Claudia Sheinbaum y la construcci¨®n de un relato oficial
La conferencia de la jefa de Gobierno y la represi¨®n policiaca en Ciudad de M¨¦xico tratan de desvirtuar las peticiones por las que se tom¨® la CNDH y la lucha para hacer legal (que no obligatorio) el aborto
Los relatos oficiales sirven para desacreditar las demandas por la justicia y desviar la atenci¨®n p¨²blica. Los relatos oficiales ¡ªcomo el desarrollo en tiempo real que vimos del caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa¡ª maquinan su gram¨¢tica desde el Estado, ensombrecen los hechos hasta encubrirlos, destinan recursos y discursos que tienen como principal finalidad proteger al Estado. Uno de los peligros m¨¢s agudos de la construcci¨®n de los relatos oficiales es que buscan legitimarse como la verdad ¨²nica. Cualquier otro relato carece de valor, es una provocaci¨®n, es enemigo del Estado, como ahora los movimientos feministas. Este armado lo hemos visto en los Gobiernos anteriores, tambi¨¦n hemos visto un sinn¨²mero de relatos oficiales derrumbarse al terminar los sexenios, pero hasta ahora no hab¨ªamos visto de cerca c¨®mo se construye un relato oficial desde la 4T contra el movimiento feminista.
Este comienza en su conferencia del lunes de Claudia Sheinbaum, una doctora en ciencias, quien hasta ahora hab¨ªa hablado bas¨¢ndose en datos y estad¨ªsticas, pero el lunes pasado expuso un caso ¡°por considerarlo de inter¨¦s p¨²blico¡± sosteni¨¦ndolo en pantallazos de redes sociales, mencionando una b¨²squeda ¡°ah¨ª en Google¡± para se?alar a otra mujer, Beatriz Gasca, ¡°de altos recursos econ¨®micos¡± quien ¡°financi¨®¡± la toma de la CNDH. El uso de esta palabra es clave para comprender este relato oficial, uno que busca desacreditar las demandas de las colectivas feministas. Sheinbaum no solo hizo una acusaci¨®n penal (cosa que no es un asunto menor) sin pruebas, sino que pidi¨® a los medios investigarlo. Avent¨® la papa caliente. Ella pudo demostrar con pruebas de Hacienda, con las cuentas bancarias de Gasca c¨®mo es que ¡°financi¨®¡± la toma de la CNDH siendo el t¨ªtere de un hombre corrupto, pero es sabido que muchas mujeres, con los m¨¢s diversos ingresos y cargos en los espacios laborales han apoyado con dinero y v¨ªveres la toma de la CNDH. Pero Sheinbaum eligi¨® se?alar a una mujer con nombre y apellido y eso trajo como consecuencia que la corrieran de la empresa en la que trabajaba. La jefa de Gobierno pronto la puso en segundo plano, la llam¨® el brazo derecho de un hombre vinculado con las factureras, como si las mujeres no pudi¨¦ramos hacer una demanda leg¨ªtima que busca frenar la violencia de g¨¦nero y necesit¨¢ramos financiamiento, por un lado, y los intereses de un hombre como motor, por el otro. ?Por qu¨¦ desvirt¨²o las peticiones en la CNDH? ?Qu¨¦ buscaba de fondo?
Quitarle fuerza, quitarle valor a las luchas de las colectivas para dar lugar al relato oficial. Porque no fue solamente esa conferencia de prensa. El mismo d¨ªa lo volvi¨® a engordar ese relato de otra forma. En un contexto global que busca despenalizar el aborto en varios pa¨ªses, se convoc¨® una manifestaci¨®n en la Ciudad de M¨¦xico a la que acudieron 600 mujeres, y unos minutos despu¨¦s, 1.700 elementos de la polic¨ªa ¡ª3 polic¨ªas por cada manifestante¡ª bajo el mandato de Claudia Sheinbaum, hicieron un encapsulamiento de casi tres horas. No es poca cosa que en una marcha por decidir libremente sobre nuestros cuerpos se tome control sobre los cuerpos. Ese es tambi¨¦n un mensaje. Al d¨ªa siguiente mand¨® otro mensaje: ?para qu¨¦ marchan en una ciudad en la que el aborto es legal desde hace 13 a?os? Como ella misma reconoci¨® en otra conferencia, los feminismos se tratan tambi¨¦n de las dem¨¢s, por ejemplo, de las que viven en los 30 estados en los que a¨²n no se ha despenalizado, porque a diferencia del territorio con divisiones geogr¨¢ficas, los cuerpos de las mujeres (tambi¨¦n territorios), est¨¢n cruzados por las mismas violencias, porque los feminismos buscan los derechos de todas.
