Los restauranteros de Ciudad de M¨¦xico elevan el tono: ¡°Con todo lo que hemos invertido, ?por qu¨¦ no nos dejan abrir?¡±
El malestar con el Gobierno de la capital no cesa en un gremio que exige que le permitan abrir sus locales pese al aumento constante de la pandemia
Desde la irrupci¨®n del coronavirus hace casi ya un a?o, los vecinos de Ciudad de M¨¦xico conviven con varias normalidades, algunas nuevas, otras reconocibles. Y muchas tienen que ver con el comer. Hay cosas que no han cambiado. Los puestos callejeros de tacos, quesadillas, tamales y pambazos permanecen, ahora con carteles advirtiendo sobre el uso del cubrebocas, la sana distancia o el gel antibacterial. Para los restauranteros, la situaci¨®n ha sido distinta. En marzo del a?o pasado, el Gobierno les oblig¨® a cerrar. Luego les permitieron abrir con el aforo reducido. En diciembre, el aumento de contagios en la capital les mand¨® de nuevo al cierre. Desesperados, muchos han dicho basta y han exigido a las autoridades que les dejen trabajar.
¡°Yo calculo que en los primeros meses de cierre, de marzo a junio, perdimos m¨¢s de dos millones de pesos ¡ªm¨¢s de 100.000 d¨®lares¡ª¡±, dice Amal Mohamed, de 32 a?os, gerente del restaurante Sheik. Decano de la comida ¨¢rabe en el sur de la capital, el Sheik ha decidido reabrir, salt¨¢ndose la prohibici¨®n decretada por el Gobierno de Ciudad de M¨¦xico. ¡°Es que la situaci¨®n est¨¢ terrible¡±, dice Mohamed, ¡°yo nunca dej¨¦ de pagar n¨®minas, los proveedores han sido comprensivos, pero...¡±.
Este martes a mediod¨ªa, el Sheik, que funciona en un hermoso local frente a los Viveros de Coyoac¨¢n, presentaba un agradable bullicio. En poco rato llegaron un vendedor de gas y dos repartidores de una aplicaci¨®n de comida a domicilio. Una pareja se acerc¨® a preguntar por los desayunos, pero no entr¨®. Un mesero les mostr¨® el men¨² desde la banqueta. Mohamed sabe que abrir el local a los comensales supone un desaf¨ªo a las autoridades, pero argumenta que el Gobierno no trata a todos igual. ¡°Los negocios de barrio como ferreter¨ªas o papeler¨ªas s¨ª tienen permitido abrir, ?por qu¨¦ nosotros no? Adem¨¢s, los restauranteros invertimos mucho para cambiar los aforos, comprar los equipos de protecci¨®n, para las pruebas peri¨®dicas del personal. No es justo¡±, zanja.
El Sheik no es el ¨²nico que ha decidido abrir en la capital. Otros lo han hecho estos d¨ªas, cansados del cierre y la falta de un calendario concreto para la reapertura. El malestar de los restauranteros ha aumentado en los ¨²ltimos d¨ªas, despu¨¦s de que el Gobierno local, encabezado por Claudia Sheinbaum, prolongara el cierre decretado en diciembre. Entonces, la jefa de Gobierno anunci¨® que las restricciones seguir¨ªan hasta el 10 de enero. Pero en estas semanas, la tendencia al alza de la curva de contagios se ha acentuado y los hospitales han llegado al borde del colapso. De momento, el cierre contin¨²a y las autoridades de la capital han anunciado un plan de ayudas para trabajadores del gremio, a raz¨®n de 2.200 pesos (115 d¨®lares) por persona.
Lejos de ser una excepci¨®n, las protestas de restauranteros y trabajadores encuentran su eco en otras ciudades del mundo, golpeadas igualmente por la covid-19. En Nueva York, por ejemplo, el gobernador, Andrew Cuomo, decret¨® el cierre igualmente en diciembre, golpeando a una industria que ven¨ªa de pasar un mal a?o. En Catalu?a, due?os de bares y restaurantes han protestado por las restricciones del Gobierno local, que limit¨® en diciembre las horas de servicio a cuatro y media al d¨ªa, dos para el desayuno y dos y media para la comida.
En Ciudad de M¨¦xico, la protesta apunta al cierre, pero tambi¨¦n al trato injusto que, se?alan los restauranteros, les infligen las autoridades capitalinas. No son solo los negocios de barrio, dicen, son tambi¨¦n los ambulantes. Miguel ?ngel Rangel, gerente del restaurante Cabo Coyote, en el centro de Coyoac¨¢n, se quejaba este martes, mientras atend¨ªa a un carpintero que le arreglaba unas tablas del piso de la terraza, completamente vac¨ªa. ¡°Estamos haciendo presi¨®n, porque no puede ser que los ambulantes est¨¦n abiertos y nosotros no. ?Con todo lo que invertimos, el comensal est¨¢ m¨¢s protegido aqu¨ª que en la calle!¡±, ha dicho.
Los empleados del gremio han elevado el tono en Ciudad de M¨¦xico. Cocineros, meseros y garroteros han salido a la calle este martes cacerola en mano, a protestar contra el cierre. En el lujoso barrio de Polanco, varias decenas de trabajadores han cortado la calle presidente Mazaryk a las 13.00. La cacerolada ha durado m¨¢s de media hora. Muchos llevaba carteles con tres simples palabras: ¡°Abrir o morir¡±.
David Morales, 32 a?os, cargaba dos palas pizzeras de las que hab¨ªa colgado un delantal con varios lemas, abrimos o morimos, queremos trabajar, etc¨¦tera. Morales trabaja en la pizzer¨ªa La Loggia desde hace tres a?os y medio. ¡°El primer cierre lo llevamos bien¡±, dec¨ªa, ¡°yo daba cursos y talleres y con eso completaba. El patr¨®n nos pag¨® la mitad del sueldo ese tiempo. Pero ahora ya no, ahora estoy cobrando como el 20% del sueldo, unos 2.000 pesos. Esto es as¨ª desde diciembre¡±, protestaba.
Morales se?alaba adem¨¢s que la ayuda que anunci¨® el gobierno local tarda en llegar. ¡°Dicen que primero les est¨¢n dando apoyo a los que tienen su domicilio en Ciudad de M¨¦xico, pero es que muchos de los que trabajan en esto vienen del Estado de M¨¦xico¡±, se?ala.
Hace unos d¨ªas, el gremio de restauranteros se reuni¨® con las autoridades de la ciudad para ofrecerles reducir m¨¢s el aforo ante un posible reapertura y cerrar completamente un d¨ªa a la semana para evitar contagios. La respuesta, de momento, es que la prohibici¨®n contin¨²a. El Grupo Sonora Grill, uno de los que abrieron las puertas de sus restaurantes este lunes, denunci¨® que uno de sus locales fue clausurado por autoridades de la ciudad. Este mi¨¦rcoles, las autoridades de la ciudad se vuelven a reunir con el sector para tratar de llegar a un acuerdo.
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