El crecimiento en M¨¦xico del motor chino inquieta a EE UU
M¨¦xico es el segundo mercado receptor de coches chinos, despu¨¦s de Rusia, y la intenci¨®n de las empresas de Pek¨ªn por abrir armadoras en el pa¨ªs norteamericano tiene alarmados a legisladores en EE UU
Est¨¢n en todos lados. Transitan por las calles de la Ciudad de M¨¦xico, est¨¢n en videos patrocinados de influencers en redes sociales y hasta en la camiseta del equipo campe¨®n nacional de f¨²tbol. Los coches de marcas chinas son cada vez m¨¢s populares en M¨¦xico, un pa¨ªs armador de veh¨ªculos para exportaci¨®n a Estados Unidos. Y se est¨¢n convirtiendo en una nueva tensi¨®n entre los dos pa¨ªses norteamericanos.
M¨¦xico es el segundo mercado receptor de autom¨®viles chinos a nivel mundial, despu¨¦s de Rusia, seg¨²n datos de la empresa de aprovisionamiento Linked Global Solutions (LGS), la cual se especializa en negocios entre China y pa¨ªses en Latinoam¨¦rica. En un a?o, M¨¦xico ha comprado 260.000 veh¨ªculos chinos, seg¨²n la empresa.
De acuerdo con la Asociaci¨®n Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA), la participaci¨®n del mercado de autos de las marcas chinas subi¨® casi 6% en septiembre para alcanzar 19,4% en los primeros nueve meses de 2023. La mayor¨ªa son importados y la demanda es tal que, en octubre, autoridades portuarias en Michoac¨¢n aseguraron que no hab¨ªa suficientes madrinas para sacar los coches chinos de sus buques, por lo que se gener¨® una congesti¨®n. Pero, aunque el mercado mexicano pudiera resultar atractivo para China, este no es el objetivo final.
¡°Nos preocupa c¨®mo la Rep¨²blica Popular China se est¨¢ preparando para inundar los Estados Unidos y los mercados globales con autom¨®viles, particularmente veh¨ªculos el¨¦ctricos, apuntalados por subsidios masivos y pol¨ªticas de localizaci¨®n de larga data y otras pol¨ªticas discriminatorias¡±, escribieron cinco legisladores del Congreso en EE UU a la Representante Comercial de la Casa Blanca, Katherine Tai en una carta enviada el martes.
Tanto EE UU como la Uni¨®n Europea han intensificado una guerra comercial contra China y los coches, as¨ª como la producci¨®n de chips semiconductores, han estado en el centro de investigaciones por pr¨¢cticas predatorias, aranceles y reestricciones. Esta nueva avanzada geopol¨ªtica impulsa a empresas de pa¨ªses en Occidente a buscar alternativas para reubicar sus f¨¢bricas en China, una tendencia conocida como nearshoring.
EE UU ¡°debe estar preparado para abordar la pr¨®xima ola de veh¨ªculos de China que ser¨¢n exportados desde nuestros otros socios comerciales, como M¨¦xico, a medida que los fabricantes de autom¨®viles chinos buscan establecer estrat¨¦gicamente operaciones fuera de China para aprovechar el acceso preferencial a los EE UU, mercado a trav¨¦s de nuestros acuerdos de libre comercio y eludir cualquier arancel espec¨ªfico a China¡±, se?alan los legisladores y mencionan a tres fabricantes que ya se han establecido en M¨¦xico: BYD, Chery y SAIC Motors. Para cortar el problema de ra¨ªz, los legisladores piden a Tai que abra una investigaci¨®n.
No es s¨®lo al sector automotriz al que China est¨¢ entrando en M¨¦xico, pero s¨ª es el m¨¢s importante porque, para M¨¦xico, coches est¨¢n tomando el lugar que antes ten¨ªa el petr¨®leo. La contribuci¨®n de la industria automotriz al Producto Interno Bruto (PIB) es de 4,8% y sus exportaciones son la principal fuente de divisas. Genera un mill¨®n de empleos directos y por su amplia derrama, genera 3,5 millones indirectos. El 22% de la Inversi¨®n Extranjera Directa (IED) del pa¨ªs que entr¨® en el tercer trimestre del a?o fue hacia esta industria.
Es dif¨ªcil saber cu¨¢nta de esta inversi¨®n proviene de china, ya que el rol del sector p¨²blico chino en las inversiones extranjeras, as¨ª como su particular manera de hacer negocios, invisibiliza los flujos de capital que entran al pa¨ªs. Si los legisladores en EE UU tienen conocimiento de tres empresas que llegaron a M¨¦xico, la Asociaci¨®n Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) solo reconoce a dos.
¡°Hay dos marcas chinas que son parte de la AMIA [SAIC Motor y Chirey Motor]. Hay otras dos m¨¢s que est¨¢n en revisi¨®n¡±, dice al tel¨¦fono Jos¨¦ Zozaya, presidente de la AMIA, ¡±las dos que est¨¢n en revisi¨®n no las puedo mencionar¡±. No todas las marcas arman en M¨¦xico y tambi¨¦n es dif¨ªcil ubicar las armadoras chinas. La asociaci¨®n cuenta con un listado de 21 armadoras de autos en el pa¨ªs, y ninguna es china, a pesar de que JAC Motors lleva 16 a?os armando veh¨ªculos en el estado de Hidalgo.
Detr¨¢s del r¨¢pido crecimiento en el pa¨ªs est¨¢ una estrategia ¡°agresiva¡± de precios bajos y opciones de financiamiento, dice Zozaya. ¡°Han ido conquistando como parte de su estrategia de entrada a un mercado nuevo para ellos¡±, agrega. M¨¦xico, un pa¨ªs que ensambla los coches que se venden a EE UU, est¨¢ optando por importar autos chinos. De los autos que se producen en M¨¦xico, el 90% se exporta y el 10% restante se vende dom¨¦sticamente. Esto no es suficiente para abastecer al mercado, por lo que el 60% se importa.
