Una carta y una promesa a medio cumplir: la ra¨ªz de las disputas entre M¨¦xico y EE UU en el T-MEC

Una madrugada de julio de 2018, en la capital estadounidense, uno de los negociadores mexicanos del tratado comercial de Norteam¨¦rica (TMEC) recibi¨® un recado del entonces presidente electo Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. ¡°Hay que eliminar cualquier referencia al sector energ¨¦tico¡±, le dijeron. La orden, que parec¨ªa una imposibilidad, se convirti¨® a?os despu¨¦s en la ra¨ªz de las disputas que enfrentan hoy a M¨¦xico con sus m¨¢s importantes socios comerciales.

Testimonios, tanto p¨²blicos como an¨®nimos, de personas con conocimiento directo de la ¨²ltima etapa de negociaci¨®n del acuerdo comercial entre M¨¦xico, Estados Unidos y Canad¨¢, muestran que hay un hueco entre lo que L¨®pez Obrador pidi¨® y lo que se hizo. En sus cuatro a?os en el poder, el mandatario mexicano ha tramitado leyes que otorgan un monopolio a las empresas energ¨¦ticas del Estado, cancelado permisos de operaci¨®n a empresas privadas y revertido la apertura comercial de su antecesor. Esto, aseguran EE UU y Canad¨¢, viola el TMEC y para comprobarlo, han iniciado consultas formales que ponen en riesgo miles de millones de d¨®lares en ingresos.

Antes de ganar las elecciones de julio de 2018, L¨®pez Obrador nombr¨® a Jes¨²s Seade, reconocido acad¨¦mico y economista especializado en comercio internacional, como su futuro representante en las negociaciones que se llevaban a cabo entre los tres pa¨ªses de Norteam¨¦rica. En efecto, pasada la victoria electoral, Seade se incorpor¨® al equipo que conformaban los funcionarios de la Administraci¨®n de Enrique Pe?a Nieto.

Su mandato era hacer del sector energ¨¦tico la excepci¨®n. En ese momento, tal orden pudiera resultar confusa, ya que tanto en campa?a como en declaraciones poselectorales, L¨®pez Obrador aseguraba que no dar¨ªa rev¨¦s a la reforma de 2013 que abri¨® el sector a la participaci¨®n de empresas privadas. A pesar de la incongruencia, Seade entreg¨® a Robert Lighthizer, negociador estadounidense, una carta en la que formalmente ped¨ªa la eliminaci¨®n del sector energ¨¦tico del tratado. Lighthizer no reaccion¨® con amabilidad, recuerdan fuentes, y se dijo insultado de estar recibiendo tal trato cuando su pa¨ªs es su comprador m¨¢s grande. Poco despu¨¦s, aseguran las fuentes, Seade cay¨® en la cuenta de que, si M¨¦xico quer¨ªa permanecer en el bloque, el sector energ¨¦tico deb¨ªa quedar como estaba ya pautado. Seade, actual embajador de M¨¦xico en China, no respondi¨® a un correo y una petici¨®n de entrevista hecha de EL PA?S para esta publicaci¨®n.

Tras una pausa de algunas semanas en la negociaci¨®n, Seade regres¨® a la mesa con un texto alternativo para reemplazar el cap¨ªtulo 8 del tratado, el cual abordaba temas de cooperaci¨®n regulatoria en materia energ¨¦tica entre los tres pa¨ªses. En su lugar, Seade elabor¨® un texto de media cuartilla que reiteraba lo que ya dice la Constituci¨®n mexicana: que los hidrocarburos en el subsuelo son propiedad de M¨¦xico. Ya que esto se refleja en todo el acuerdo, la propuesta no fue recibida con resistencia. Tras esta resoluci¨®n, el acuerdo avanz¨® en sus respectivos congresos, fue aprobado y firmado por los tres mandatarios, incluyendo L¨®pez Obrador.

