Defendiendo a L¨®pez Obrador de s¨ª mismo
El juicio que muchas personas hacen del Gobierno se origina en los deslices y traspi¨¦s del mandatario, y no en el verdadero alcance de sus pol¨ªticas p¨²blicas
En materia de golpes medi¨¢ticos el presidente mexicano es un im¨¢n irresistible, sea para citar incorrectamente a Mario Puzo y su novela El Padrino, como para anunciar una reforma al sistema de pensiones que cambiar¨¢ la calidad de la vejez de millones de personas. Un d¨ªa inventa adversarios donde no los ten¨ªa para esc¨¢ndalo de muchos que no conciben a un presidente que parece disfrutar la polarizaci¨®n de los mexicanos, al d¨ªa siguiente firma un tratado hist¨®rico con Estados Unidos gracias a un enorme esfuerzo de contenci¨®n y madurez. Hoy minimiza el uso del tapabocas, para consternaci¨®n de todos, ma?ana se lanza a una gira en la que cicatriza divisiones con gobernadores de oposici¨®n recalcitrantes. En suma, cuando creemos que definitivamente ya lo hemos perdido en la burbuja optimista en la que vive, entre relatos patri¨®ticos del siglo XIX, ataques fulminantes a sus cr¨ªticos y abrazos a los sicarios, el presidente regresa con un planteamiento hist¨®rico para modificar favorablemente la vida de los ciudadanos.
Por desgracia las redes sociales y la conversaci¨®n p¨²blica no distinguen entre lo trascendente y lo fr¨ªvolo, entre lo chusco y aquello que tiene posibilidades de modificar la historia. La ¡°viralizaci¨®n¡± de la informaci¨®n sigue c¨®digos perversos: obedece al potencial que una noticia tiene para provocar reacciones de humor y morbo y desatar emociones, particularmente las negativas. Probablemente se hablar¨¢ m¨¢s de un tuit pol¨¦mico de Beatriz Guti¨¦rrez M¨¹ller, la esposa del presidente, que del cambio en el sistema de pensiones para incluir a millones que antes eran ignorados. Es lamentable, porque el juicio que muchas personas hacen del gobierno se origina en los deslices y traspi¨¦s del mandatario, y no en el verdadero alcance de sus pol¨ªticas p¨²blicas, que es lo que en realidad afecta a las personas.
Lo que no resulta tan explicable es que el presidente caiga tambi¨¦n en esa l¨®gica. Al pararse ante un micr¨®fono suele incurrir en la misma desproporci¨®n entre lo coyuntural y lo trascendente. A la mayor¨ªa de los mexicanos nos tiene sin cuidado la manera en que titul¨® una noticia el diario Reforma o el contenido de una columna pol¨ªtica que el mandatario considera injusta, entre las 200 que se publicaron ese d¨ªa. Y sin embargo, pasa del anuncio de una reforma de Estado que mueve oc¨¦anos, por as¨ª decirlo, a la foto de portada de un diario que ser¨¢ archivo dentro de tres d¨ªas: con una diferencia, lo de la foto le merecer¨¢ una reacci¨®n emocional que har¨¢ las delicias del gran p¨²blico, mientras que el proyecto que har¨¢ historia ser¨¢ despachado con cifras y frases de bronce que pocos consultar¨¢n. Al d¨ªa siguiente el presidente har¨¢ una sentido reclamo al Reforma por haber destacado el chisme en primera p¨¢gina y minimizado la nota trascendente en p¨¢ginas interiores, sin percibir de que ¨¦l est¨¢ haciendo justo lo mismo al hacer el se?alamiento. El presidente hace una menci¨®n hist¨®rica de Benito Ju¨¢rez y acto seguido le habla a la Naci¨®n de un tal Pablo Hiriart, un columnista al que ¨¦l detesta, sin percatarse de la desproporci¨®n de su narrativa.
