M¨¦xico se encamina a sus primeras elecciones presidenciales entre dos candidaturas fuertes y una tercera opci¨®n desdibujada
Por primera vez en 30 a?os de democracia, los mexicanos elegir¨¢n entre dos opciones s¨®lidas y contrapuestas, un escenario t¨ªpico de los sistemas pluripartidistas con balotaje o segunda vuelta electoral
La historia de la democracia electoral en M¨¦xico se puede contar en dos grandes momentos. Hubo una ¨¦poca en que un partido, el sempiterno PRI, ganaba las elecciones presidenciales por una mayor¨ªa arrasadora; incluso, en 1976, solo un candidato presidencial apareci¨® en la boleta: el priista Jos¨¦ L¨®pez Portillo (por supuesto, gan¨®). El tablero electoral cambi¨® en la d¨¦cada de los noventa, tras las convulsas elecciones de 1988 ¡ªlas de la ca¨ªda del sistema¡ª y las exigencias de la ciudadan¨ªa de mayor apertura democr¨¢tica. Se cre¨® el IFE (antecedente del INE) como autoridad aut¨®noma del Gobierno para organizar y vigilar las elecciones y, a partir de los comicios de 1994, se configur¨® un tablero m¨¢s o menos consistente de tres fuerzas electorales: el PRI, que representaba el oficialismo centrista; el PRD, la izquierda; y el PAN, la derecha institucional.
En los comicios presidenciales de cada seis a?os, a pesar del surgimiento de nuevas formaciones pol¨ªticas y la desaparici¨®n de otras, los mexicanos eligieron siempre entre tres proyectos. En otras palabras, no hubo nunca una disputa solo entre dos opciones contrapuestas, sino que figur¨® siempre una tercera oferta que entusiasmaba a buena parte del electorado y desempe?aba una funci¨®n importante en cuanto al voto ¨²til. As¨ª fue durante tres d¨¦cadas de democracia. Hasta ahora, cuando hay dos candidatas punteras ¡ªla oficialista Claudia Sheinbaum y la opositora X¨®chitl G¨¢lvez¡ª y una tercera opci¨®n ¡ªJorge ?lvarez M¨¢ynez, de Movimiento Ciudadano¡ª colocada muy al fondo de las encuestas, con unas cifras de intenci¨®n del voto tan bajas que, incluso, ponen en riesgo la pervivencia del partido. Los especialistas coinciden en que, por primera vez, M¨¦xico experimentar¨¢ una elecci¨®n presidencial con las caracter¨ªsticas del balotaje y o la segunda vuelta, disputada solo entre dos opciones contrapuestas.
En M¨¦xico hay un sistema electoral de una sola votaci¨®n y en la que gana el candidato que obtenga mayor¨ªa simple. No hay elecciones primarias ni hay segunda vuelta (Argentina es el ejemplo de un pa¨ªs que conjuga ambas etapas). Algunos congresistas mexicanos han intentado instaurar el sistema de balotaje, en el que, si un candidato no obtiene la mayor¨ªa absoluta ¡ªm¨¢s de 50% de los sufragios¡ª en una primera votaci¨®n, va a una nueva y definitiva elecci¨®n contra el segundo lugar. Esas iniciativas no han prosperado en M¨¦xico. La elecci¨®n de este a?o, sin embargo, ser¨¢ una suerte de laboratorio, donde los indecisos y el voto ¨²til jugar¨¢n un papel clave.
¡°No hab¨ªamos visto una elecci¨®n que no estuviera a tercios, o en la que uno de los tercios, aunque fuera disminuido, fuese tan peque?o como aparentemente podr¨ªa ocurrir en esta elecci¨®n¡±, sostiene Alfredo Figueroa, exconsejero del Instituto Nacional Electoral (INE) y especialista en estudios de opini¨®n p¨²blica. ¡°En este escenario electoral, el crecimiento de quien hoy tiene m¨¢s preferencia hace naturalmente una ¡®bajada doble¡¯, como ocurre en los sistemas de segunda vuelta o de balotaje: un punto que sube, lo baja la candidata que va en segundo, y a la inversa, un punto que sube la candidata en segundo lugar es un punto que baja la que va en la punta¡±, explica.
