¡°Lo que m¨¢s ocupo son los ¡®chivitos¡±: c¨®mo Estados Unidos inunda de armas a M¨¦xico
En medio de las presiones de Trump, el Gobierno de Sheinbaum exige combatir el poder de fuego de los carteles. EL PA?S reconstruye con documentos judiciales e informes oficiales la larga cadena de tr¨¢fico, que inicia en la industria armament¨ªstica y termina en las calles del pa¨ªs latinoamericano
¡°Lo que m¨¢s ocupo son los chivitos y los cacahuates para el chivito¡±. Apenas pasa de la una de la tarde cuando se da la llamada. En un lado de la l¨ªnea est¨¢ una mujer identificada como Fernanda, que se dedica a conseguir armas para los carteles. Le acaban de pasar un nuevo contacto. Busca rifles AK-47, conocidos en M¨¦xico como cuernos de chivo, y sus cacahuates (municiones), pero quiere saber qu¨¦ m¨¢s hay en el men¨². Le interesa ver si hay ametralladoras M-240, hist¨®ricamente populares entre las fuerzas de la OTAN y el ej¨¦rcito estadounidense, pero tambi¨¦n entre los grupos criminales. Pregunta tambi¨¦n por pistolas ¡°Glock y aparatos grandes¡±, de alto calibre.
¡°Mire, se lo puedo conseguir¡±, contesta el contacto en Estados Unidos, seg¨²n documentos judiciales a los que ha tenido acceso EL PA?S. ¡°M¨¢ndeme a alguien, le puedo ense?ar el inventario que est¨¢ a la mano en ese momento, porque el rollo tambi¨¦n ser¨ªa que tengo que pagar flete, pa¡¯ que me lo traigan a¡ ?En d¨®nde lo quiere usted? ?El Paso? ?Laredo?¡±, pregunta el intermediario. Ambos lados tantean si pueden confiar en el otro, si el trato va en serio. Construir esa relaci¨®n toma tiempo, pero al final logran ponerse de acuerdo.
En un par de semanas, ella enviar¨¢ a dos personas a la frontera de Texas. El contacto y un ch¨®fer de confianza los esperar¨¢n en el estacionamiento de una tienda de conveniencia o de un restaurante de comida r¨¢pida ¡ªun sitio p¨²blico, pero donde no haya muchas miradas¡ª, revisar¨¢n que traigan la suma acordada y har¨¢n la entrega de la mercanc¨ªa de forma discreta, un par de calles m¨¢s adelante. ¡°Me siguen, vamos a la bodeguita y ah¨ª va estar todo. Solo hay que estar seguros para traer el material y la feria [el dinero]¡±, dice el hombre. ¡°Okay, ¨¢ndele pues, ojal¨¢ sigamos trabajando mucho tiempo¡±, responde Fernanda. El trato se cierra por 63.000 d¨®lares a cambio de 20 cuernos de chivo y dos rifles Barrett calibre 50, a pesar de que nunca se han visto las caras. Ella no lo sabe, pero su contacto es un agente encubierto.
Despu¨¦s de meses de tensiones, M¨¦xico vio la luz al final del t¨²nel de la guerra arancelaria anunciada por Donald Trump. Claudia Sheinbaum alcanz¨® un acuerdo para aplazar la imposici¨®n de tarifas por un mes, a cambio de desplegar 10.000 militares en la frontera. Sheinbaum sac¨® pecho al esquivar un golpe severo al comercio y plantear en la mesa de negociaciones que Washington tome acciones m¨¢s contundentes contra el tr¨¢fico ilegal de armas. ¡°Por primera vez, el Gobierno de Estados Unidos dice: ¡®Vamos a trabajar conjuntamente para evitar que las armas de alto poder entren a M¨¦xico¡±, se?al¨® el lunes.