La reforma energ¨¦tica del Gobierno anterior, al contrario de lo que asegura L¨®pez Obrador, no entreg¨® los recursos a empresas privadas extranjeras, sino que permite al Estado otorgar licencias o permisos de exploraci¨®n, explotaci¨®n y/o producci¨®n a cambio de tasas impositivas sobre los r¨¦ditos. En el marco del TMEC, empresas estadounidenses y canadienses gozar¨ªan de ciertas garant¨ªas pactadas bajo el acuerdo comercial.

Pero el cap¨ªtulo 8 no era el ¨²nico con referencias al sector energ¨¦tico y haberlo eliminado por completo no cambi¨® sustancialmente los derechos de los que gozan empresas estadounidenses y canadienses en M¨¦xico por haberse comprometido a jugar bajo las reglas del TMEC. El tratado incluye cap¨ªtulos de inversi¨®n y de empresas del Estado, por ejemplo, en donde se hace referencia a los sectores energ¨¦ticos en los tres pa¨ªses.

Legisladores de Morena, partido del presidente, as¨ª como su gabinete ¡°fallan al observar que en una serie de cap¨ªtulos importantes est¨¢n obligados a dar un trato justo a la competencia, no solo la de Estados Unidos, sino a las mexicanas privadas que compiten con las empresas del Estado... y es ah¨ª donde el problema inicia¡±, dijo Ildefonso Guajardo, quien lider¨® las negociaciones como secretario de Econom¨ªa de M¨¦xico, en un programa de televisi¨®n el pasado domingo.

En un video publicado en redes sociales por Guajardo, con fecha del 27 de agosto de 2018, Seade asegur¨® que L¨®pez Obrador no echar¨ªa para atr¨¢s la legislaci¨®n energ¨¦tica. ?l ¡°no piensa cambiar la Constituci¨®n, respeta el marco legal como lo tenemos¡±, dijo a reporteros en Washington. ¡°Lo que se hizo fue buscar c¨®mo podemos hacer una ingenier¨ªa diferente en el dise?o de los textos para lograr un nuevo texto en el tratado que refleja un pleno respeto a a Constituci¨®n y al marco legal existente¡±.

Y despu¨¦s, Seade se?al¨® directamente: ¡°No fue, en ning¨²n momento, un ejercicio de negociar contenido, en absoluto. No hubo negociaci¨®n de contenido. No hubo discusiones de contenido con mis amigos de ac¨¢ ni mucho menos con Estados Unidos. Fue un dise?o de formas para que, legalmente, fuera perfectamente bien duro el candado¡±.

Una reingenier¨ªa del texto no fue lo que L¨®pez Obrador hab¨ªa pedido a Seade, coinciden dos fuentes con conocimiento directo. La petici¨®n fue que el sector energ¨¦tico fuera eliminado del TMEC, lo cual no sucedi¨®. Sin embargo, el presidente ha dicho en varias ocasiones y en conferencia de prensa, que lo escrito en el cap¨ªtulo 8 lo protege.

Hay tres v¨ªas por las que M¨¦xico tendr¨¢ que pagar por da?os si el panel de controversias del TMEC falla en su contra. La primera, el Gobierno de Estados Unidos estimar¨¢ los da?os incurridos durante el tiempo en que la legislaci¨®n de L¨®pez Obrador viol¨® el acuerdo; la segunda le otorga a empresas privadas estadounidenses facultades para estimar los da?os econ¨®micos por los que M¨¦xico estar¨ªa obligado a pagar; y, la tercera, la v¨ªa arancelaria, ya que EE UU pudiera imponer cuotas a los productos que importa de M¨¦xico, los cuales pagar¨ªan las empresas privadas.

¡°Mi impresi¨®n es que los expertos de la Secretar¨ªa de Econom¨ªa saben que la probablidad de perder estas consultas es muy alta¡±, dijo Guajardo, ¡°pero al mismo tiempo ellos tienen que recurrir al gabinete responsbale de la pol¨ªtica energ¨¦tica para poder defenderse o demostrar al interior que no hay manera de poder argumentar contra estas denuncias¡±.

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