Los terceros en la historia
La ¨²ltima encuesta de Enkoll para EL PA?S, con datos recogidos en enero, daba a Sheinbaum, la abanderada de Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, una preferencia bruta de 54 puntos; le segu¨ªa G¨¢lvez, aspirante de la alianza del PAN, PRI y PRD, con 27 puntos; en un rec¨®ndito tercer lugar aparec¨ªa ?lvarez M¨¢ynez, de MC, con 3 puntos (todas las encuestas, en general, dan a M¨¢ynez una ventaja de un solo d¨ªgito). La medici¨®n de Enkoll recog¨ªa tambi¨¦n un 16% de votantes indecisos, que Figueroa llama ¡°voto switcher¡±. ¡°El voto ¨²til es mucho m¨¢s f¨¢cil de explicar cuando solo hay dos opciones. El voto ¨²til es el voto t¨ªpico de los balotajes, de las segundas vueltas. Ser¨¢ A o B, si se impregna entre la ciudadan¨ªa [la idea de] ¡®no tengo a d¨®nde m¨¢s llevar mi voto¡¯. Se vota por s¨ªes o por noes. S¨ª quiero esto o no quiero esto otro. Y se define el electorado en esos t¨¦rminos¡±, se?ala el especialista.
Desde 1994, en todas las elecciones presidenciales, el tercer lugar fue competitivo y obtuvo siempre una votaci¨®n de dos d¨ªgitos, en ocasiones muy cerca del segundo puesto en la contienda. En los comicios de 1994 triunf¨® el candidato del PRI, Ernesto Zedillo, aunque lejos de las aplastantes votaciones de anta?o. El candidato en tercer lugar, Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, del PRD, obtuvo una votaci¨®n de 16%. En el 2000, C¨¢rdenas, que lo intentaba de nuevo, tuvo otra vez el 16% de los sufragios. Esa elecci¨®n fue importante porque, por primera vez en d¨¦cadas, el PRI perd¨ªa la presidencia, frente al panista Vicente Fox.
En 2006, el resultado fue muy cerrado y la diferencia entre el primero y el segundo lugar fue de d¨¦cimas. Gan¨® la elecci¨®n Felipe Calder¨®n, del PAN, sobre Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, del PRD, por una diferencia de 0.56%; el candidato del PRI, Roberto Madrazo, enviado al tercer puesto, se llev¨® sin embargo el 22% de sufragios. En 2012, los ciudadanos echaron al PAN de la presidencia y devolvieron al PRI al poder, con Enrique Pe?a Nieto, lo que puso fin al periodo de la alternancia. La candidata en tercer lugar, Josefina V¨¢zquez Mota, del PAN, obtuvo el 25% de los votos.
En 2018, L¨®pez Obrador conquist¨® por fin la presidencia y se convirti¨® en el mandatario federal m¨¢s votado en tres d¨¦cadas, con el 53% de los sufragios; el tercero perdedor, el priista Jos¨¦ Antonio Meade, tuvo 16%. ¡°En el pa¨ªs hubo tres grandes grupos o fuerzas pol¨ªticas; hoy dos de ellas, PAN y PRI, est¨¢n unidas; la tercera, Morena, vaci¨® buena parte de lo que era el PRD y del PRI. Esto dej¨® una l¨®gica bipartidista o bicoalici¨®n¡±, explica Figueroa. ¡°Las fuerzas pol¨ªticas m¨¢s importantes est¨¢n concentradas en dos grandes coaliciones. Y la tercera oferta, MC, en una elecci¨®n cuyos tintes y elementos son propiamente los de la polarizaci¨®n pol¨ªtica, queda relegada a un partido cuya narrativa de la ¡®tercera v¨ªa¡¯ parece no estar funcionando¡±.