Entre un 70% y un 90% de las armas en M¨¦xico vienen de Estados Unidos, seg¨²n las autoridades. ¡°Es un fen¨®meno de oferta y demanda¡±, explica Ieva Jusionyte, acad¨¦mica de la Universidad de Brown. ¡°En Estados Unidos hay una enorme demanda de drogas y una gran oferta de armas, y en M¨¦xico funciona al rev¨¦s¡±, se?ala la autora de Heridas de salida: c¨®mo las armas de EE UU alimentan la violencia a lo largo de la frontera.
Hay otro factor clave detr¨¢s del tr¨¢fico ilegal. En M¨¦xico solo hay una tienda que distribuye armas, a cargo del Ej¨¦rcito. En Estados Unidos, m¨¢s de 75.000. ¡°De un lado es ilegal y del otro, legal¡±, apunta Carlos P¨¦rez Ricart, del Centro de Investigaci¨®n y Docencia Econ¨®micas. ¡°En Estados Unidos es m¨¢s f¨¢cil comprar un cuerno de chivo que una botella de alcohol o unos cigarros si tienes menos de 21 a?os¡±, comenta.
Gracias a la mano invisible de los mercados il¨ªcitos, la guerra contra el narco se ha convertido en un negocio multimillonario. La industria produce el doble de armas que hace 25 a?os y ha vendido m¨¢s de 106 millones de unidades desde 2017, seg¨²n la ATF, la agencia reguladora de Estados Unidos. En tanto, entre 200.000 y 500.000 armas cruzan la frontera cada a?o de forma ilegal, de acuerdo con estimaciones oficiales.
En 2021, el Gobierno mexicano anunci¨® una demanda sin precedentes contra los gigantes de la industria armament¨ªstica, el primer eslab¨®n de la cadena de tr¨¢fico. Las autoridades reclaman pr¨¢cticas comerciales negligentes y exigen una indemnizaci¨®n cercana a los 10.000 millones de d¨®lares. El litigio est¨¢ detenido en una corte de Boston y su futuro est¨¢ en manos del Supremo estadounidense, que definir¨¢ este a?o si M¨¦xico puede superar el blindaje legal que protege a los grandes productores. Otra demanda en Arizona, presentada contra los distribuidores, avanza por un carril separado desde 2022. Glock, Beretta, Smith & Wesson y Colt est¨¢n entre las marcas m¨¢s comunes en los decomisos al sur de la frontera. Tambi¨¦n encabezan la lista de las compa?¨ªas demandadas.
¡°Aqu¨ª lo estoy esperando, me acaban de dar su n¨²mero¡±. El agente encubierto est¨¢ impaciente. Fernanda envi¨® a dos hombres a El Paso para hacer el trato, pero llevan cuatro horas de retraso. Cuando uno de ellos le dice que est¨¢n cerca, las autoridades empiezan a movilizarse. ¡°Ok, muchachos, prep¨¢rense¡±, advierte. Minutos m¨¢s tarde, se concreta la transacci¨®n y el arresto.
¡°Una vez que ya entregara el dinero, el otro iba a recoger las armas y llevarlas a M¨¦xico¡±, admite uno de los detenidos, en medio de un intenso interrogatorio. Los agentes presionan para que delate a sus socios, pero el hombre teme que maten a su familia y exige garant¨ªas antes de hablar. ¡°Si traes a mi esposa y a mi hijo para ac¨¢, te digo para d¨®nde van, de qui¨¦n son y c¨®mo se las llevan¡±, promete. Finalmente, no hay acuerdo y la conversaci¨®n se vuelve evidencia en un juicio. En septiembre pasado, el acusado fue sentenciado a 25 a?os de c¨¢rcel. Otros dos c¨®mplices se declararon culpables. Fernanda sigue pr¨®fuga.
¡°El tr¨¢fico de armas suele tener mucha m¨¢s gente involucrada que el narcotr¨¢fico¡±, se?ala Jusionyte. La modalidad m¨¢s com¨²n de tr¨¢fico inicia con una venta legal a trav¨¦s de prestanombres. ¡°Las personas que compran normalmente son ciudadanos americanos: un amigo o un conocido que compra una pistola para alguien m¨¢s a cambio de una comisi¨®n¡±, apunta la investigadora.
