El pionero de la hamburguesa en Ciudad de M¨¦xico echa el cierre: ¡°Primero ¨ªbamos a Mr. Kelly¡¯s, luego a cualquier lado¡±
El restaurante lleg¨® a la capital en 1972 y fue esencial para impulsar el platillo estadounidense en la ciudad
Mr. Kelly¡¯s, pionero en la venta de hamburguesas en M¨¦xico, es uno de los restaurantes cl¨¢sicos de Ciudad de M¨¦xico. Con m¨¢s de medio siglo de historia cerca de la colonia Condesa, una de las zonas m¨¢s emblem¨¢ticas de la capital, ha sido un punto de encuentro para distintas generaciones. Sin embargo, el pr¨®ximo 24 de noviembre cerrar¨¢ sus puertas y pondr¨¢ fin a 52 a?os de tradici¨®n con una oferta de cl¨¢sicos de la gastronom¨ªa estadounidense.
Oscar Levin, de 67 a?os, residente de la zona, recuerda sus primeras visitas a Mr. Kelly¡¯s cuando ten¨ªa 14 a?os. Con la mirada vidriosa, recorre el lugar como quien sabe que no volver¨¢. ¡°Est¨¢bamos chamacos y solteros¡±, dice al recordar que fue all¨ª donde tuvo sus primeras citas y donde pas¨® muchas tardes con su primera novia hace casi 50 a?os.
Antes del restaurante hab¨ªa pocos lugares que dieran importancia a la hamburguesa en M¨¦xico. Seg¨²n El Universal, en 1933 el restaurante Chanteclair ofrec¨ªa beefsteak a la hamburguesa en su men¨², que era una de las opciones m¨¢s econ¨®micas. La popularidad de la hamburguesa en Estados Unidos, impulsada por inmigrantes alemanes que trajeron el Hamburg steak, se traslad¨® paulatinamente a M¨¦xico, donde se adapt¨® al paladar y las costumbres locales. Mr. Kelly¡¯s form¨® parte de esa ola de establecimientos que introdujeron y popularizaron este platillo en el pa¨ªs, junto con otros pioneros como Burger Boy.
Imelda Andrade lleva 30 a?os trabajando en el restaurante y cuenta que Mr. Kelly¡¯s realmente naci¨® en Acapulco, pero lleg¨® a Ciudad de M¨¦xico el 27 de diciembre de 1972. Durante la d¨¦cada de los 70 creci¨® hasta tener tres sucursales: una en Avenida Universidad, otra en la calle Tecamachalco, y la de Avenida Insurgentes Sur, en la colonia Hip¨®dromo. Tambi¨¦n recuerda que por alg¨²n tiempo hubo una en Polanco, pero fue la que dur¨® menos tiempo. Hoy solo queda la de Insurgentes, que conserva la est¨¦tica de la ¨¦poca en que naci¨®, con mosaicos y paredes verdes, amplios gabinetes con sillones rojos y amarillos, as¨ª como espejos que lo hacen ver m¨¢s grande de lo que en realidad es.
El establecimiento abri¨® 14 a?os antes de que el gigante McDonald¡¯s llegara al pa¨ªs. Su ¨²nica competencia era Burger Boy, a unas cuantas calles de distancia. A pesar de la competencia creciente, el restaurante fue resiliente al paso del tiempo y a¨²n mantiene una clientela fiel que valora su oferta gastron¨®mica, el ambiente nost¨¢lgico de sus instalaciones y los recuerdos que han vivido all¨ª.
Marcelino Malena, de 50 a?os, frecuenta Mr. Kelly¡¯s desde hace 40 a?os y sigue pidiendo lo mismo: un combo de dos hamburguesas con queso, papas y refresco, aunque ¨¦l agrega guacamole para darle m¨¢s sabor. Malena pas¨® de ser un ni?o que com¨ªa en el restaurante a convertirse en amigo de los due?os, por lo que sabe que el sabor especial de la carne radica en que ¡°muelen todo junto¡±, lo que le da un gusto diferente al de la competencia.
El men¨² de Mr. Kelly¡¯s es una combinaci¨®n de cl¨¢sicos que cambi¨® muy poco con el paso del tiempo. Hoy todav¨ªa ofrece hamburguesas sencillas o con tocino, roast beef, hot dogs, filetes de pescado empanizado, ensaladas, tacos, nuggets y s¨¢ndwiches. Muchos clientes dicen que el panqu¨¦ marmoleado es uno de los platillos m¨¢s importantes del lugar.
El anuncio del cierre de Mr. Kelly¡¯s se hizo a trav¨¦s de una manta en la fachada del restaurante con el mensaje: ¡°Nos vamos, ?gracias!¡±. El 15 de octubre, el restaurante comparti¨® un comunicado en sus redes sociales en el que agradeci¨® a la clientela por permitirles ser parte de sus vidas durante m¨¢s de 50 a?os. ¡°Ha sido un honor celebrar con ustedes primeras citas, aniversarios, cumplea?os, graduaciones y muchos otros momentos inolvidables. Hoy cerramos este cap¨ªtulo y queremos expresar nuestra profunda gratitud por su confianza y preferencia¡±, se lee.
Sobre el cierre, Imelda Andrade dice que no sabe la raz¨®n y no le gusta especular, respuesta que repite a los asiduos comensales que durante estos d¨ªas visitan el lugar con mayor frecuencia. ¡°Es una pena, de verdad es una tristeza¡±, comenta Marcelino, quien espera que la novia de su hijo pueda conocer el lugar que significa tanto para su familia antes de que cierre, y que ha sido una parada obligada en los cumplea?os familiares. ¡°Primero ¨ªbamos a Mr. Kelly¡¯s, luego a cualquier lado¡±, dice con tristeza.
El establecimiento se encuentra en una de las zonas m¨¢s costosas de Ciudad de M¨¦xico y la gentrificaci¨®n ha acelerado su transformaci¨®n. Con su est¨¦tica y precios competitivos, Mr. Kelly¡¯s funge como un ancla en el tiempo, un lugar donde es posible visitar un M¨¦xico cada vez m¨¢s distante, que muchos utilizan para rememorar los cambios en la ciudad y en sus propias vidas. Su cierre marca el fin de una era para los habitantes de la capital que ve¨ªan en este restaurante un sitio de encuentros, celebraciones y recuerdos compartidos. El n¨²mero 337 de la Avenida Insurgentes Sur permanecer¨¢ abierto para las despedidas, las ¨²ltimas risas entre amigos, familias y generaciones enteras que crecieron con el restaurante, hasta que las luces se apaguen por ¨²ltima vez el 24 de noviembre.