M¨¦xico, el vecino inc¨®modo de Estados Unidos
Los problemas de la agenda entre Estados Unidos y M¨¦xico crecen casi por semana. En la que est¨¢ concluyendo se abri¨® un nuevo frente en el ¨¢mbito energ¨¦tico
M¨¦xico se ha convertido para Estados Unidos en el vecino que un d¨ªa le pide cosas, y al siguiente le dice que no. Y viceversa. En cualquier tema de la compleja agenda se pueden hallar ejemplos de la veleidosa actitud del actual gobierno mexicano, que ha hecho del pa¨ªs del sur del Bravo el vecino inc¨®modo de la potencia norteamericana.
Una de los m¨¢s recientes episodios que ilustran lo impredecible de la relaci¨®n corre a cargo de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica, todav¨ªa a cargo de Alejandro Gertz Manero.
Qu¨¦ lujo para aquellos que pudieron atestiguar la cara que habr¨¢n puesto funcionarios de EEUU a la hora de conocer el jueves que el presidente mexicano pidi¨® a Washington publicar pruebas presuntamente incriminatorias en contra de Genaro Garc¨ªa Luna, exsecretario de Seguridad P¨²blica Federal.
Se pide eso a las agencias estadounidenses al mismo tiempo que buenas a primeras se suspende la colaboraci¨®n con las mismas. Y esa actitud es asumida no solo por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, sino tambi¨¦n por la FGR.
Personas bien informadas comentan que en semanas recientes la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica suspendi¨® de manera unilteral, y habr¨ªa que decir caprichosa e irresponsable, la colaboraci¨®n con distintas agencias de seguridad de Estados Unidos.
El motivo de esa interrupci¨®n fue la agenda personal del Fiscal, quien habr¨ªa impuesto ese desd¨¦n institucional luego de que interlocutores de agencias de Washington se negaran a proporcionarle informaci¨®n, por canales no oficiales o de plano fuera de la ley, sobre descendientes de su excu?ada, nonagenaria a la que como se sabe quiso meter a la c¨¢rcel.
Seg¨²n esa versi¨®n, lo que la Fiscal¨ªa demandaba de manera extraoficial era totalmente indebido y podr¨ªa incurrir en ilegalidades. Como no se le respondiera afirmativamente, el lado mexicano hizo sentir el fr¨ªo a su contraparte. Desde Estados Unidos comenzaron a llamar a su personal en M¨¦xico para cuestionar por el cierre de los canales de colaboraci¨®n, y la respuesta fue que el fiscal ped¨ªa cosas que no se le pod¨ªan entregar.
Ese fue el pre¨¢mbulo de la petici¨®n, ahora en p¨²blico, del presidente L¨®pez Obrador a Estados Unidos para que d¨¦ a conocer parte de la investigaci¨®n que tiene en contra del excolaborador del presidente Felipe Calder¨®n.
Independientemente de si acceder a tal solicitud podr¨ªa vulnerar el debido proceso, ser¨ªa natural que en Washington arrastren los pies ante una nueva demanda de un gobierno cuyo actuar se ha vuelto inestable, caprichoso y poco confiable. Porque ni de lejos esta petici¨®n judicial supone el ¨²nico tema en donde la relaci¨®n bilateral se encuentra en un terreno de turbulencia e incertidumbre.
Los problemas de la agenda entre Estados Unidos y M¨¦xico crecen casi por semana. En la que est¨¢ concluyendo se abri¨® un nuevo frente en el ¨¢mbito energ¨¦tico, ya de tiempo atr¨¢s saturado de choques y desaveniencias entre los intereses de los dos pa¨ªses. El lunes la secretaria de Energ¨ªa Roc¨ªo Nahle envi¨® un oficio a las autoridades regulatorias para exhortar que se realicen cambios a fin de que todo mundo compre gas natural a la Comisi¨®n Federal de Electricidad.
Dado que en este sexenio la autonom¨ªa de la Comisi¨®n Reguladora de Energ¨ªa (CRE) es letra muerta, y dado que ser¨ªa ingenuo esperar que la CRE y el Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas), ¨®rgano al que tambi¨¦n fue enviado el oficio, eval¨²en el exhorto y ponderen la pertinencia del mismo con criterios que atiendan a la mejor competencia y mayor beneficio social, se da por descontado que m¨¢s que invitaci¨®n esas instancias recibieron una instrucci¨®n y que acatar¨¢n la misma con prontitud y hasta con gusto.
