucho m¨¢s amplia, con un abrazo debido la generosidad de los lectores¡±.
Generosidad que ha quedado demostrada en el entusiasmo que los asistentes a la FIL de Monterrey han demostrado por una autora de culto, cuyos libros siguen cosechando ¨¦xitos y ventas. Un ¨¦xito que Rivera Garza ha celebrado con la presentaci¨®n de la hermosa edici¨®n conmemorativa de Nadie me ver¨¢ llorar y que continuar¨¢ con la de su cumplea?os el 1 de octubre, cuando cumple 60 a?os. ¡°Estoy en proceso de dar el viejazo¡±, ha bromeado. Es el mismo d¨ªa cuando una mujer tomar¨¢ por primera vez posesi¨®n de la Presidencia en M¨¦xico, a lo que se ha referido la autora. ¡°Mi mam¨¢ naci¨® en 1943 y ella como mujer no ten¨ªa derecho a votar en las elecciones federales. El voto a las mujeres se garantiz¨® en 1952, por lo que ella vivi¨® 10 a?os de su vida en un pa¨ªs donde no pod¨ªan las mujeres ejercer ese derecho y por lo tanto su ciudadan¨ªa era bastante limitada. Que unos 80 a?os despu¨¦s hayamos elegido en M¨¦xico a una mujer con un voto tan apabullante y tan definitorio me parece un logro incre¨ªble¡±, ha comentado. ¡°Creo que esta mujer presidenta que vamos a tener la pusieron las feministas y el movimiento feminista en M¨¦xico, que ha sido definitorio, que ha sido el comp¨¢s moral, la verdadera oposici¨®n en muchos sentidos en los ¨²ltimos 10 o 20 a?os¡±, ha aclarado la autora mexicana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.