Muchas veces son personas de a pie, sin antecedentes penales, que no levantan sospechas. ¡°Despu¨¦s, esa gente pasa las armas a otros intermediarios, a veces transportistas, mensajeros o quienes tienen contacto directo con los carteles y corren m¨¢s riesgos¡±, agrega. ¡°Los compradores originales casi nunca tienen idea de ad¨®nde van esas armas¡±.
Otras fuentes comunes son las ferias (gun shows), donde se promocionan y venden las armas de forma abierta, sin mayores restricciones para los compradores. Se organizan alrededor de 5.000 eventos de este tipo cada a?o en Estados Unidos, 100 cada fin de semana, seg¨²n la Asociaci¨®n Nacional de Armas.
A veces, los carteles acuden a redes sociales o foros de internet, donde clientes privados revenden sus productos, venden las armas por partes (sin ensamblar) u ofrecen las llamadas ¡°armas fantasma¡±, fusiles de fabricaci¨®n casera o hechos en impresoras 3D, sin regulaci¨®n ni n¨²mero de serie para ser rastreadas. Hay tambi¨¦n armas robadas o supuestos casos de corrupci¨®n en las fuerzas del orden, aunque representan menos del 10% de los casos.
En ocasiones, no hace falta recurrir a los esquemas ilegales. Se puede ir directamente a las p¨¢ginas de los fabricantes, donde algunas compa?¨ªas han tenido campa?as publicitarias con trasfondo b¨¦lico y motivos mexicanos, parte central de la demanda de M¨¦xico. ¡°Es una cadena de negligencias, donde cada eslab¨®n decide mirar a otro lado¡±, afirma Alejandro Celorio, que encabez¨® el litigio hasta octubre pasado.
Cada miembro de la cadena obtiene ganancias distintas. Un traficante de Ohio condenado el a?o pasado vend¨ªa un rifle AR-15 o una carabina M-4 por 3.000 d¨®lares y un AK-47 por 4.500 d¨®lares. Un vendedor de Texas ofrec¨ªa ¡°armas fantasma¡± por 2.000 d¨®lares. En cambio, un contrabandista atrapado la semana pasada obten¨ªa s¨®lo 100 d¨®lares por cada fusil que cruzaba a M¨¦xico.
Casi siempre hay armas donde hay drogas. La c¨¦lula de Fernanda aprovechaba los viajes: llevaba metanfetaminas desde M¨¦xico y reinvert¨ªa las ganancias para comprar arsenales en Estados Unidos. ¡°Las armas son lo que permite a las organizaciones en M¨¦xico diversificar su portafolio criminal y no s¨®lo dedicarse al narcotr¨¢fico¡±, asegura P¨¦rez Ricart. Son tambi¨¦n un factor poderoso para explicar por qu¨¦ muchos deciden migrar. ¡°Sin armas no hay secuestro ni cobro de derecho de piso [extorsi¨®n]¡±, agrega. ¡°Sin armas no hay crimen organizado¡±.
Las armas tambi¨¦n propician que haya m¨¢s armas y de mayor calibre. ¡°La principal preocupaci¨®n del Gobierno de M¨¦xico es la espiral de violencia ascendente¡±, se?ala Celorio. ¡°Si un delincuente tiene un arma, su rival va a querer tener otra m¨¢s poderosa y las autoridades tambi¨¦n van a tener que incrementar su poder de fuego¡ es una carrera armamentista, el combustible de la maquinaria de todos los tr¨¢ficos¡±, afirma el exfuncionario.
