El TMEC provoca un despertar sindical in¨¦dito en M¨¦xico

Las nuevas disposiciones en el tratado de libre comercio entre M¨¦xico, Estados Unidos y Canad¨¢ (TMEC) han empezado a sacar chispas entre las empresas, los sindicatos y sus trabajadores. A partir de su entrada en vigor, EE UU ha utilizado sus nuevos poderes para denunciar posibles violaciones a los derechos laborales en M¨¦xico. En lo que va del a?o, EE UU ha solicitado al Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador la revisi¨®n de cinco posibles violaciones a los derechos laborales en las plantas manufactureras, entre las que figuran VU Manufacturing, General Motors y Panasonic, entre otras. La inercia ha sido tal que otras compa?¨ªas han empezado a actuar por su cuenta, sin necesidad de denuncias, para alinearse a los nuevos tiempos. En algunos casos, ha llevado a nuevas elecciones de l¨ªderes sindicales, mientras que en otros, como con la alemana Volkswagen, a¨²n est¨¢n en plena faena para acordar un nuevo contrato colectivo. En tanto, la Administraci¨®n asegura que la mejora en estas relaciones de poder no se debe a la vigilancia de los estadounidenses.

Si bien M¨¦xico deb¨ªa, desde hace m¨¢s de 70 a?os que firm¨® el convenio con la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), garantizar la libertad sindical a los trabajadores, esto no ha sido una realidad. Centrales obreras como la CROC y la CTM se transformaron en aparatos pol¨ªticos que garantizaban elecciones, mientras sus l¨ªderes han sido acusados de corrupci¨®n, de presi¨®n a trav¨¦s de la desestabilizaci¨®n y de buscar beneficios personales a cambio de estar sometidos a la voluntad de su patr¨®n.

¡°Se est¨¢n poniendo en orden las notas¡±, explica Jos¨¦ Ignacio Mart¨ªnez, del Laboratorio de Comercio, Econom¨ªa y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), ¡°y estas centrales [obreras] van a caer en desuso¡±. El TMEC ¡°ha sido el detonante¡± para que M¨¦xico comience a mejorar sus pr¨¢cticas laborales de manera que los trabajadores puedan expresar si son realmente representados por su l¨ªder sindical o no, asegura el acad¨¦mico. EE UU, por su parte, vive su propio renacimiento sindical. Desde aerol¨ªneas hasta algunas de las empresas m¨¢s poderosas, como Amazon, Starbucks y Apple, han visto a sus trabajadores organizarse por primera vez para nombrar l¨ªderes sindicales en busca de mejores condiciones.

Una planta de General Motors en la ciudad manufacturera de Silao, Guanajuato, fue la primera en votar en contra de su sindicato a principios de este a?o, ante la presencia de observadores internacionales y en un proceso altamente anticipado. El resultado fue un nuevo sindicato y un nuevo contrato, por lo que empresas manufactureras, especialmente las automotrices, tomaron nota, asegura Mart¨ªnez.

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, echa las tuyas a remojar, dice el refr¨¢n ¡°y en este caso yo dir¨ªa que cuando veas que la libertad sindical en la empresa de enfrente se comienza a modificar, hagas lo mismo en la tuya¡±, dice Mart¨ªnez. ¡°Estamos hablando en este momento de las automotrices, por la presi¨®n sindical, laboral, salarial que se tiene en Estados Unidos¡±, afirma.

A unos 450 kil¨®metros de Silao, en la ciudad de Cuautlancingo, (Puebla) los trabajadores de la principal armadora de la alemana Volkswagen en M¨¦xico votaron a principios de este mes en contra de la revisi¨®n integral de su contrato colectivo de trabajo. El convenio inicial propon¨ªa un aumento del 9% en su salario y del 2% en prestaciones. De acuerdo con la informaci¨®n del proceso, de los casi 7.000 trabajadores de la planta, un 70% particip¨® en la consulta, que result¨® en 2.248 votos a favor y 2.586 en contra del convenio. Sin embargo, los votos negativos no alcanzaron la mayor¨ªa, por lo que se opt¨® por reponer el proceso. La empresa expres¨® en un escueto comunicado su sorpresa por este rechazo, pero declar¨® en ese entonces que estaba dispuesta al di¨¢logo. El Centro Federal de Conciliaci¨®n y Registro Laboral (CFCRL) program¨® la nueva votaci¨®n para el pr¨®ximo 31 de agosto.

Las negociaciones entre la armadora y los sindicalizados buscan ahuyentar la sombra de una huelga, como ya ha ocurrido recientemente en otras empresas como la acerera ArcelorMittal y la telef¨®nica Telmex. Aunque se busc¨® a los directivos de la armadora alemana para conocer m¨¢s detalles sobre este nuevo proceso de negociaci¨®n, la firma declin¨® a dar m¨¢s comentarios.

El especialista en temas laborales, Manuel Fuentes, explica que el incidente que ha ocurrido en la planta de Volkswagen da cuenta de los vac¨ªos legales que a¨²n existen en la legislaci¨®n laboral y de las faltantes en el proceso democr¨¢tico sindical. ¡°Veo un clima de incertidumbre tanto en las empresas como en los propios sindicatos por esta falta de experiencia y porque los comit¨¦s en general no han tenido la capacidad de acercamiento con sus sindicalizados¡±, se?ala.

Uno de los compromisos derivados del TMEC es la legitimaci¨®n de los contratos colectivos de trabajo por los propios trabajadores sindicalizados a trav¨¦s de un voto personal, libre y secreto. Un aval con el que se pretende terminar con los convenios laborales simulados que propician salarios precarios y condiciones laborales m¨ªnimas. La obligaci¨®n, ya incluida en la reciente reforma laboral mexicana, establece que dichos convenios deber¨¢n ser legitimados por los sindicalizados a trav¨¦s del voto directo a m¨¢s tardar el 31 de marzo de 2023. Sin embargo, a menos de un a?o de que venza el plazo, apenas han sido legitimados poco m¨¢s de 5.800 contratos, de un universo de m¨¢s de 500.000 documentos registrados ante la Secretar¨ªa del Trabajo.

Fuentes anticipa que en los pr¨®ximos meses, una vez que se acerque la fecha m¨¢xima para legitimar la contrataci¨®n, se observar¨¢ una mayor ebullici¨®n de la vida laboral. ¡°Va a haber un crecimiento de intervenciones de las empresas y de los sindicatos en un pa¨ªs que hist¨®ricamente ha estado alejado de sus trabajadores¡±, advierte.

Para la diputada y abogada laborista, Susana Prieto Terrazas, el hecho de que hayan tenido que reponer la votaci¨®n en Volkswagen da cuenta de la baja representatividad que tiene el nuevo sindicato entre los trabajadores de la planta. ¡°Lo que podr¨ªa pasar es que llegu¨¦ otro sindicato a pelear la nueva titularidad del contrato colectivo de trabajo en un tiempo muy corto. Un voto en abstenci¨®n es un no. Yo s¨ª creo que est¨¢ en problemas tanto la empresa como el nuevo sindicato. Esto es un referente del repudio que siente la clase trabajadora por el sindicalismo de este pa¨ªs, porque lo ¨²nico que han obtenido es sindicalismo institucional, sindicalismo blanco¡±, concluye.

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