No le gustar¨¢ este texto
No hay garant¨ªas de que la estrategia de L¨®pez Obrador sea la id¨®nea. Lo ¨²nico cierto es que la realidad es suficientemente ambigua y el calendario excesivamente temprano
Si usted es uno de los mexicanos convencido de que el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador nos est¨¢ conduciendo al desastre, este texto probablemente habr¨¢ de incomodarle. El manejo que el Gobierno ha hecho de la crisis econ¨®mica provocada por la pandemia ha sido percibida en el sector privado poco menos que como un crimen, un error descomunal que deprimir¨¢ al sector productivo y condenar¨¢ al pa¨ªs a la depresi¨®n y a la pobreza. Entre la ¨¦lite y los sectores altos y medio altos esta tesis se ha convertido en una verdad absoluta. El problema para ellos es que la informaci¨®n est¨¢ lejos de ser concluyente y en m¨¢s de un sentido podr¨ªa ser contraria.
El desplome. Seg¨²n las estimaciones m¨¢s recientes del legendario y conservador The Economist, el PIB de M¨¦xico caer¨¢ este a?o 9,7%, el peor descenso en muchas d¨¦cadas, lo cual parecer¨ªa confirmar la noci¨®n de que el Gobierno no tiene idea de c¨®mo funciona una econom¨ªa moderna. Pero en tal caso tampoco la tendr¨ªan los gobiernos de la zona europea, que en conjunto caer¨¢ 8,4% este a?o, arrastrada por Espa?a (-11%), Italia (-10,8%), Francia (-10,4%) e Inglaterra (-9%). En otras palabras, la magnitud de la ca¨ªda de la econom¨ªa no es un indicador que por s¨ª solo permita aprobar o reprobar a un Gobierno.
Ideolog¨ªas y partidos pol¨ªticos aparte, lo cierto es que el impacto econ¨®mico de la pandemia tiene que ver, mayormente, con las caracter¨ªsticas estructurales y cr¨®nicas de un pa¨ªs. Naciones en las que son muy relevantes el turismo, el petr¨®leo y la subordinaci¨®n a cadenas productivas internacionales lo pasar¨¢n peor que aquellas orientadas a la producci¨®n de alimentos o a insumos destinados al sector tecnol¨®gico, por ejemplo. La diversificaci¨®n de la planta exportadora y su flexibilidad para adaptarse a las nuevas condiciones ser¨¢ un factor decisivo en los meses por venir.
En ese sentido en M¨¦xico los astros no est¨¢n del todo alineados. No solo por la fragilidad que nos impone una vocaci¨®n tur¨ªstica y petrolera, tambi¨¦n porque nuestro sector de exportaci¨®n resulta poco competitivo a mar abierto, toda vez que nuestro empresariado se fortaleci¨® a la sombra de la maquila y la interdependencia que ofrec¨ªa el TLC a partir de una mano de obra barata. Pero sin esos ¡°flotis¡± el pa¨ªs carece de la competitividad en el mercado mundial que alcanzan otras naciones de Am¨¦rica Latina o el Mediterr¨¢neo. Del otro lado, la interdependencia con Estados Unidos, que nos impone esa fragilidad ante el mercado mundial, se convierte en una ventaja geogr¨¢fica evidente. De lo anterior se desprende que citar una cifra negativa (en este caso el -9,7%) como argumento ¨²ltimo y definitivo para descalificar al Gobierno es simplista o revela un inter¨¦s pol¨ªtico. No solo habr¨ªa que contextualizar los datos con el resto de los pa¨ªses sino entender las singularidades hist¨®ricas, geogr¨¢ficas y estructurales para poder desprender una valoraci¨®n razonable sobre el desempe?o de las autoridades.