Esta semana, el banco espa?ol BBVA anunci¨® que ser¨¢ la financiadora de Geely, una de las marcas chinas m¨¢s conocidas que se venden en Cuba desde hace casi 20 a?os. Por su parte, la filial mexicana de la armadora china Chery Automobile, la cual en M¨¦xico se llama Chirey, se convirti¨® este verano en patrocinador del equipo campe¨®n de la liga mexicana de f¨²tbol, los Tigres de la Universidad Aut¨®noma de Nuevo Le¨®n, estado en donde planean abrir una planta armadora, seg¨²n dijo el director general al diario El Economista.
La gran apuesta de China, como se?alaron los legisladores estadounidenses, son sus coches el¨¦ctricos e h¨ªbridos, los cuales ya producen a un mayor ritmo que en ning¨²n otro pa¨ªs. En M¨¦xico, la falta de infraestructura que requieren, como las estaciones de carga, est¨¢n frenando el inter¨¦s. Solo el 5% de los autos en M¨¦xico son el¨¦ctricos o h¨ªbridos, seg¨²n la AMIA, y de esos, solo un 5% son chinos.
Los veh¨ªculos el¨¦ctricos se importan a M¨¦xico libres de arancel gracias a un decreto que vence en septiembre del pr¨®ximo a?o. Lo que M¨¦xico decida hacer con este decreto, ser¨¢ clave para su relaci¨®n con EE UU, asegura Juan Carlos Baker, uno de los negociadores del tratado de libre comercio, el TMEC. El acuerdo comercial establece que el contenido regional de los productos a exportar a EE UU y Canad¨¢ debe ser del 75%.
¡°Si esas empresas llegan, van a tener que pasar un n¨²mero de a?os antes de que desarrollen toda su proveedur¨ªa en la industria automotriz, en especial si son coches el¨¦ctricos de alta gama, pues te vas a tardar a?os antes de poder certificar a sus proveedores. En estos momentos, pensar en que van a exportar a Estados Unidos lo veo muy dif¨ªcil¡±, dice Baker, tambi¨¦n profesor de la Universidad Panamericana. ¡°Pero, si esto crece y se fortalece, y el gobierno de Estados Unidos quiere presionar a M¨¦xico para que cierre esa puerta, Estados Unidos tendr¨ªa muchos elementos para hacerlo¡±, asegura.
Diego Ocampo, director general de la empresa de aprovisionamiento LGS, se especializa en los negocios entre el gigante asi¨¢tico y empresas latinoamericanas. Dentro de su portafolio est¨¢n 300 proveedores chinos.¡±Durante la pandemia, empezamos a escuchar de los proveedores que ten¨ªan un deseo de venir a M¨¦xico a poner sus f¨¢bricas. Nos dicen: ¡®lo que M¨¦xico nos est¨¢ dando son todos sus tratados de libre comercio¡¯¡±, dice Ocampo.
La situaci¨®n de congesti¨®n en el puerto L¨¢zaro C¨¢rdenas en Michoac¨¢n ha sido un gran empuje, advierte el empresario. ¡°Me dicen ¡®tenemos miles de coches, estamos pagando miles de demoras¡¯¡±, asegura Ocampo, ¡°entonces yo creo que el futuro de las automotrices chinas en M¨¦xico es armar aqu¨ª y esto no solamente va a ayudar para atraer m¨¢s industria, sino que va a ayudar a la competencia nacional¡±.
Para cumplir con el TMEC, asegura Ocampo, las empresas extranjeras pudieran llevar a cabo procesos como inyecci¨®n de pl¨¢stico en M¨¦xico, sin tener que reubicar la parte m¨¢s valiosa y sofisticada de las tecnolog¨ªas el¨¦ctricas: la producci¨®n de los chips semiconductores. Esta posibilidad ha encendido algunas alertas en EE UU.
¡°Ciertamente hay una dimensi¨®n pol¨ªtica aqu¨ª¡±, dice Eric Farnsworth, vicepresidente de Americas Society/Council of the Americas (AS-COA), ¡°Podr¨¢n vender en el mercado mexicano, pero principalmente buscan exportar al resto de Am¨¦rica del Norte, que es un mercado mucho m¨¢s grande. Y esa es, en gran medida, una realidad que est¨¢ empezando a captar la atenci¨®n de la gente en Washington¡±.
Ambos pa¨ªses tendr¨¢n elecciones en 2024, por lo que Farnsworth espera que sean las pr¨®ximas Administraciones, tanto en EE UU como en M¨¦xico, las que terminen abordando el tema. ¡°La relaci¨®n bilateral ya est¨¢ bajo tensi¨®n y se tensar¨¢ a¨²n m¨¢s si la gente percibe que China est¨¢ ingresando a Estados Unidos a trav¨¦s de una puerta trasera en M¨¦xico¡±, apunta el especialista.
¡°La relaci¨®n entre M¨¦xico y Estados Unidos es tan profunda que queremos que se base en oportunidades y relaciones crecientes, en lugar de imposici¨®n y recriminaciones mutuas¡±, se?ala Farnsworth. ¡°Aqu¨ª hay un papel para ambos pa¨ªses, no s¨®lo Estados Unidos, en t¨¦rminos de hacer cumplir el TMEC, sino, francamente, tambi¨¦n M¨¦xico quien deber¨¢ decidir qui¨¦n puede invertir en su pa¨ªs y en qu¨¦ condiciones¡±.
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