Atrapado en las redes

Un amable usuario de Twitter tuvo a bien alertarme sobre algo que parec¨ªa insuflar mi ego: un cuentahabiente de la red global del pajarito silbante ¨Cal parecer, desde la India¡ªtuvo a bien usurpar mi rostro y utilizar una buena fotograf¨ªa de mi cara como ¨ªcono o avatar de su cuenta llamada Oldsmoothy4. En uno de sus mensajes, tuits o p¨ªos el an¨®nimo maraj¨¢ sube una fotograf¨ªa de ¨¦l mismo (bigotes, gafas y regordete con ce?o fruncido) como confirmaci¨®n de nuestro supuesto clonazgo¡­ pero al bajar por el hilo de su p¨¢gina se revela que se trata de un infinito degenerado a la vera del Ganges. Puras fotograf¨ªas y mini-videos de ancianos con lonjas, desnudos, posando de gl¨²teos o bien mostrando lo que les queda de salvasealaparte o bien en abierta revelaci¨®n porno con mujeres evidentemente muy confundidas en sus gustos y pasiones. Peor a¨²n, el pinche degenerado hind¨² y sus casi 12.000 seguidores postean en contubernio con un tal Daddylover (con otros 26.000 fieles) que se mantiene en el et¨¦reo con una cuenta de puro porno duro gay entre panzones de la tercera edad, rucos todos de canas al aire d¨¢ndose calor o bien mostrando el istafiate sin verg¨¹enza.

Abatido mi ego, ?C¨®mo es posible que un habitante acalorado de El libro de la selva encontrara parecido conmigo y se aventara el detallazo de mal gusto de utilizar mi fotograf¨ªa como ¨ªcono de su portal porno? Pues, porque as¨ª est¨¢ el patio y Mowgli no se anda con rodeos: si en el otro lado del planeta se le ocurre a un onanista y porn¨®grafo anunciar sus calenturas con la imagen al azar de un mexicano absolutamente desconocido en Bollywood, ?Bienvenido el chistecito! Millones de usuarios de la infinita red global acceden sin restricci¨®n alguna a nuestra informaci¨®n, im¨¢genes, antojos y desgracias sin limitaci¨®n alguna, y para colmo: el bastardo de Benares que cree tener parecido conmigo utiliza como fondo de pantalla un close up de los horrendos gl¨²teos de Donald J. Trump en su pat¨¦tico atuendo de golfista. ?Es la guinda m¨®rbida para mi desasosiego! ?Yo que pensaba encarnar el verso de que estoy atrapado en las redes de un poema (como cantaba el difunto Pr¨ªncipe Jos¨¦ Jos¨¦) he sido enga?ado a lo gavil¨¢n o paloma por una dupla de porn¨®grafos orientales gays que tuvieron a bien encontrar mi rostro en el oc¨¦ano universal del internet y etiquetarme como logotipo de sus desenfrenos¡­ sin aviso, permiso ni consulta!

De haberme contactado les hubiera mentado la madre y podr¨ªa m¨¢s o menos defenderme con el argumento de que ¨Cen verdad¡ªno tengo el peso ni la anatom¨ªa para el tipo de marranos que muestran en sus tuits y videos; decirles que no me importa lo que cada uno haga en sus delirios onanistas o enanistas y que s¨ª, una parte de m¨ª, se siente ligeramente honrada de circular entre miles de usuarios de la India y ranchos circunvecinos, pero que no, definitivamente no doy permiso alguno para que utilicen mi rostro infalible en la promoci¨®n de su pornograf¨ªa, publicidad de sus perversiones, proliferaci¨®n de su podredumbre o pat¨¦tico paneg¨ªrico para paquidermos en pelotas.

Denunciadas ambas cuentas ante Twitter, deseo que la que me identifica como imagen de Oldsmoothy (pinche apodo inmundo) cambie de modelo cuanto antes y que todo este desprop¨®sito sirva para que alg¨²n d¨ªa el Tribunal de La Haya en Holanda confirme que si de alguien soy clon de veras es de George Clooney y punto. Seguido: deseo que los usuarios que hayan ca¨ªdo en las redes del porno duro gay por obra y gracia de haber reconocido mi rostro en el arrabal sepan distinguir que se trata de una inmensa equivocaci¨®n en la que soy la v¨ªctima de un abuso no solo de carcajada incontenible, sino de evidente incongruencia: si por un casual me dieran ganas de militar en el nudismo no lo har¨ªa a trav¨¦s del Twitter, sino en la pr¨®xima pel¨ªcula de Luis Bu?uel o en una futura versi¨®n 4K de Fantas¨ªa de Walt Disney.

Que ?Por qu¨¦ me pasan a m¨ª estas cosas? Quiz¨¢ por una renovada solidaridad con Woody Allen que podr¨ªa incluir esta aventura en una nueva pel¨ªcula o mis ansias irrefrenables de volverme personaje de Jorge Ibarg¨¹engoitia o quiz¨¢ para que algunos lectores sigan preguntando de d¨®nde saco las estulticias que publico como cuentos o cuent¨ªnimos. Pasada la pandemia ¨Cen cuanto caduque el confinamiento¡ªviajar¨¦ al Punjab a lomos de un elefante psicod¨¦lico y me plantar¨¦ en pelotas en la sede del nefando cuentahabiente tuitero que me us¨® como un Oldsmoothy cualquiera¡­ nom¨¢s para dejarlo con el ojo cuadrado.