Las mil pol¨¦micas de Rosario Piedra marcan su b¨²squeda por la reelecci¨®n en la CNDH
El Senado elige esta semana a la titular del organismo para los pr¨®ximos cinco a?os. La disputa se prev¨¦ entre la actual dirigente y Nashieli Ram¨ªrez
El Senado elige esta semana a la titular de la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para los pr¨®ximos cinco a?os. Lo har¨¢ en medio de una enorme pol¨¦mica suscitada en las ¨²ltimas semanas, a partir del anuncio de Rosario Piedra Ibarra de que buscar¨ªa su reelecci¨®n. Rechazada por gran parte del universo de defensores de derechos humanos, la actual titular entr¨® en la terna, que ser¨¢ sometida a voto, por motivos pol¨ªticos, seg¨²n admiti¨® el senador Javier Corral, a pesar de que hab¨ªa recibido una de las peores evaluaciones. La C¨¢mara alta prev¨¦ una disputa entre ella y la dirigente de la Comisi¨®n de Derechos Humanos de Ciudad de M¨¦xico, Nashieli Ram¨ªrez. Las acusaciones internas y externas de corrupci¨®n, falsificaci¨®n de documentos, parcialidad y mal desempe?o no han sido suficientes, al menos de momento, para que un importante bloque de Morena, el partido con mayor¨ªa legislativa, desista de apoyar a Piedra Ibarra.
El rechazo a un segundo mandato de Piedra Ibarra se hizo contundente la semana pasada, despu¨¦s de que los senadores de las comisiones de Justicia y Derechos Humanos la incluyeran en la terna pese a quedar ¨²ltima en una evaluaci¨®n de 12 aspirantes preseleccionados, en la que se midi¨®, entre otras cosas, la autonom¨ªa y el conocimiento en la materia. Una decena de organismos de derechos humanos, que hab¨ªan solicitado al inicio del proceso de selecci¨®n que se eligiera a alguien m¨¢s independiente y parcial, salieron nuevamente en bloque la semana pasada a reprobar la decisi¨®n del partido guinda y sus aliados. La terna aprobada, que ser¨¢ sometida a voto, se completa con la abogada y activista Paulina Hern¨¢ndez.
Para los m¨¢s cr¨ªticos, los temores que surgieron en 2019, cuando se eligi¨® a Piedra Ibarra como presidenta de la CNDH, se cumplieron. Tem¨ªan que beneficiara al Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, y acusan que lo hizo. Tem¨ªan que fuera omisa a las violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas, y aseguran que lo fue. Un grupo de organizaciones de derechos humanos analiz¨®, para poder hablar con datos en mano, la gesti¨®n de la comisi¨®n en los ¨²ltimos cinco a?os. El reporte apunta que, de 164 recomendaciones emitidas, 110 pertenec¨ªan a acciones cometidas en Administraciones anteriores. Las que fueron hechas a los antiguos Gobiernos estaban relacionadas principalmente con seguridad y justicia, mientras que las 54 sobre el periodo de L¨®pez Obrador estaban centradas en la falta de acceso a la salud y acceso a la informaci¨®n.
Las omisiones m¨¢s preocupantes que notaron fueron la falta de defensa de activistas y periodistas, gremios que viven bajo asedio en M¨¦xico; la inexistencia de una iniciativa frente a la crisis de desapariciones que vive el pa¨ªs, que ha superado las 116.000 personas; o el silencio frente a la ley de la Guardia Nacional, que dejaba el cuerpo de seguridad en manos del Ej¨¦rcito en un contexto de militarizaci¨®n de la seguridad p¨²blica.
Las voces contra la reelecci¨®n de Piedra Ibarra son diversas y numerosas. Una de las que m¨¢s sorprendi¨® fue la del Comit¨¦ Eureka, la organizaci¨®n de familiares de desaparecidos fundada en los setenta por Rosario Ibarra de Piedra, la madre de la actual titular. ¡°Nos parece inaceptable que, por intereses ajenos al proceso, sea impuesta en la terna la persona que demostr¨® a lo largo de cinco a?os su incapacidad para dirigir la CNDH con independencia del Estado, perpetrador de graves violaciones a los derechos humanos¡±, apunt¨® una parte de la asociaci¨®n en un comunicado. La otra rama apoy¨® la reelecci¨®n.
Los esc¨¢ndalos no han dejado de explotarle en la cara a Piedra Ibarra. Cuando inform¨® que buscar¨ªa la reelecci¨®n, un grupo de trabajadores y extrabajadores de la Comisi¨®n critic¨® su gesti¨®n de corrupta y negligente. Luego recibi¨® una denuncia por irregularidades en los documentos presentados en su primera elecci¨®n como presidenta. Posteriormente, sus defensores publicaron algunas de las cartas de apoyo que hab¨ªa recibido en el primer proceso, entre las que hab¨ªa una misiva supuestamente firmada por el obispo Ra¨²l Vera, un reconocido activista por los derechos humanos. El religioso sali¨® a desmentirlo y pidi¨® que se investigara la usurpaci¨®n de su nombre. Piedra Ibarra se vio forzada a explicar que le hab¨ªa llegado el documento y ¡°sin malicia ni mala fe¡± lo hab¨ªa presentado al Senado creyendo que era leg¨ªtimo.
Francisco Estrada Correa, secretario ejecutivo de la CNDH y mano derecha de Piedra Ibarra, difundi¨® la tarde de este lunes un comunicado para acusar una ¡°guerra sucia¡± contra su jefa. El enviado de la comisi¨®n asumi¨® la culpa de lo sucedido con la misiva que llevaba una firma que dec¨ªa ser de Vera. La recibi¨®, seg¨²n dijo, de alguien cuya identidad se reservaba. Estrada Correa asegur¨® que la titular de la comisi¨®n es v¨ªctima de una ¡°infamia¡±, que es ¡°producto de una vergonzosa confabulaci¨®n¡± de personas que ¡°lo ¨²nico que buscan es cerrarle el paso a la transformaci¨®n de la CNDH¡±. El funcionario ha dicho adem¨¢s que ha declarado ante la Fiscal¨ªa para esclarecer el asunto de la carta con el fin de que no pueda ser utilizado por Vera ¡°ni por nadie para enrarecer el proceso¡± de elecci¨®n en el Senado.
Frente a la posibilidad de dejar a Piedra Ibarra al frente del organismo otros cinco a?os, resuena el mensaje que lanz¨® en enero de este a?o, cuando propuso disolver la CNDH. Dijo entonces que la comisi¨®n ya no respond¨ªa a las necesidades del pueblo. Muchas de sus declaraciones fueron reprobadas por asociaciones civiles e incluso por miembros del organismo, que sufri¨® dos veces la renuncia masiva del consejo consultivo en reclamo al trabajo de la titular. De poco han servido tantas alertas, un importante grupo de senadores morenistas ha adelantado ya su voto a favor de la presidenta. Aunque al tratarse de una elecci¨®n an¨®nima, otros mantienen la esperanza de que el resultado tenga un final no anunciado.
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