El problema de MC
Figueroa considera que el desdibujamiento de Movimiento Ciudadano en esta elecci¨®n es consecuencia de la confrontaci¨®n interna entre la dirigencia nacional, encabezada por Dante Delgado, y el Grupo Jalisco, conducido por el gobernador del Estado, Enrique Alfaro. El proceso de definici¨®n de la candidatura presidencial enfrent¨® a los dos l¨ªderes al grado de la ruptura. Se perfila que MC conserve la gubernatura de Jalisco, pero a nivel presidencial los votos ir¨¢n para las dos punteras, principalmente Sheinbaum, y no para M¨¢ynez, seg¨²n una encuesta de Reforma del 6 de febrero (en esa medici¨®n, la candidata morenista obtiene el 69% de la intenci¨®n del voto, G¨¢lvez el 23%, y M¨¢ynez el 8%).
¡°El Grupo Jalisco, que es el que ha sostenido desde hace mucho tiempo el registro de MC, claramente no acompa?a a M¨¢ynez. Adem¨¢s, con Jalisco votando por una de las dos opciones [punteras], veo dif¨ªcil que M¨¢ynez obtenga una votaci¨®n alta. En pol¨ªtica todo es posible, pero ese escenario me parece muy improbable, porque MC no cuenta con el Grupo Jalisco¡±, explica el exconsejero.
Heidi Osuna, directora de la casa encuestadora Enkoll, afirma que no se debe descartar desde este momento la candidatura de M¨¢ynez, pues est¨¢n en puerta los debates presidenciales y la campa?a. No obstante, reconoce que la circunstancia que envi¨® al partido naranja al fondo de las mediciones es haber escogido a M¨¢ynez como abanderado de entre los cuadros posibles. La especialista afirma que el pol¨ªtico de MC m¨¢s competitivo era Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey e hijo del candidato presidencial del PRI asesinado en 1994, el entra?able Luis Donaldo Colosio Murrieta. En una encuesta de julio del a?o pasado, en un careo en el que Colosio fue colocado como posible abanderado de MC, este se situ¨® en segundo lugar, con el 19% de las preferencias electorales, por encima de G¨¢lvez, que tuvo 18% (Sheinbaum gan¨® el 48%).
Colosio, sin embargo, no quiso ser candidato de su partido. A la b¨²squeda de un sustituto, Delgado apart¨® a Alfaro, que quer¨ªa esa posici¨®n, aunque sus cifras no eran tan altas como las de Colosio. Finalmente, el dirigente nacional opt¨® por el gobernador de Nuevo Le¨®n, Samuel Garc¨ªa. En noviembre, el flamante candidato registraba el 17% de las preferencias y tend¨ªa a crecer. Pero duraron poco sus aspiraciones. El PRI y PAN en el Congreso de Nuevo Le¨®n torpedearon los planes del gobernador para contender en las presidenciales y obligaron a MC a un nuevo cambio de candidato. Despu¨¦s de semanas de indefinici¨®n, el partido naranja eligi¨® por fin a M¨¢ynez. Esa decisi¨®n trajo consigo el desplome de MC, que entre noviembre y enero pas¨® del 17% al 3% de las preferencias de los electores.
¡°El problema de MC es que no tuvo un candidato. Si hubiera tenido a Colosio en la boleta, yo creo que hoy el partido ser¨ªa segundo lugar. Si hubiera tenido a Samuel Garc¨ªa, con la tendencia que ten¨ªa de crecimiento, hoy podr¨ªa estar rascando el segundo lugar¡±, afirma Osuna. La especialista explica, adem¨¢s, que MC genera simpat¨ªa entre la ciudadan¨ªa, pues no arrastra la mala reputaci¨®n de otros partidos. En una encuesta de Enkoll de julio de 2023, MC era el segundo partido mejor evaluado por la poblaci¨®n, despu¨¦s de Morena. ¡°MC es una marca sana a nivel nacional; obviamente no es tan poderosa como Morena, pero s¨ª es una marca sana; el problema es que le faltan cuadros¡±, dice Osuna.