La noticia del exhorto, conocida un par de d¨ªas despu¨¦s de la emisi¨®n del mismo, tom¨® por sorpresa a un sector que ya ve¨ªa con desmayo una serie de abruptos cambios en la producci¨®n y compra de energ¨ªa el¨¦ctrica; y entre quienes han padecido los sobresaltos por las unilaterales decisiones gubernamentales est¨¢n las empresas estadounidenses.
Y aunque ya se anuncian amparos y recursos en tribunales ante la medida pretendida por Nahle, lo cierto es que este desplante, que machuca de nuevo intereses nacionales y extranjeros, es tan protot¨ªpico de la administraci¨®n lopezobradorista que hasta sorprende que no lo hayan intentado antes.
Andr¨¦s Manuel se ve a s¨ª mismo como un patriota. Y su agenda para fortalecer empresas emblem¨¢ticas del pasado energ¨¦tico mexicano ha sido una de sus principales banderas desde su primera campa?a electoral, en 2006.
Tras ser derrotada en la C¨¢mara de Diputados en abril pasado su iniciativa para modificar el mercado el¨¦ctrico, a fin de privilegiar sin medida a CFE, ha resuelto una serie de imposiciones a las empresas mediante las que de facto va obteniendo lo que buscaba tener de jure con la ley que fue bloqueada por la oposici¨®n en San L¨¢zaro.
Las medidas del nuevo manotazo, public¨® el viernes el Instituto Mexicano para la Competitividad, pretenden ¡°fortalecer a la Comisi¨®n Federal de Electricidad al forzar un mayor uso de su capacidad subtutilizada de transporte de gas natural¡± pero se ¡°atentar¨ªa contra la competencia y la libre concurrencia en el sector, porque obligar¨ªa a los usuarios del servicio de transporte de gas natural (v¨ªa los gasoductos del Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural) a comprar este hidrocarburo a las filiales de la CFE encargadas del negocio de comercializaci¨®n y suministro de combustibles¡±.
El IMCO explic¨® en un comunicado que estamos ante el escenario de violaciones a dos art¨ªculos de la Ley de Hidrocarburos y que, adem¨¢s, la medida ¡°tendr¨ªa efectos perjudiciales no solo para los transportistas y comercializadores de este insumo, sino tambi¨¦n para los usuarios finales ¨Cespecialmente el sector industrial¡ª que estar¨ªan sujetos a los precios y calidad del servicio que determine la CFE¡±.
M¨¢s all¨¢ de las implicaciones concretas del exhorto, que no fue anunciado por L¨®pez Obrador, como si hubiera querido tomar prudente distancia dada la visita esta misma semana a Palacio Nacional de John Kerry, enviado estadounidense para la agenda clim¨¢tica y gestor de los intereses de las empresas de su pa¨ªs afectadas por esta renacionalizaci¨®n de la energ¨ªa el¨¦ctrica, lo cierto es que se trata de una pol¨ªtica tan papista como ¨¦l mismo, as¨ª la haya firmado la Secretar¨ªa de Energ¨ªa, y consistente con la agenda lopezobradorista que apedrea sin rubor el Estado de derecho.
Porque se aplique o no lo que dicta el exhorto, el da?o est¨¢ hecho. M¨¦xico de nueva cuenta le ha dejado en claro a la inversi¨®n, nacional pero sobre todo extranjera, que nada de lo que hoy exista en papel en t¨¦rminos contractuales es v¨¢lido para este gobierno. Que si saben contar, cuenten con que cualquier d¨ªa de estos sus contratos, sobre todo los que implican el sector energ¨¦tico, pueden convertirse en papel , y que si quieren derecho de pataleo, se formen en la fila, fila en la que, tambi¨¦n hay que decirlo, llevan meses los estadounidenses, que con el embajador Ken Salazar como gestor de citas acuden casi cada semana a Palacio Nacional a tratar de blindar sus negocios en M¨¦xico.
