110.000 millones de d¨®lares: los mercados encienden luces rojas ante la deuda de Pemex
Reestructurar las obligaciones de la petrolera estatal disparar¨ªa las tasas de otros bonos mexicanos
Improbable, pero no imposible. En M¨¦xico, las discusiones sobre la petrolera nacional, la m¨¢s endeudada del mundo, suelen concluir que el Gobierno le ayudar¨¢ a pagar lo que debe para evitar a toda costa un impago o una reestructuraci¨®n que obligue a la empresa a negociar con sus acreedores. Sin embargo, conforme se acerca el fin del sexenio del presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, las voces que argumentan lo contrario se van sumando.
Primero fue Pimco, uno de los fondos de bonos de deuda m¨¢s grandes del mundo, quien en mayo dijo que hab¨ªa reducido la cantidad de deuda que ten¨ªa invertida en Pemex porque no esperaba que el pr¨®ximo Gobierno fuera tan generoso con la petrolera. Bajo L¨®pez Obrador, la Secretar¨ªa de Hacienda ha hecho grandes aportaciones de capital para que pueda pagar los intereses de su deuda y ha reducido tambi¨¦n su carga impositiva. ¡°Esta administraci¨®n fue quiz¨¢s la administraci¨®n m¨¢s pro-Pemex que probablemente puede haber¡±, dijo Pramol Dhawan, jefe de deuda en mercados emergentes en Pimco, a Bloomberg. Los gobiernos posteriores ¡°pueden no ser tan amigables con esta deuda¡±, dijo y advirti¨®: el mercado debe estar preparado para que M¨¦xico reduzca su apoyo a Pemex.
Despu¨¦s llegaron las calificadoras de riesgo Moody¡¯s y Fitch, quienes por separado anunciaron que observan un deterioro en la capacidad de pago de la deuda por parte de Pemex. Y esta semana, un economista especializado en mercados emergentes para la firma Capital Economics en Inglaterra public¨® un provocador an¨¢lisis titulado Por qu¨¦ Pemex terminar¨¢ en default. El autor, Jason Tuvey, argumenta que ante la enorme carga crediticia, alguien tiene que ceder.
Pemex tiene unos 110.000 millones de d¨®lares en deuda, lo que equivale a cerca del 8% del Producto Interno Bruto (PIB) de M¨¦xico. Sus intereses han escalado desde que las calificadoras le retiraran el grado de inversi¨®n. A pesar de tener una garant¨ªa impl¨ªcita del Gobierno Federal, los bonos cotizan en el mercado internacional con intereses mucho m¨¢s altos a la deuda soberana. En la pandemia, los bonos de Pemex ofrec¨ªan un rendimiento casi 8% mayor a los bonos soberanos, mientras que ahora fluct¨²an entre 4,5% y 6% por encima. Esto quiere decir que el riesgo de impago de la petrolera ha hecho ricos a muchos inversores dispuestos a comprar la deuda durante a?os.
¡°Claramente, ya hay muchas malas noticias descontadas en los bonos de Pemex¡±, dice Tuvey, ¡°creo que muchos inversores, incluyendo algunos con los que he hablado, de alguna manera valoraron alg¨²n tipo de reestructuraci¨®n, ya sea en los pr¨®ximos cinco o diez a?os¡±. Una reestructuraci¨®n equivale a un impago, ya que requerir¨ªa que la empresa se siente a negociar con sus acreedores un nuevo plan en el que los inversores est¨¦n dispuestos a perder algo de r¨¦ditos. Adem¨¢s, un incumplimiento tendr¨ªa un efecto de contagio, disparando las tasas de inter¨¦s de otros bonos mexicanos, como los de la Comisi¨®n Federal de Electricidad y de empresas privadas que suministran a la paraestatal petrolera.
Pero el beneficio se reflejar¨ªa en los bonos soberanos, argumenta Tuvey. ¡°Yo dir¨ªa que una reestructuraci¨®n de Pemex ser¨ªa bueno para la perspectiva de los bonos soberanos porque estar¨ªa reduciendo lo que ha sido un gran lastre para las finanzas p¨²blicas de M¨¦xico en los ¨²ltimos a?os¡±, afirma el especialista.
Cada a?o, durante esta Administraci¨®n, la Secretar¨ªa de Hacienda ha hecho aportaciones de capital y reducci¨®n de impuestos que equivalen al 1% del PIB, seg¨²n estiman Tuvey y su equipo, quienes esperan que el pr¨®ximo Gobierno que inicia a finales de 2024 tendr¨ªa que aumentar esas aportaciones a 1,5% del PIB. M¨¦xico recauda entre 13% y 14% del PIB en impuestos, por debajo del promedio de sus pares de la regi¨®n, por lo que cuenta con un presupuesto reducido para cubrir las necesidades de salud, educaci¨®n, infraestructura, entre otros, para un pa¨ªs de 127 millones de habitantes.
¡°Pemex se ha convertido en un lastre cada vez mayor para la econom¨ªa y una carga para las finanzas p¨²blicas de M¨¦xico¡±, escribieron en su reporte publicado el martes. La producci¨®n de crudo ha ca¨ªdo desde un pico de cerca de 3,5 millones de barriles a mediados de la d¨¦cada de 2000 a poco m¨¢s de 1,5 millones de barriles hoy. ¡°Combinado con el aumento de los costos, la empresa ha sufrido p¨¦rdidas persistentes¡±, dice el texto.
¡°Hay una reforma fiscal m¨¢s amplia que debe suceder, pero L¨®pez Obrador no lo ha hecho y le queda un a?o. No lo va a hacer ahora. Entonces, en realidad, no ha ayudado a Pemex porque simplemente la ha mantenido conectada a una especie de m¨¢quina de respiraci¨®n asistida sin darle la medicina que la empresa necesita¡±, dice Tuvey.
La Administraci¨®n anterior impuls¨® planes y discusiones para adelgazar a Pemex, con la idea de vender los negocios que no eran muy redituables como la refinaci¨®n o asoci¨¢ndose con privados para explorar y producir en campos nuevos. Se logr¨® incluso negociar con el sindicato una reducci¨®n del pasivo laboral. L¨®pez Obrador revirti¨® la negociaci¨®n anterior e increment¨® el pasivo laboral. Tuvey reconoce que Pemex ha reducido su plantilla en los ¨²ltimos cinco a?os, pero no lo suficiente.
¡°Recuperar la productividad al nivel m¨¢ximo de 2004 requerir¨ªa reducir la fuerza laboral en 50.000 personas, de un total de 120.000¡å, dice Tuvey. ¡°Si la pr¨®xima Administraci¨®n sale y dice, ¡®s¨ª, vamos a adelgazar a Pemex, vamos a introducir una reforma fiscal, una reforma laboral, vamos a hacer que sea una empresa rentable¡¯, eso podr¨ªa retrasar una reestructuraci¨®n¡±, agrega.
L¨®pez Obrador tiene una visi¨®n extraordinaria de Pemex, dice Tuvey. ¡°La empresa es el coraz¨®n de lo que ¨¦l cree que deber¨ªa ser la econom¨ªa de M¨¦xico, es un campe¨®n nacional, algo de lo que M¨¦xico deber¨ªa estar orgulloso. Pero las finanzas son terribles... Es poco probable que la empresa, incluso en una situaci¨®n reducida y m¨¢s rentable, pueda realmente seguir pagando la gran cantidad de deuda. Alguien tiene que ceder en alg¨²n momento. Independientemente de qui¨¦n sea el pr¨®ximo presidente, tendr¨¢n que lidiar con la situaci¨®n¡±, concluye Tuvey.
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