La violencia en M¨¦xico se alza como el asunto m¨¢s espinoso para las aspiraciones presidenciales

Los miles de personas que cada a?o acaban bajo tierra en M¨¦xico, sea con tumba o sin ella, hacen imposible mirar para otro lado, no hay forma tampoco de ocultar la realidad que m¨¢s golpea al pa¨ªs y que no hace sino intensificarse en tiempo de elecciones. Esa ser¨¢ la materia m¨¢s controvertida en la campa?a que mantendr¨¢n las dos aspirantes presidenciales con posibilidades de ganar el sill¨®n. Ambas aparecen lastradas por las pol¨ªticas pasadas, si a la candidata de la derecha, ...

Los miles de personas que cada a?o acaban bajo tierra en M¨¦xico, sea con tumba o sin ella, hacen imposible mirar para otro lado, no hay forma tampoco de ocultar la realidad que m¨¢s golpea al pa¨ªs y que no hace sino intensificarse en tiempo de elecciones. Esa ser¨¢ la materia m¨¢s controvertida en la campa?a que mantendr¨¢n las dos aspirantes presidenciales con posibilidades de ganar el sill¨®n. Ambas aparecen lastradas por las pol¨ªticas pasadas, si a la candidata de la derecha, X¨®chitl G¨¢lvez, le pesa el pasado calderonista, contra el que tiene que defenderse de tarde en tarde, la de la izquierda, Claudia Sheinbaum, tendr¨¢ que expulsar de su ¨®rbita el desastre en seguridad que ha supuesto este sexenio y la militarizaci¨®n que trae aparejada. A falta de concretar los programas electorales para combatir la violencia, ya hay signos de c¨®mo la oposici¨®n atacar¨¢ por ese flanco y algunas se?ales de la posible escapatoria que emplear¨¢ el equipo oficialista.

La seguridad ser¨¢ la gran ofensiva de G¨¢lvez, quien comenta con frecuencia los niveles de violencia del pa¨ªs, tambi¨¦n cuando viaja fuera de ¨¦l, como en su gira por Estados Unidos y Espa?a, donde hace valer la urgencia de revertir esta tragedia no solo por l¨®gica humanidad, tantos cad¨¢veres, sino por la necesidad de ofrecer al empresariado un territorio sin conflictos. Las insinuaciones de apoyos del narco a antiguas campa?as de L¨®pez Obrador publicadas en la prensa y otras manifestaciones del crimen organizado contra el presidente abonan tambi¨¦n las escasas fuerzas que todav¨ªa muestra la oposici¨®n en la l¨ªnea de salida a la carrera presidencial.

El equipo de G¨¢lvez, quien abandera la alianza entre el PAN, PRI y PRD para las urnas del 2 de junio, tiene, pues, terreno donde golpear. M¨¢s complicado es atisbar c¨®mo organizar¨¢ Sheinbaum su estrategia de defensa. La candidata abraza la continuidad de este sexenio, pero en materia de seguridad se ver¨¢ obligada a distanciarse de alg¨²n modo y ya hay se?ales de ello. La figura de Omar Garc¨ªa Harfuch salta al frente. El anterior secretario de Seguridad de la Ciudad de M¨¦xico se alza como s¨ªmbolo de lo civil contra lo militar y la persona que ejemplifica los ¨¦xitos contra el crimen y la delincuencia en la Administraci¨®n de Sheinbaum en la capital mexicana. Harfuch es el responsable del equipo de la candidata para esta materia, el que dibujar¨¢ las l¨ªneas a seguir y su imagen disputa primeros planos a la propia Sheinbaum en algunos de sus actos de campa?a. Nada es casual en pol¨ªtica.

Esta semana, Harfuch esboz¨® en una conferencia con empresarios la idea que permea en el cuartel electoral de la candidata oficialista para combatir la delincuencia, organizada o no. Habl¨® de reforzar las polic¨ªas y fiscal¨ªas locales y estatales y de otorgar a la Guardia Nacional mayor capacidad de investigaci¨®n. Un modelo ¡°preventivo con investigaci¨®n¡±, dijo. Pero no ser¨¢ f¨¢cil desligarse de la militarizaci¨®n imperante en este sexenio. Ni para Sheinbaum ni para G¨¢lvez, a decir de los analistas. ¡°La pr¨®xima presidenta hereda una especie de prisi¨®n determinista en t¨¦rminos de seguridad basada en un arreglo transexenal que limitar¨¢ la capacidad de acci¨®n¡±, opina el historiador del Colegio de M¨¦xico Humberto Beck. ¡°A pesar de la disputa legal que persiste, en los hechos la Guardia Nacional funciona como una rama de las Fuerzas Armadas y el Ej¨¦rcito est¨¢ involucrado en tareas de Seguridad, y en muchas otras. Lo raro es que no haya m¨¢s militares en secretar¨ªas que no son las de Defensa Nacional o la de Marina¡±, dice. Cree que revertir ese proceso es complicado.

