La Iglesia en elecciones: ¡°El laicismo m¨¢s radical se ha ablandado¡±
La separaci¨®n Iglesia-Estado es uno de los emblemas de un pa¨ªs mayoritariamente cat¨®lico, pero en los ¨²ltimos a?os la religi¨®n ha ganado peso como actor pol¨ªtico y granero de votos
El verano de 2002, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador tuvo un encuentro fugaz con el papa Juan Pablo II de visita en M¨¦xico. Sin saber muy bien qu¨¦ hacer en una situaci¨®n como esa, el entonces jefe de gobierno de la capital consult¨®, a trav¨¦s de su secretario, al soci¨®logo Roberto Blancarte, experto en religiones y laicismo, quien le recomend¨® un papel muy discreto que se resolvi¨® con un lev¨ªsimo e improvisado saludo a las afueras de la bas¨ªlica de Guadalupe. El menor de sus hijos de entonces, cuentan las cr¨®nicas, le regal¨® al pont¨ªfice una capa de lana de borrego envuelta en papel de estraza. El muy cat¨®lico Vicente Fox recibi¨® al polaco con l¨¢grimas en los ojos y se hicieron encuestas para saber c¨®mo hab¨ªa encajado la poblaci¨®n el beso en el anillo con el que el presidente se postr¨® ante el pont¨ªfice. M¨¦xico estaba quebrando un pasado laico que asent¨® sus principios constitucionales en el siglo XIX y se consolid¨® tras la revoluci¨®n de 1910. Hoy en d¨ªa, las dos aspirantes a la presidencia han visitado a Francisco en El Vaticano, los obispos de Guerrero han negociado con el narco un enfriamiento de la violencia y el Episcopado ha convocado con ¨¦xito a los tres candidatos en liza para las presidenciales de junio en busca de un consenso pol¨ªtico que traiga la paz al pa¨ªs. ?Qu¨¦ ha pasado con la religi¨®n y el laicismo desde aquellas l¨¢grimas de Fox hasta la fecha?
Blancarte cree que va ganando lo laico, ¡°con algunas grietas en el ¨¢mbito p¨²blico¡±, que la separaci¨®n Iglesia- Estado impuesta por los liberales juaristas en la Constituci¨®n de 1957 se mantiene ¡°firme¡± entre la poblaci¨®n. M¨¦xico, dice el investigador del Colmex, sigue siendo tan cat¨®lico como anticlerical, por m¨¢s que el presidente se haya erigido en este sexenio como ¡°el campe¨®n¡± de las pr¨¦dicas morales. Como ¡°un curita de pueblo¡±, en palabras del soci¨®logo. En efecto, las encuestas dan la raz¨®n a Blancarte. La ¨²ltima que efectuaron las Cat¨®licas por el Derecho a Decidir, en 2021, revela un pa¨ªs, cuando menos, curioso. Con una muestra en la que el 92% cree en dios, los consultados no est¨¢n de acuerdo en que se imparta religi¨®n en las escuelas (67%), apoyan el matrimonio del mismo sexo (60%), opinan que una mujer que ha abortado puede seguir siendo una buena creyente (65%) y el 72% rechaza que los sacerdotes u otros l¨ªderes religiosos llamen a votar por un partido u otro en las elecciones. Naturalmente, las respuestas de los no creyentes elevan esas cifras.
M¨¦xico es un pa¨ªs muy religioso en general, donde 90 millones de personas se declaran cat¨®licas y el culto a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre es la segunda romer¨ªa m¨¢s populosa del mundo tras la peregrinaci¨®n a la Meca, pero tiene una legislaci¨®n laica muy robusta que impide las clases de religi¨®n en las escuelas p¨²blicas (Salinas de Gortari lo concedi¨® en las privadas), la manifestaci¨®n pol¨ªtica de los religiosos y la invocaci¨®n a dioses y santos en las campa?as pol¨ªticas y en el ejercicio de gobierno. Pero M¨¦xico es tambi¨¦n un pa¨ªs donde las leyes se incumplen con tenacidad y ah¨ª est¨¢n las escuelas vac¨ªas y los bancos cerrados para celebrar a la guadalupana, por m¨¢s que lo disfracen con alguna conmemoraci¨®n laica. El pasado octubre, una iniciativa del PRI en el Congreso propuso declarar ese d¨ªa no laborable por ¡°razones culturales, religiosas y econ¨®micas¡±. O sea, darle carta de naturaleza a lo que ya ocurre.