Estos son los dos primeros actos ¡ªsu conferencia y la represi¨®n policiaca¡ª de este relato oficial que desvirt¨²a las peticiones de las colectivas en la toma de la CNDH y la lucha por los derechos para hacer legal (que no obligatorio) el aborto. ?Es tan dif¨ªcil hablar en una conferencia de prensa sobre estas peticiones, sobre las medidas que toma su gobierno en torno a los feminicidios y otras violencias de g¨¦nero? ?Por qu¨¦ no propone un cuerpo policiaco como el que despleg¨® en la marcha para combatir la violencia de g¨¦nero, con tres elementos por cada caso? ?Por qu¨¦ al final todo es accionado por un hombre (Beyruti) que busca da?ar la imagen de otro (AMLO)? ?Qu¨¦ hace falta mostrar adem¨¢s de los 11 feminicidios diarios? ?Tienen que violentar a alguien cercana para que hagan algo? Algo m¨¢s, al se?alar a Beatriz Gasca en p¨²blico est¨¢ siguiendo una l¨®gica neoliberal porque se se?ala alguien de manera individual. Como lo se?ala la brillante Angela Davis a quien cit¨® la misma jefa de Gobierno: ¡°La ideolog¨ªa neoliberal nos lleva a enfocarnos en los individuos, en nosotros mismos, en las v¨ªctimas y agresiones individuales¡±. Desvirtuando una b¨²squeda colectiva.
Con la represi¨®n a las mujeres que encapsul¨® el cuerpo policiaco tambi¨¦n desvirt¨²a la b¨²squeda colectiva porque el mensaje de mandar a las ateneas, las mujeres polic¨ªas, para luego decir que las manifestantes atacaron a otras mujeres, es ignorar que las mujeres polic¨ªas son parte de una jerarqu¨ªa de poder. Si una manifestante agrede a alguien del cuerpo policiaco es un tema civil, pero si una polic¨ªa ataca a una manifestante es represi¨®n del Estado. El uniforme s¨ª marca una diferencia. En otra conferencia esta semana, Sheinbaum present¨® el video de una de las manifestantes agrediendo verbalmente a una mujer polic¨ªa en la marcha. Ciertamente los feminismos son tambi¨¦n antirracistas, anticlasistas, antijer¨¢rquicos, transgeneracionales, transincluyentes. Sin embargo, al presentar el video de una mujer en la marcha agrediendo verbalmente a una polic¨ªa est¨¢ siguiendo la misma l¨®gica neoliberal y desvirtuando la b¨²squeda colectiva porque por se?alar el comportamiento de una mujer desvirt¨²a el movimiento y a las colectivas. Generaliza y criminaliza. Angela Davis, una feminista brillante en contra de la violencia policial, podr¨ªa sumar: ¡°Se trata de aprender que la seguridad, salvaguardada por la violencia no es realmente seguridad¡±.
Sheinbaum, quien se asume como feminista, se aline¨® al discurso de un presidente que ignora y menosprecia la magnitud del problema, quien, de hecho, habl¨® de la escisi¨®n de la toma de la CNDH porque metieron alcohol. Ambos dicen c¨®mo se debe manifestar, ambos dicen que no est¨¢n de acuerdo con la violencia: ojal¨¢ entonces hagan algo por la violencia de fondo, esa por la que se han articulado tantas colectivas. Ambos se alinean al mismo relato oficial, ambos responsabilizan a la prensa. Pero estamos para recordarles que miramos de cerca si esto es la preparaci¨®n de la narrativa para el desalojo en la CNDH, si est¨¢n maquinando el relato con una l¨®gica neoliberal para culpar individuos y dejar de lado las luchas colectivas, porque son el eje, y en todo caso ese reconocimiento es el tercer acto.
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