Esas negociaciones en el despacho de L¨®pez Obrador son s¨ªmbolo, tambi¨¦n, de algo que rese?¨® con puntualidad el domingo pasado The Wall Street Journal. El diario neoyorquino hizo un recorrido de la serie de embates que AMLO ha emprendido en contra del sector privado, particularmente de la energ¨ªa, y c¨®mo eso podr¨ªa afectar un esquema de negocios que le dio al pa¨ªs crecimiento durante d¨¦cadas.
El subtexto del reportaje es f¨¢cil de advertir. M¨¦xico ha entrado en una din¨¢mica que no solo desmantela parte de las condiciones que le dieron estabilidad, sino que revienta el principio rector tanto del viejo Tratado de Libre Comercio (TLC) o del nuevo TMEC, cuyas negociaciones finales por cierto corrieron a cargo del equipo de Andr¨¦s Manuel.
Ese principio rector es la confianza, la confianza de que M¨¦xico era un socio serio, un actor cuyos problemas no superar¨ªan su voluntad de respetar la ley y los acuerdos.
Como distintos analistas lo han dicho desde a?os atr¨¢s, la principal virtud del TLC, que entr¨® en vigor en el calamitoso 1994, fue que M¨¦xico implementar¨ªa pol¨ªticas para avanzar y consolidar un marco jur¨ªdico, y una procuraci¨®n de la justicia, que dieran certidumbre a todos los actores que quisieran hacer negocios en el pa¨ªs.
De forma tal que se trat¨® siempre de un acto de pol¨ªtica, de una oferta de que los gobiernos har¨ªan cambios en leyes de competencia y regulaci¨®n, adoptar¨ªan y respetar¨ªan las mejores pr¨¢cticas en cuanto a libre empresa y equidad frente a la ley, y se tendr¨ªa un sistema robusto que blindara a los emprendedores de las veleidades de gobernantes y cambios sexenales.
Si Andr¨¦s Manuel encontr¨® corrupci¨®n en algunas concesiones o contratos ¨Ccosa que a nadie sorprender¨ªa, por cierto--, si no ve obligaci¨®n en honrar contratos espurios o leoninos ¨Ccosa que la gente apoya, por supuesto--, tiene m¨²ltiples mecanismos y todav¨ªa hoy un poder abultado para hacer que tales cosas se subsanen o reviertan. Y se puede se?alar que en no pocas concesiones ¨Ccarreteras, c¨¢rceles, gasoductos¡-- lo ha logrado.
Empero, desde el inicio de 2022 parece haberle ganado la prisa dado que el sexenio entra en la recta final. Estamos en el a?o, ahora es evidente, en que modificar¨¢ sin tiento y sin importarle que su actuar podr¨ªa resultar regresivo, cualquier condici¨®n contractual que tenga que afecte o no privilegie a la CFE, particularmente.
Ken Salazar podr¨¢ decir que con sus cotidianas visitas a Palacio Nacional ha logrado rescatar parte de lo perdido para los intereses econ¨®micos de empresas de su pa¨ªs. Ello implica que gracias a que el embajador cuenta con la simpat¨ªa del presidente ha podido defender la agenda de su pa¨ªs. Pero implica tambi¨¦n que estamos ante un esquema que depende de la empat¨ªa entre dos personas, el mandatario y el emisario de Washington, y no de acuerdos que trasciendan humores coyunturas.
Otros pa¨ªses, en cambio, no se cortan de decir en los pasillos que con los cambios unilaterales de condiciones, con el regreso de la unilateralidad del hombre fuerte en Palacio, M¨¦xico se las puede hacer una vez, pero que en la pr¨®xima ocasi¨®n que los mexicanos quieran sentarse en las mesas de negocios de los grandes, le har¨¢n sentir que no hay silla para quien no respeta las reglas convenidas.
Pero de entre los socios comerciales, con ningunos se hab¨ªa avanzado tanto en d¨¦cadas como con los de Norteam¨¦rica, y de ellos el m¨¢s importante es el T¨ªo Sam, al que ahora semana con semana se le da topes al tiempo que se le demanda apoyo. Y ya advert¨ªa el viejo refr¨¢n que no se pueden las cosas.
Habr¨¢ costos para el pa¨ªs, pues ll¨¢mese la Cumbre de las Am¨¦ricas o la colaboraci¨®n en la procuraci¨®n de justicia que la FGR se da el lujo de condicionar por capricho, el tema migratorio o la certidumbre jur¨ªdica.
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