¡°Hay una fuerte conexi¨®n entre el populismo y la religiosidad popular y Morena lo ha descubierto y juega con ello de forma ambigua¡±, explica Blancarte. C¨®mo, si no, entender que los obispos se echen a la monta?a a dialogar con el narco o que las candidatas acudan a la convocatoria del Episcopado sin que el presidente diga esta boca es m¨ªa. Al resto del espectro pol¨ªtico tampoco se le escucha posici¨®n en contra, los votos son los votos. El Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional, el partido del presidente, autoproclamado de izquierdas, se fund¨® un 12 de diciembre y su acr¨®nimo, Morena, hace un gui?o indudable a la Virgen de Guadalupe, aunque esta, como la bandera, no es de nadie, sino de todos.
Dicho esto, el mayor misterio de la pol¨ªtica mexicana no es qui¨¦n ganar¨¢ las elecciones, por ejemplo, sino qu¨¦ religi¨®n profesa el presidente de la Rep¨²blica. ¡°Es cristiano, sin duda, tengo mis fuentes y ¨¦l mismo lo ha dicho, es la percepci¨®n generalizada de los que nos dedicamos a esto¡±, sostiene la historiadora y experta en religiones de la UNAM Patricia Galeana. ¡°No es evang¨¦lico, aunque lo parezca¡±, rechaza Blancarte: ¡°Es cat¨®lico, aunque con los mormones diga que es morm¨®n y con los testigos de Jehov¨¢ que es testigo; anticlerical, puede ser, pero cat¨®lico¡±, asegura el soci¨®logo, coautor del libro titulado AMLO y la religi¨®n. El estado laico bajo amenaza. ¡°Definitivamente cristiano, dicen que se convirti¨® tras casi ahogarse en su juventud¡±, sostiene la tambi¨¦n experta Pauline Capdevielle, del Instituto de Investigaciones Jur¨ªdicas de la UNAM. No es dif¨ªcil imaginarse a L¨®pez Obrador con una sonrisa si acaso leyera este texto. Capdevielle tambi¨¦n se r¨ªe: ¡°Es que es un misterio¡±, dice.
El presidente ha sacado escapularios de su bolsillo en plena conferencia ante la prensa para decir que le proteg¨ªan de la covid-19, sus invocaciones a Jesucristo y la Virgen de Guadalupe son frecuentes y si bien no es de misas, algunos de sus discursos m¨¢s parecen sermones. Los evangelistas o los cristianos s¨ª acuden al culto y no llevan im¨¢genes, tampoco reconocen al Papa, a quien este presidente alaba con gusto en la figura de Francisco.
La Iglesia como actor pol¨ªtico
Misterios aparte y volviendo a la pol¨ªtica, las ¨²ltimas intervenciones de la Iglesia en la campa?a electoral merecen un repaso sobre el estado de la cuesti¨®n en M¨¦xico. ¡°Yo siento al presidente actual menos integrista que los anteriores, creo que ha ido con tiento, pero su actitud de negaci¨®n ante la violencia que cubre al pa¨ªs ha dejado un nicho de acci¨®n a los obispos¡±, dice Galeana. La convocatoria del Episcopado a los candidatos para firmar un documento consensuado por la paz, opina la catedr¨¢tica, ¡°ha despertado la simpat¨ªa hasta de los cr¨ªticos¡±. ¡°Incluso en los c¨ªrculos de los que son, como yo, ateos¡±, sostiene. ¡°El pa¨ªs ve a la clerec¨ªa con una actitud emp¨¢tica y solidaria con las v¨ªctimas de la violencia¡±, a?ade la autora de Secularizaci¨®n del Estado y la sociedad. A este sentir general contribuy¨® el asesinato de dos jesuitas y un gu¨ªa tur¨ªstico en la sierra Tarahumara (Chihuahua) en junio de 2022. Los religiosos dieron un pu?etazo sobre la mesa: ya estaba bien de tanta violencia. El presidente no encaj¨® la cr¨ªtica humildemente.
