Alberto Barrera, creador de ¡®El secreto del r¨ªo¡¯: ¡°Quisimos tocar el tema de las muxes sin clich¨¦s¡±
La serie mexicana, que lleva varias semanas en lo m¨¢s visto de Netflix en todo el mundo, retrata de forma sutil, pero poderosa, la realidad del tercer g¨¦nero en la cultura zapoteca, en Oaxaca
Cuando los directivos de Netflix le pidieron a Alberto Barrera (Caracas, 1960) que creara una historia sobre Muxes, sinti¨® que era una oportunidad y un reto para mostrar al llamado tercer g¨¦nero en la cultura zapoteca sin romantizarlo y tocar, sobre todo, las historias m¨¢s duras y poderosas que atraviesan la identidad de una persona desde la infancia. ¡°Quer¨ªamos desde el principio hacer una historia que saliera del nicho LGTBIQ y que pudiera tocar el tema de las muxes con seriedad, sin caer en los clich¨¦s ni en las historias f¨¢ciles y sin romanizar, sin hacer del Istmo de Tehuantepec un para¨ªso queer¡±, dice.
Era un reto porque, acepta, hab¨ªa qu¨¦ despojarse de todo tipo de prejuicios y preconcepciones no solo sobre las muxes ¡ªpersonas que nacieron varones, pero no se identifican con esa categor¨ªa, as¨ª que adoptan roles de mujer sin estar en competencia con otras mujeres¡ª sino tambi¨¦n sobre la violencia hom¨®foba, sobre la amistad, e incluso sobre la cultura de un Estado como Oaxaca. Y lo lograron. La serie El secreto del r¨ªo ha ocupado los primeros lugares de audiencia en la plataforma en todo el mundo y se perfila para convertirse en una de las producciones mexicanas m¨¢s exitosas del a?o.
Es una gran historia sobre la infancia, asegura Barrera sobre la serie El secreto del r¨ªo. En ocho cap¨ªtulos, Manuel y Erik, dos peque?os que se convierten en amigos en un poblado del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, construyen un v¨ªnculo poderoso pese a las dificultades que se encuentran alrededor. Uno de ellos, lejos de su madre y de los suyos, comienza a descubrir la incomodidad de encontrarse en un cuerpo al que no reconoce como propio y es en las muxes en las que, por primera vez, descubre un refugio y una posibilidad de reflejo.
Esta serie, en la que es latente la presencia del director mexicano Ernesto Contreras (detr¨¢s de pel¨ªculas como Sue?o en otro idioma, El ¨²ltimo vag¨®n o P¨¢rpados azules) cuenta algunas de las historias que m¨¢s se repiten en la cultura mexicana, con la dureza y con la sencillez que pocas producciones logran a la hora de retratar los claroscuros de la naturaleza humana. Im¨¢genes tan duras como la de Solange, una muxe matriarca, que deslumbra por su autoridad y empat¨ªa mientras camina por el pueblo, confront¨¢ndose con los machos del barrio (interpretada por La Bruja de Texcoco); hasta la frase de un padre que bien podr¨ªa ser el eco de tantos otros hombres sentenci¨¢ndoles a sus hijos varones: ¡°prefiero un hijo muerto, a un hijo homosexual¡±.
Todo, contado desde la compleja y luminosa visi¨®n de dos ni?os, en un rinc¨®n del sur de M¨¦xico. Con sus colores y paisajes hipnotizantes, a ratos hablado en zapoteco, y con la batalla constante de las personas por defender su identidad y de las muchas violencias que suelen atravesarla. ¡°Netflix est¨¢ todav¨ªa en la l¨ªnea de indagar y presentar varios M¨¦xicos, y versiones distintas del pa¨ªs¡±, cuenta Barrera, quien habla de un trabajo intenso de dos a?os en los que, adem¨¢s de la investigaci¨®n acad¨¦mica, trabaj¨® de cerca con miembros de la comunidad de Tehuantepec y con muxes (Alex Orozco y Amurabi M¨¦ndez) a quienes iba presentando sus ideas para crear personajes lo m¨¢s cercanos a la realidad.
¡°Yo les preguntaba sobre c¨®mo hab¨ªa sido su infancia, o comenc¨¦ a escucharlas cuando me contaban cosas sobre sus vidas. Empec¨¦ a entender, a tratar de entender, un poco esta cosa tan compleja, que es la muxer¨ªa, donde adem¨¢s hay muchas versiones, pero que a m¨ª me parece muy interesante. Porque es inc¨®modo lo muxe para cualquier categorizaci¨®n¡±, cuenta. Barrera recuerda, por ejemplo, cuando una de sus colaboradoras le cont¨® la reacci¨®n de su padre el d¨ªa en que la descubrieron con una de las u?as de la mano pintada, y la violencia ante las reacciones de sus propios seres queridos.
Para Barrera ¡ªescritor, narrador y poeta, pero tambi¨¦n creador de otras producciones televisivas en Argentina, Colombia, M¨¦xico y Venezuela¡ª El secreto del r¨ªo cuenta de una forma distinta, un M¨¦xico que tiene que ser contado desde otras varias perspectivas y con el cuidado y el respeto que merece. Asegura que el elenco ha resultado de una especie de ¡°anticasting¡± de lo que suelen hacer las producciones mexicanas que intentan recrear entornos ind¨ªgenas o locales que integran a personas con tonos de piel, acentos o particularidades ajenas a los relatos que encarnan: ¡°Hay un M¨¦xico real que no aparece normalmente en nuestras pantallas. Me gustar¨ªa pensar que la serie abre una posibilidad y un camino de decir: oye, hay otras formas de contar, hay otras historias por contar. Porque si uno lo apunta y lo dice frente a cualquier ejecutivo, y le dice: vamos a echar un cuento en la provincia con tem¨¢tica ind¨ªgena, sin muchos actores conocidos ni estrellas, te dir¨¢n que eso no pega con el ABC del supuesto ¨¦xito para una serie¡±.
La serie, que se ha estrenado el pasado 9 de octubre en la plataforma, est¨¢ entre las producciones m¨¢s vistas no solo en M¨¦xico, sino en Centroam¨¦rica, Estados Unidos y Europa. En una parte de la historia, la actriz protagonista sostiene un di¨¢logo con una activista oaxaque?a sobre los cr¨ªmenes de odio y la trata de personas en el Istmo de Tehuantepec en los que las muxes suelen ser captadas como v¨ªctimas. Adem¨¢s de retratar el terror que puede ser tener una infancia trans en entornos violentos y machistas como este, y pese a la ¡°aceptaci¨®n¡± de un tercer g¨¦nero, como hace la tradici¨®n zapoteca, la serie es un retrato conmovedor de lo complejo que es crecer en un pa¨ªs donde la violencia acapara todo, incluso las identidades sexuales y culturales.
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