Solo 10 condados concentran el 60% del tr¨¢fico hacia M¨¦xico. La mayor¨ªa est¨¢n en Texas y Arizona, cercanos a la frontera, pero tambi¨¦n donde las regulaciones son m¨¢s laxas. Otros est¨¢n cerca de la zona fronteriza de California, un punto de confluencia del tr¨¢fico interestatal, o en regiones del noreste de Estados Unidos, donde algunos fabricantes tienen sus sedes, explica Celorio.
Las principales rutas de tr¨¢fico est¨¢n claramente delimitadas en el ¨²ltimo informe de la ATF y hay una correlaci¨®n clara: los Estados mexicanos m¨¢s azotados por la violencia son tambi¨¦n los que recuperan m¨¢s armas traficadas desde Estados Unidos. La mayor¨ªa de esas armas fueron vendidas originalmente en territorios estadounidenses con leyes laxas para la venta de armamento.
Los corredores m¨¢s importantes son de Arizona a Sonora y de Texas a Tamaulipas, Nuevo Le¨®n, Chihuahua y Guanajuato. Baja California, Michoac¨¢n, Sinaloa y Zacatecas tambi¨¦n aparecen entre los primeros 10 lugares. Todas son, a su vez, entidades con alta presencia del Cartel de Sinaloa o el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n. Ocho de cada 10 armas aseguradas en M¨¦xico fueron en Estados donde esos carteles est¨¢n presentes, seg¨²n la ATF. Pr¨¢cticamente, todos los Estados de EE UU aparecen como puntos de origen, desde Alaska hasta Haw¨¢i.
El impacto tambi¨¦n es evidente. Siete de cada 10 v¨ªctimas de homicidio doloso en M¨¦xico fueron asesinadas el a?o pasado con armas de fuego, casi 22.000 personas, seg¨²n datos oficiales. ¡°El mayor predictor de la violencia en el pa¨ªs es si recibiste un disparo de bala, aunque no mueras¡±, afirma P¨¦rez Ricart. ¡°Ese individuo es con mucha probabilidad quien va a disparar un arma de fuego o quien va a recibir otro disparo¡±.
Al margen de las demandas en los tribunales, el tr¨¢fico de armas es un argumento recurrente de M¨¦xico hacia Estados Unidos. La crisis de los aranceles no ha sido la excepci¨®n. A pesar de que Sheinbaum dijo que Trump se mostr¨® receptivo, el tema se qued¨® fuera de los comunicados oficiales de la Casa Blanca sobre la pr¨®rroga a las tarifas. Washington se centr¨®, en cambio, en la crisis migratoria y los flujos de fentanilo, y predomina un enorme escepticismo sobre la disposici¨®n real del presidente entrante de colaborar contra la violencia armada.
¡°Me cuesta trabajo imaginar que Trump haga algo contra las armas¡±, se?ala Jusionyte. Celorio es optimista sobre lo que se ha conseguido en los ¨²ltimos a?os, como la ley impulsada por Joe Biden en 2022 para limitar el acceso a armas de alto calibre y reconocer por primera vez el tr¨¢fico como un delito federal, pero admite que la visi¨®n predominante considera que tomar acciones es ¡°costoso pol¨ªticamente¡±, ante el enorme poder de la industria y el derecho constitucional a portar armas. ¡°Son actores que han financiado varias campa?as y que est¨¢n muy en el centro de MAGA [el movimiento pol¨ªtico de Trump]¡±, comenta P¨¦rez Ricart. ¡°Estados Unidos prefiere convertir a M¨¦xico en un chivo expiatorio que cuestionarse lo que ha hecho mal¡±.
Los especialistas coinciden en que es una estrategia diplom¨¢tica loable, aunque afirman que queda mucho por hacer, porque la mayor¨ªa del p¨²blico estadounidense no sabe que la guerra al sur de la frontera se pelea con sus armas. ¡°M¨¦xico no tiene muchas cartas y se sienta en la mesa de negociaci¨®n con alguien que no respeta los acuerdos¡±, se?ala el investigador. ¡°Pero el impacto del tr¨¢fico es un argumento demoledor e incuestionable¡±.