La clave de los indecisos
En una circunstancia de suma cero, donde generalmente los puntos que gana una opci¨®n los pierde la otra, el voto de los indecisos es crucial. Osuna afirma que, tras la sustituci¨®n de Garc¨ªa por M¨¢ynez, los potenciales votantes de MC se reacomodaron entre Sheinbaum y G¨¢lvez, por un lado, y entre los indecisos, por el otro. ¡°Los extremos, los bipartidismos, dejan a muchos ciudadanos sin representaci¨®n. Movimiento Ciudadano se alimenta de los extremos, de los que est¨¢n desencantados del PAN-PRI-PRD y de los que est¨¢n desencantados de Morena-Verde-PT. Por eso, en mes y medio, crecieron las dos candidatas pr¨¢cticamente en la misma proporci¨®n, por el desplome de MC. Vamos a ver si MC puede recuperar esos votos o si se quedan con las candidatas¡±, se?ala la experta.
Osuna y Figueroa coinciden en que es posible que un efecto indeseado de la concentraci¨®n de la oferta electoral en dos opciones ¨²nicas desmotive a los ciudadanos y se reduzca el nivel de participaci¨®n. ¡°Imag¨ªnate a alguien que no quiera votar por el PAN, PRI y PRD porque han gobernado el pa¨ªs muchos a?os, principalmente el PRI, y que en estos momentos desaprueba al presidente L¨®pez Obrador. No encontrar¨ªa una opci¨®n. Entonces, ?qu¨¦ pasar¨ªa con el ciudadano? Pues es muy probable que no asista votar¡±, explica Osuna. ¡°Si los resultados de la elecci¨®n indican que hay un abstencionismo alto, quiere decir que el pa¨ªs no est¨¢ polarizado como lo est¨¢ la oferta pol¨ªtica, que no est¨¢ en dos extremos, que el pa¨ªs necesita m¨¢s opciones. Y es cuando se va a abrir la puerta a que otra vez tengamos m¨¢s candidatos de m¨¢s partidos pol¨ªticos o candidatos independientes¡±, agrega.
Figueroa sostiene que los niveles de participaci¨®n ser¨¢n determinantes en esta elecci¨®n. ¡°Un escenario de baja participaci¨®n es una elecci¨®n donde el oficialismo tiene mayores posibilidades. A mayor participaci¨®n, quiere decir que la gente s¨ª encontr¨® en las candidaturas algo por lo que llegar a la boleta con entusiasmo, aunque sea el entusiasmo de no permitir que contin¨²en unos¡±, se?ala.
El especialista estima que Sheinbaum y G¨¢lvez tienen posibilidades de atraer al electorado si ofrecen cierto grado de cambio pol¨ªtico. ¡°El principal desaf¨ªo de Sheinbaum es hablarles a las personas que no est¨¢n convencidas de la continuidad de la Cuarta Transformaci¨®n, mostrando un nuevo rostro para el votante indeciso que est¨¢ todav¨ªa lejos de la 4T, ofreciendo mayor pluralidad, mayores libertades, menos imposici¨®n, mayor capacidad de di¨¢logo. No un ¡®segundo piso¡¯, sino un rostro mucho menos autoritario¡±, explica. ¡°Y el reto de G¨¢lvez¡±, agrega, ¡°ser¨¢ persuadir a ese votante vol¨¢til de que ella representa la opci¨®n m¨¢s pluralista y menos corrupta de la historia pol¨ªtica, un cambio hacia el futuro sin los componentes que llevaron al pa¨ªs a desechar el r¨¦gimen anterior de partidos. Es el relato del cambio contra la continuidad; no regresi¨®n, sino cambio¡±, a?ade.
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