Nulos apoyos al sector productivo. Contra lo que hicieron la mayor¨ªa de los gobiernos, el mexicano decidi¨® ignorar a la planta productiva y concentrar todos los esfuerzos en la poblaci¨®n de bajos ingresos. Una actitud no solo calificada de suicida para efectos econ¨®micos sino tambi¨¦n de criminal porque, a juicio de sus cr¨ªticos, obedec¨ªa a un c¨¢lculo pol¨ªtico electoral. Pero, otra vez, los n¨²meros no necesariamente confirman esta tesis. En pa¨ªses como Francia o Alemania donde el grueso de la poblaci¨®n trabaja en el sector formal, la ayuda a las empresas es tambi¨¦n una ayuda a sus trabajadores, es decir a las familias. Pero, ?qu¨¦ pasa cuando la mayor¨ªa de las familias, particularmente las m¨¢s pobres, no trabaja para una empresa formal? La respuesta de L¨®pez Obrador fue una estrategia ¡°de abajo para arriba¡±. La primera responsabilidad del Gobierno ante una crisis de esta magnitud, asumi¨® el presidente, es que el cierre de la actividades econ¨®mica no se convierta en una tragedia humana. Entre el 52 y el 56% de los trabajadores operan en el sector informal, la mayor¨ªa de ellos vive literalmente al d¨ªa. Disminuir impuestos a las empresas u ofrecer cr¨¦ditos subsidiados a los empresarios, como clamaba la iniciativa privada, no iba a dar de comer a decenas de millones de hogares al l¨ªmite de la pobreza; las transferencias del Gobierno, s¨ª. Y justamente eso es lo que hizo. En este momento entre 60 y 70% de las familias del pa¨ªs recibe alg¨²n tipo de apoyo econ¨®mico directo. Adicionalmente se gener¨® una partida para minicr¨¦ditos a la microempresa y al trabajador por cuenta propia (equivalente a poco m¨¢s 1.000 d¨®lares) para paliar los efectos de la par¨¢lisis econ¨®mica.
La irresponsabilidad de no endeudarse. Una cr¨ªtica adicional tiene que ver con la renuencia del presidente a recurrir al endeudamiento lo cual habr¨ªa ampliado el tama?o de ¡°la cobija¡± y permitido ayudar a todos y no solo a los m¨¢s pobres. La negativa de L¨®pez Obrador puede ser objeto de discusi¨®n, pero no es irracional. Los niveles actuales de endeudamiento son preocupantes y sangran brutalmente el presupuesto. Ya hay textos que se?alan la amenaza que representa la deuda contra¨ªda para la recuperaci¨®n a corto y mediano plazo de varios pa¨ªses europeos. En ese sentido, M¨¦xico no habr¨¢ incrementado ese lastre.
Se puede estar en desacuerdo con la estrategia del Gobierno de la 4T pero eso no significa que sea absurda o irracional. Responde a criterios y urgencias que pueden no ser los de algunos sectores de la poblaci¨®n pero s¨ª las de otros. L¨®pez Obrador apost¨® por un apoyo al consumo (o evitar una crisis de consumo). Con ello busc¨® un prop¨®sito doble: impedir una tragedia social pero tambi¨¦n propiciar la demanda desde abajo para la reactivaci¨®n de los sectores productivos. Acompa?¨® esta estrategia con dos objetivos complementarios: uno, restablecer el T-MEC para agilizar las cadenas productivas de exportaci¨®n y dos, acortar los sem¨¢foros de salubridad para reanudar lo m¨¢s pronto posible la actividad econ¨®mica. En otras palabras, la prioridad ante la pandemia no fue evitar la propagaci¨®n del virus porque eso habr¨ªa significado un confinamiento econ¨®mico insoportable para los pobres, sino simplemente aplanar la curva de contagios e impedir un colapso del sistema de salud pero con el m¨ªnimo de semanas de par¨¢lisis econ¨®mica.
No hay garant¨ªas de que la estrategia de L¨®pez Obrador sea la id¨®nea. Dif¨ªcilmente alguna lo es. Lo ¨²nico cierto es que la realidad es suficientemente ambigua y el calendario excesivamente temprano para crucificar o, por el contrario, beatificar a alguien por ese motivo. Hacerlo es, simple y llanamente, grilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.