El Peje mejor que AMLO
Ahora que se acercan las elecciones intermedias me pregunto si no nos habr¨¢n clonado al presidente
El 28 de abril de 2020, uno de los radiotelescopios que vigilan los cielos de la Columbia Brit¨¢nica capt¨® un destello que puso en alerta a los astrof¨ªsicos del Experimento Canadiense de Mapeo de la Intensidad del Hidr¨®geno.
Sorprendidos y emocionados, pues normalmente un destello como el que acababan de capturar es percibido por cinco antenas o menos, no por las noventa y tres que entonces hab¨ªan hecho saltar todas sus alarmas, los cient¨ªficos canadienses enviaron al resto del planeta un telegrama astron¨®mico urgente.
Fue as¨ª como los astr¨®nomos del Instituto Tecnol¨®gico de California, cuyos radiotelescopios no apuntan solo hacia una zona del cielo, pues monitorean el firmamento entero a un mismo tiempo, se apresuraron a buscar, entre sus propios datos, confirmando as¨ª que aquel destello que los astrof¨ªsicos canadienses reci¨¦n hab¨ªan encontrado era, en efecto, una r¨¢faga r¨¢pida de radio.
Lo incre¨ªble del asunto es que, hasta antes de ese instante que apenas he referido ¡ªel cual convirti¨® a los telescopios canadienses ¡°en un ¨¢rbol navide?o¡±, en palabras de sus encargados¡ª, nunca se hab¨ªa atrapado una r¨¢faga r¨¢pida de radio de una intensidad as¨ª de poderosa, como tampoco se hab¨ªa captado alguna que proviniera de nuestra galaxia. Y ac¨¢ quiz¨¢ convenga aclarar, para quien a¨²n no lo sepa ni lo haya buscado, que una r¨¢faga r¨¢pida de radio es un blip de milisegundos.
Ahora bien, adem¨¢s de esto, es decir, adem¨¢s de la certeza de que una r¨¢faga r¨¢pida de radio es un punto luminoso que, de tanto en tanto, aparece en un radar durante unos cuantos milisegundos, lo que los cient¨ªficos pueden asegurar sobre estas rarezas c¨®smicas es realmente poco. Tan poco que las teor¨ªas sobre su origen son tantas y tan variadas que hay cient¨ªficos que las relacionan con la evaporaci¨®n de hoyos negros, quienes las atan a la ruptura de las cuerdas del universo e, incluso, quienes aseveran que son causadas por los sistemas de propulsi¨®n de naves alien¨ªgenas.
Efectivamente, escrib¨ª naves alien¨ªgenas. Y lo hice a pesar de que yo tambi¨¦n me sorprend¨ª apenas le¨ª esas palabras en un art¨ªculo cient¨ªfico, el cual fue publicado en una revista respetada, a la que llegu¨¦ a trav¨¦s de un amigo astrof¨ªsico de la UNAM cuya seriedad, incluso hoy, me sigue pareciendo incuestionable ¡ªa¨²n a pesar de que no sepa cu¨¢ntas canchas de futbol se necesitan para darle la vuelta al planeta¡ª. Lo que estaba buscaba en dicha lectura, sin embargo, era algo totalmente distinto: alguna pista sobre ese universo paralelo en el que el tiempo corre hacia atr¨¢s y cuya existencia fue sugerida por la NASA el pasado 18 de mayo.
La pregunta, entonces, es ?por qu¨¦ estaba buscando informaci¨®n sobre ese universo paralelo en el que el tiempo avanza en sentido opuesto al nuestro? Porque quer¨ªa imaginar c¨®mo podr¨ªa ser la vida de los ciudadanos de un planeta que, tras ver los desastres que sus gobernantes van llevando ¡ªo dejando de llevar¡ª a cabo, se ven obligados a votar por esos mismos gobernantes, cuyas mentiras, para colmo, habr¨ªan sido constatadas incluso antes de que sus promesas hubieran sido hechas. Pongamos un ejemplo: las instituciones del gobierno de un pa¨ªs no habr¨ªan juzgado a un general corrupto, a pesar de que despu¨¦s ¡ªque ser¨ªa antes¡ª, habr¨ªan ¡ªo habr¨¢n¡ª de prometer el fin de la impunidad¡ª, m¨¢s o menos unos tres o cuatro a?os antes ¡ªo despu¨¦s¡ª, justo cuando su Gobierno est¨¦ tomando, apenas, las riendas de la naci¨®n.
