Arist¨®teles Sandoval: el contexto de un asesinato

No ten¨ªa miedo. Quiz¨¢ confiaba mucho en su equipo de seguridad o simplemente no la vio venir, pero el exgobernador de Jalisco Arist¨®teles Sandoval D¨ªaz, asesinado en Puerto Vallarta esta madrugada, no ten¨ªa un despliegue de seguridad distinto, incluso era, si no menor s¨ª m¨¢s discreto que el de otros funcionarios o exfuncionarios. En un asesinato de este tipo se corre el riego de sobre interpretar, pues los datos se resignifican a la luz de los acontecimientos, pero vale la pena tener en cuenta algunos de ellos como contexto para tratar de entender ante qu¨¦ estamos.

El exgobernador y el crimen organizado

La violencia marc¨® a Sandoval D¨ªaz desde los primeros d¨ªas de su Gobierno e incluso antes, cuando un amigo suyo fue asesinado en sus narices a la salida del Estadio Jalisco. A unos d¨ªas del arranque de la Administraci¨®n, en marzo de 2013, fue asesinado en las calles de Guadalajara, a plena luz del d¨ªa, el secretario de Turismo, Jes¨²s Gallegos. Las investigaciones atribuyeron el asesinato al Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) y los asesinos detenidos se?alaron como m¨®vil el que el secretario estaba involucrado en sus negocios personales con otro grupo criminal, concretamente los Caballeros Templarios.

Dos a?os m¨¢s tarde, el 1 de mayo de 2014, en un intento de detener al l¨ªder del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes conocido, como El Mencho, se desata la violencia en el Estado. El resultado es, adem¨¢s de narcobloqueos que paralizan Guadalajara, el derribo de un helic¨®ptero de las Fuerzas Armas en Villa Purificaci¨®n, en la zona de control del cartel, lo que es considerada la peor derrota del Ej¨¦rcito en un enfrentamiento con la delincuencia organizada. Cuatro a?os m¨¢s tarde, la organizaci¨®n atent¨®, sin ¨¦xito, contra el exfiscal del Estado Luis Carlos N¨¢jera en un restaurante. El exfuncionario sali¨® ileso, pero qued¨® claro que el esquema de seguridad del Gobierno estaba herido de muerte. El sexenio de Sandoval D¨ªaz estuvo marcado de principio a fin por enfrentamientos con el cartel que m¨¢s se fortaleci¨® durante el sexenio de Enrique Pe?a Nieto.

Puerto Vallarta y el C¨¢rtel Jalisco

A pesar de ser una de las ciudades que tiene mejor percepci¨®n de seguridad, Puerto Vallarta, segundo destino tur¨ªstico del pa¨ªs, tiene una presencia y dominaci¨®n plena del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n, que ha demostrado ser due?o y se?or de las calles de la localidad desde hace a?os, a pesar de la fuerte presencia de la Marina y el Ej¨¦rcito. Tres hechos que antecedieron al asesinato de Sandoval hablan de la impunidad y control que tiene este grupo criminal en esa plaza. El secuestro de los hijos del Chapo Guzm¨¢n en el restaurante La Leche, en pleno bulevar Medina Asencio, en agosto de 2016. El secuestro y asesinato de un grupo de turistas de Guanajuato que estaban haciendo desmanes en las calles de la ciudad, en julio de este a?o. Los vecinos, lejos de acudir a la polic¨ªa municipal, llamaron a integrantes del cartel para que pusiera orden a su manera. Por ¨²ltimo, el secuestro y asesinato, en noviembre pasado, del empresario inmobiliario Felipe Tom¨¦, aparentemente vinculado con un litigio de tierras en la zona tur¨ªstica. Menos de un mes despu¨¦s de este crimen, tambi¨¦n cometido sobre el bulevar Francisco Medina Ascencio, se registra el asesinato del exgobernador.

El lugar com¨²n de los cuatro eventos, tres de ellos en el ¨²ltimo semestre, es la impunidad con la que act¨²a el CJNG. Buena parte de los bares y restaurantes, como qued¨® en evidencia en este asesinato, est¨¢n o bien en manos del crimen organizado o bien atemorizados por este. Lo cierto es que el verdadero Gobierno de Puerto Vallarta no es ni el municipal, ni el estatal ni el federal sino el crimen organizado.

Confrontaci¨®n y falta de coordinaci¨®n entre Jalisco y la Federaci¨®n

La pugna entre el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y el gobierno de Jalisco, encabezado por Enrique Alfaro, l¨ªder visible de la oposici¨®n tiene consecuencias. Si bien es cierto que el gobierno federal ha sido igualmente omiso en todo el territorio nacional y no tiene una verdadera estrategia de seguridad m¨¢s all¨¢ de la creaci¨®n de una polic¨ªa militarizada llamada Guardia Nacional, las pugnas pol¨ªticas han propiciado un distanciamiento y ausencia de los miembros de las fuerzas federales en Jalisco. Resulta incomprensible que tras los hechos de julio y noviembre la Guardia Nacional no hubiera incrementado su presencia en Puerto Vallarta, como tambi¨¦n que la Administraci¨®n de Alfaro no haya puesto mayor atenci¨®n a lo que pasa en la segunda ciudad m¨¢s importante del Estado.

Un asesinato de este tama?o saca a la superficie la falta de respuesta del Estado, desde el gobierno federal hasta el municipal, frente al crimen organizado. La impunidad ciertamente no es, como dice el presidente, igual que en sexenios anteriores: es a¨²n mayor.