La Fiscal¨ªa echa m¨¢s gasolina al incendio de Sinaloa: traici¨®n, negociaciones secretas y una guerra abierta

A casi tres meses de su captura, la inesperada ca¨ªda de Ismael El Mayo Zambada, cofundador y l¨ªder hist¨®rico del Cartel de Sinaloa, sigue plagada de inc¨®gnitas. En apenas 24 horas, nuevas piezas se han a?adido al relato colectivo sobre la detenci¨®n, aunque la posibilidad de una versi¨®n oficial sigue siendo lejana, en medio de una guerra medi¨¢tica por controlar la narrativa del caso y una batalla en el terreno por el control del Cartel de Sinaloa. Despu¨¦s de un silencio que se extendi¨® durante semanas, la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR) corrobor¨® una vez m¨¢s la teor¨ªa que el propio Zambada hizo p¨²blica en agosto pasado sobre su secuestro a manos de Los Chapitos y su posterior entrega en Estados Unidos, al denunciar un montaje en las investigaciones del asesinato del pol¨ªtico H¨¦ctor Cu¨¦n, citado a una reuni¨®n con El Mayo el mismo d¨ªa del arresto. En medio de un mar de especulaciones y contradicciones, se dio a conocer este lunes que los hermanos Ovidio y Joaqu¨ªn Guzm¨¢n L¨®pez s¨ª analizan la posibilidad de llegar a un acuerdo de culpabilidad en el sistema estadounidense. La trama se agudiza.

Como lo hizo desde que tom¨® el caso a mediados de agosto, la FGR volvi¨® a dejar claro que la carta de Zambada es su principal hip¨®tesis sobre lo sucedido en territorio mexicano en las horas previas a la captura. El Mayo asegur¨® que fue traicionado luego de ser citado por Joaqu¨ªn Guzm¨¢n, su ahijado, a una reuni¨®n con el gobernador de Sinaloa, Rub¨¦n Rocha, y Cu¨¦n, un influyente pol¨ªtico local. Las autoridades mexicanas se?alaron en un comunicado este fin de semana que han encontrado rastros de sangre que colocan a Cu¨¦n en la escena del crimen y que apuntan a que fue asesinado en la finca donde supuestamente iba a celebrarse el encuentro. Son las evidencias materiales m¨¢s contundentes que se han revelado en respaldo a la versi¨®n del capo.

Antes, la Fiscal¨ªa ya hab¨ªa se?alado a Guzm¨¢n L¨®pez como el principal sospechoso del secuestro. Vincul¨® tambi¨¦n a Ovidio Guzm¨¢n como uno de los posibles autores intelectuales del plan para entregar a El Mayo. Dio por cierto el recuento sobre su traslado en una camioneta rumbo a una pista de terracer¨ªa, de la que sali¨® la avioneta que aterriz¨® en el aeropuerto rural de Do?a Ana, en Nuevo M¨¦xico, para concretar la captura sin que se disparara una sola bala. Adem¨¢s, el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y de su sucesora, Claudia Sheinbaum, desvelaron que las autoridades estadounidenses llevaron a cabo durante a?os negociaciones secretas con Los Chapitos para una posible rendici¨®n.

El principal punto ciego sigue siendo la participaci¨®n de Rocha. El gobernador ha insistido en que no estaba en Sinaloa el d¨ªa del arresto de El Mayo y el asesinato de Cu¨¦n, su principal adversario pol¨ªtico, y ha negado cualquier v¨ªnculo con el crimen organizado. ¡°Probablemente¡±, contest¨® el mandatario a la pregunta de si los ¨²ltimos hallazgos de la FGR daban mayor credibilidad a la versi¨®n de Zambada, aunque afirm¨® que ¡°es un mito¡± e insinu¨® que su supuesta presencia pudo haber sido un se?uelo para que acudiera a la cita. ¡°Nadie est¨¢ excluido de ser investigado¡±, se?al¨®, despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa estatal, nombrada durante su Gobierno, fuera puesta en evidencia por las autoridades federales por errores graves en las indagatorias y por divulgar un video falso sobre la muerte de Cu¨¦n.

Casi al mismo tiempo que la conferencia de prensa de Rocha, Ovidio Guzm¨¢n comparec¨ªa por primera vez desde la captura de Zambada en Chicago y despu¨¦s de que las propias autoridades mexicanas pusieran en duda si segu¨ªa bajo custodia de Estados Unidos. Guzm¨¢n fue trasladado por cuestiones de seguridad y de log¨ªstica, pero siempre se mantuvo bajo resguardo de las autoridades, seg¨²n su abogado, al igual que su hermano. El Rat¨®n, como se le conoce, apareci¨® esposado de los tobillos, con la barba crecida y el uniforme de la c¨¢rcel, de acuerdo con los reporteros que estuvieron en la sala. Por primera vez, la defensa reconoci¨® que ambos hermanos analizan la posibilidad de firmar un acuerdo de culpabilidad. Durante semanas ha ganado fuerza la versi¨®n de una negociaci¨®n para que los hijos de El Chapo cooperen con la justicia estadounidense. No ha habido ning¨²n posicionamiento oficial en ese sentido. Sigue siendo s¨®lo una posibilidad.

Una vez m¨¢s, los caminos de El Mayo y Los Chapitos se vuelven a cruzar en las cortes estadounidenses. Zambada se vio las caras por primera vez el pasado viernes con el juez Brian Cogan, el mismo que conden¨® a El Chapo a cadena perpetua en 2019. Su pr¨®xima audiencia est¨¢ prevista para el 15 de enero en Nueva York. Ovidio Guzm¨¢n reapareci¨® el lunes en Chicago y la jueza orden¨® que tenga una audiencia conjunta con su hermano el pr¨®ximo 7 de enero, una semana antes que el antiguo socio de su padre. Si uno de los dos Chapitos no se presenta a la vista, ser¨ªa porque lleg¨® a un acuerdo para declararse culpable. En este punto, sin sentencia y sin informaci¨®n p¨²blica sobre las supuestas negociaciones, no se puede afirmar con contundencia a cambio de qu¨¦ se dar¨ªa el acuerdo. Falta mucho por escribirse. M¨¢s all¨¢ de las delaciones que puedan producirse, la principal inc¨®gnita que planea sobre las cortes de Chicago y Brooklyn es si los capos ir¨¢n a juicio o si evitar¨¢n sentarse en el banquillo de los acusados.

Del otro lado de la frontera, lo que queda claro es que el precio m¨¢s alto de la ofensiva judicial de Estados Unidos contra los narcos mexicanos se paga en M¨¦xico. Sinaloa, basti¨®n hist¨®rico del cartel, ha estado bajo el fuego cruzado durante 42 d¨ªas consecutivos y el conflicto por el control de la organizaci¨®n criminal ha dejado decenas de asesinatos, secuestrados y detenidos. El Mayo, Ovidio y Joaqu¨ªn Guzm¨¢n navegan por separado para salir lo mejor librados posibles del sistema judicial de Estados Unidos. En paralelo, sus hombres se embarcan en una guerra total. Washington ha dejado de pronunciarse sobre la captura que cambi¨® el destino de tres millones de sinaloenses desde el pasado 25 de julio. M¨¦xico a¨²n exige respuestas y culpa a su vecino de la zozobra en el noroeste de su territorio. La batalla por la supervivencia dentro del Cartel de Sinaloa se libra en ambas orillas del r¨ªo Bravo.