Capdevielle opina que estos signos, as¨ª como las visitas al Papa, tienen que ver m¨¢s con la necesidad de los votos en las elecciones, pero no deja de mostrarse sorprendida ante estos gestos que antes, dice, ¡°se discut¨ªan m¨¢s entre la poblaci¨®n y ahora no despiertan gran debate. Se da por asumido que la religi¨®n es otro actor en la pol¨ªtica. Los cat¨®licos quieren recuperar su liderazgo, por un tiempo velados ante el empuje de los evang¨¦licos. Est¨¢n llevando la batuta¡±.
Lejos los tiempos en que se le mult¨® a Fox por sacar a una Virgen de Guadalupe en campa?a, recuerda Blancarte. Cree que L¨®pez Obrador ¡°ha mezclado las cosas, desde sus primeras posiciones lacias hasta su influencia por los evang¨¦licos, todo lo mezcl¨® en 2018¡å, cuando gan¨® la presidencia. De todos modos, no es el ¨²nico, ¡°la religi¨®n se ha convertido en una cultura pol¨ªtica general, muchos alcaldes, sobre todo en el norte, influidos por Estados Unidos o por algunas organizaciones evang¨¦licas, hablan de religi¨®n en sus intervenciones p¨²blicas, tambi¨¦n gobernadores¡±, afirma. ¡°La laicidad m¨¢s radical se ha ablandado¡±. Hablar de Dios y agradecer a la Virgen es ahora moneda com¨²n en los m¨ªtines.
Sin embargo, todos coinciden en que el laicismo sigue firme y la sociedad, atenta para que no se crucen las l¨ªneas que levantar¨ªan a Ju¨¢rez de su tumba (¡°No hace falta que se levante, ya se estar¨¢ revolviendo en ella¡±, bromea Blancarte). ¡°Tenemos un trabajo muy importante que hacer para fortalecer y defender el Estado laico, que desde hace un tiempo est¨¢ en riesgo¡±, corrobora la directora de Cat¨®licas por el derecho a decidir, Aid¨¦ Garc¨ªa. ¡°No nos parece mal que desde el Episcopado se impulse un foro por la paz, pero no se deben suplir las acciones propias del Estado, ese es el riesgo¡±, sostiene. ¡°No debemos perder la lucha hist¨®rica por el laicismo y en M¨¦xico se ha vulnerado mucho, aunque hay que reconocer que tambi¨¦n se ha avanzado en asuntos que lo fortalecen, como la despenalizaci¨®n del aborto, los matrimonios igualitarios, los derechos de las mujeres y de la diversidad en general¡±. En esos aspectos, dice Garc¨ªa, la separaci¨®n Iglesia-Estado ¡°se ha salvaguardado¡±.
Como demuestran las encuestas, la sociedad mexicana resguarda las ense?anzas emanadas de sangrientas luchas civiles y contra el invasor extranjero, desde la conquista europea pasando por Francia y Estados Unidos, cuando la Iglesia cat¨®lica se posicionaba al lado de los espa?oles o del dictador Porfirio D¨ªaz, por citar solo unos ejemplos. Cuando las sotanas atesoraban las tres cuartas partes de las tierras productivas y eran due?os y se?ores de la ense?anza reglada. Desde la excomuni¨®n del cura insurrecto Miguel Hidalgo a las guerras cristeras del siglo XX, M¨¦xico ha luchado por desembarazarse de un predominio cat¨®lico cuyos privilegios se sintieron con fuerza tanto en la Nueva Espa?a como en la vieja. Y, por ahora, parece que lo va logrando.
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