Beck sostiene que en el pa¨ªs cogobiernan tres poderes, el civil, el militar y el criminal, que ha ganado fuerza de forma alarmante en algunos territorios. ¡°La mejor carta de Sheinbaum es exhibir los supuestos logros de Harfuch al frente de la polic¨ªa de la capital, porque en el ¨¢mbito federal no hay nada por ese lado¡±. El s¨ªmbolo del polic¨ªa ¡°le da la capacidad de argumentar que su proyecto es distinto al de L¨®pez Obrador¡±, a?ade Beck. ¡°Pero es desconcertante que ambas candidatas tendr¨¢n que defender cambios en esta materia cuando el horizonte de las dos remite a circunstancias anteriores. Con X¨®chitl G¨¢lvez sigue siendo el desastre de [Felipe] Calder¨®n y con Sheinbaum, la biograf¨ªa y la formaci¨®n de Harfuch se relaciona con personajes como Garc¨ªa Luna [el que fue secretario de Seguridad de Calder¨®n, hoy preso en Estados Unidos]¡±, advierte.

¡°Desde luego la seguridad es el gran asunto a resolver en este pa¨ªs y es la mejor arma para la oposici¨®n, porque no solo no ha mejorado en este sexenio la lucha contra la violencia, sino que ser¨¢ el que m¨¢s muertos cuente¡±, se?ala la analista pol¨ªtica Paula Sof¨ªa V¨¢squez S¨¢nchez. La propia campa?a electoral estar¨¢ llena de sangre, como ya se est¨¢ viendo antes de empezar, con los candidatos y funcionarios asesinados rozando la veintena. ¡°Va a ser interesante ver cu¨¢ntas candidaturas son ¨²nicas, sin contendientes, porque eso dar¨¢ la medida de los lugares cooptados por el crimen¡±, a?ade. Comprende que Sheinbaum exhiba a Harfuch como modelo contra la delincuencia, ¡°quiz¨¢ por la misma raz¨®n que el polic¨ªa fue tambi¨¦n su primera apuesta para la candidatura de la Ciudad de M¨¦xico. Le da un marco para la campa?a nacional, pero Claudia tiene que hacer cuentas con la militarizaci¨®n. ?Qu¨¦ va a pasar con el trabajo de las fuerzas armadas en materia de seguridad¡±, plantea V¨¢squez S¨¢nchez. Opina que no le queda m¨¢s remedio que ¡°echar para adelante a Harfuch para enmascarar esa seguridad militarizada. Tal como est¨¢ el pa¨ªs, un polic¨ªa es mejor carta que un militar¡±, afirma.

Capitalizar en votos la inseguridad del pa¨ªs entra?a riesgos. Un desliz desafortunado por parte de la oposici¨®n podr¨ªa devolver el pu?etazo: no se hace pol¨ªtica con los muertos, dir¨ªan algunos. Una simple foto de X¨®chitl G¨¢lvez junto a Felipe Calder¨®n en Espa?a ha bastado para que arrecien las cr¨ªticas a la candidata sobre su programa pol¨ªtico de seguridad. ¡°No s¨¦ cu¨¢les sean las estrategias en esta materia de la oposici¨®n, pero supongo que tendr¨¢n que focalizarse en las entidades. En Guerrero es el tema m¨¢s candente, pero hay muchos otros Estados que est¨¢n viendo c¨®mo pierden gobernabilidad y entran en la l¨®gica criminal, como Chiapas, Morelos, Guanajuato o Zacatecas¡±, dice la analista. Sacar partido a la violencia en campa?a depender¨¢ mucho de la oposici¨®n en estos lugares, sostiene V¨¢squez S¨¢nchez.

Esta campa?a se medir¨¢ por los ataques en materia de seguridad y por la defensa que de ello haga la sucesora del presidente, pero en este asunto, no faltan quienes opinan que lo m¨¢s sensato ser¨¢ distanciarse de los resultados que ha presentado la Administraci¨®n de L¨®pez Obrador.

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