La justificaci¨®n del presidente para actuar as¨ª es que no desea dejar sin respuesta distorsiones de mala fe o cr¨ªticas infundadas. No parece darse cuenta de que al mencionarlos obsesivamente en la m¨¢xima tribuna de la Naci¨®n, como ¨¦l dir¨ªa, los convierte en celebridades. El Reforma ha renacido, gracias al presidente, como el espacio para aglutinar a todos los sectores que se le oponen. Ninguna campa?a de publicidad podr¨ªa haber sido m¨¢s efectiva. Y Pablo Hiriart hoy es alguien para muchos millones de mexicanos que ignoraban su existencia. El presidente no parece darse cuenta de que al subir al ring a un actor social, le otorga una dimensi¨®n nacional e hist¨®rica.
Pero no reside all¨ª el problema m¨¢s all¨¢ del efecto contraproducente que supone agigantar artificialmente a sus adversarios. El problema es que son estos desahogos los que ocupar¨¢n los espacios y ahogar¨¢n la atenci¨®n a los aspectos trascendentes de su sexenio. Me recuerda al profesor de Yoga de la televisi¨®n que se exhibe semidesnudo para mostrar su f¨ªsico impresionante y luego se queja de que no se ha prestado atenci¨®n al mensaje espiritual que entra?a la disciplina milenaria que ¨¦l difunde.
Pero a diferencia del yogui en cuesti¨®n, el presidente tiene un fondo m¨¢s all¨¢ del ruido que ¨¦l mismo genera y termina por desdibujarlo. En ese sentido habr¨ªa que recuperar al L¨®pez Obrador que est¨¢ cambiando aspectos fundamentales del pa¨ªs, del Lopez Obrador pendenciero de las ma?aneras.
En dos a?os las reformas y las pol¨ªticas p¨²blicas puestas en marcha por la 4T est¨¢n provocando transformaciones importantes en beneficio del pa¨ªs. No todos estar¨¢n de acuerdo, desde luego, pero es este el criterio de evaluaci¨®n contra el que tendr¨ªamos que medirlo. El propio AMLO no merece ser juzgado por exabruptos como calificar la pandemia de algo que nos viene ¡°como anillo al dedo¡±, por m¨¢s que haya sido mal interpretado.
Lo importante est¨¢ sucediendo en otro lado, gracias a AMLO y a pesar de lo que ¨¦l diga. Y lo que est¨¢ sucediendo es un notable proceso de transformaci¨®n en la direcci¨®n que el pa¨ªs necesitaba. Lo confirma el anuncio dado a conocer estos d¨ªas del proyecto de reforma de pensiones, que ofrecer¨¢ a millones de trabajadores del sector informal una jubilaci¨®n que no ten¨ªan y la rectificaci¨®n del leonino trato que recibir¨ªan los que van a jubilarse a partir del 2023 al estar subordinados al infame r¨¦gimen de 1997.
Una reforma que subsana una injusticia y se suma a muchas otras que benefician a los m¨¢s necesitados. El mejoramiento de 30% en el salario m¨ªnimo, la transferencia de recursos masivos a los sectores desprotegidos, la reorientaci¨®n del gasto a regiones geogr¨¢ficas desde?adas, el combate al dispendio de la clase pol¨ªtica, la reestructuraci¨®n del sistema de salud y de la compra de medicinas, el enfrentamiento al robo de combustibles, la fundaci¨®n de una estructura territorial para enfrentar el crimen organizado, el saneamiento de las finanzas p¨²blicas y el combate a la evasi¨®n fiscal, la disciplina espartana ante el endeudamiento, la ausencia de represi¨®n, la eliminaci¨®n de las partidas sucias a la prensa y los periodistas, la designaci¨®n de consejeros electorales al margen de las cuotas partidarias a las que nos hab¨ªan acostumbrado el PAN y el PRI.
Insisto, aunque podr¨ªa hacerlo mejor, pero en las cosas que importan la 4T no lo est¨¢ haciendo mal. Es notable lo realizado en apenas 18 meses, aun cuando L¨®pez Obrador no siempre nos permita verlo.
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