Ahora bien: ?por qu¨¦ llegu¨¦ a este asunto del universo paralelo en el que el tiempo corre al rev¨¦s y los ciudadanos son algo as¨ª como rehenes perpetuos de la torpeza, las mentiras y la corrupci¨®n de sus pol¨ªticos? Porque estaba, en realidad, investigando otra cosa, un asunto totalmente diferente: mi inter¨¦s cambi¨® de carril apenas llegu¨¦ a esa nota de la NASA, pero lo que realmente estaba buscando era informaci¨®n sobre este otro asunto, que no es menor en ning¨²n sentido: la posibilidad de entrar en contacto con seres o personas que habitan universos paralelos. ?Por qu¨¦? Porque quer¨ªa saber si era posible averiguar sobre eso que usualmente se conoce como desviaciones parad¨®jicas, es decir, ligeros cambios que, sin embargo, har¨ªan, de los universos paralelos, sitios completamente opuestos.
Pongamos un ejemplo: en un pa¨ªs como el nuestro, llega al poder, tras intentarlo durante d¨¦cadas, un candidato que promete que har¨¢ todo distinto y cuya hoja de ruta, parecer¨ªa, responde a las pol¨ªticas que tradicionalmente se asocian a la izquierda. La diferencia con nuestro pa¨ªs, con este pa¨ªs en este planeta en el que vivimos, pues, ser¨ªa tan solo que all¨¢ ni los militares habr¨ªan llegado al poder, de facto, a?os antes, ni el Gobierno del pa¨ªs vecino ser¨ªa ocupado por un populista de derechas. Y lo que querr¨ªa preguntar ser¨ªa: ?ese presidente, que es el nuestro ¡ªm¨¢s o menos¡ª, cumpli¨® con sus promesas? ?O all¨¢ tambi¨¦n le entreg¨® la estrategia de seguridad a los militares? ?O all¨¢ tambi¨¦n utiliz¨®, como pretexto para militarizar sus fronteras y reprimir a los migrantes, a ese populista de derechas?
Si esta pregunta me fuera respondida afirmativamente, preguntar¨ªa, entonces, ?qu¨¦ pas¨® cu¨¢ndo ese cortafuegos, cuando el fascista de junto dej¨® el poder? ?Cambiaron las pol¨ªticas que se hab¨ªan justificado en su nombre y en el de sus amenazas? ?Todo sigui¨® igual? Pero bueno, el asunto, en realidad, es c¨®mo llegu¨¦ a este otro tema. Y ac¨¢ la respuesta es que lo hice mientras buscaba informaci¨®n sobre una noticia que encontr¨¦ leyendo la prensa extranjera: ¡°la realidad virtual re¨²ne a los vivos con los muertos¡±. Y es que resulta que una madre coreana, a?os despu¨¦s de que su hija muriera, se reencontr¨® con ella durante una hora. Dicho encuentro, para colmo, fue emitido por la cadena de radiotelevisi¨®n MBC.
Pero esto no era lo que estaba buscando, en realidad. A esto llegu¨¦ buscando informaci¨®n sobre una empresa de Corea del Sur que, por la m¨®dica cantidad de 40 mil d¨®lares, clona a tu mascota. Bueno, por 40.000 d¨®lares, para ser exactos, clonan a tu perro. Porque, por incre¨ªble que parezca, clonar un gato sale m¨¢s caro: 55.000 d¨®lares. Y peor a¨²n si decides llevar a cabo la clonaci¨®n en Jap¨®n, donde el perro vale 50.000 y el gato 70.000. Al parecer, los japoneses, los grandes usureros de la clonaci¨®n, tambi¨¦n encuentran m¨¢s dif¨ªcil replicar a los felinos que a los c¨¢nidos.
Pero ?por qu¨¦ buscaba informaci¨®n sobre estas clonaciones? Porque el mejor perro que he tenido, Capul¨ªn, con quien intercambi¨¦ sombra durante a?os, con quien fund¨¦ un idioma que era solamente nuestro, falleci¨® hace poco m¨¢s de medio a?o y no he conseguido superarlo. O no, en realidad, buscaba informaci¨®n sobre este asunto porque, ahora que se acercan las elecciones intermedias del gobierno de AMLO, me pregunt¨¦ ¡ªlo cuento a¨²n a riesgo de parecer loco¡ª si no nos habr¨ªan clonado al presidente.1
Me explico: de alg¨²n modo, parecer¨ªa que aquel pol¨ªtico al que la C¨¢mara de Diputados desafor¨® hace quince a?os, no es el mismo que este que hoy conduce los destinos de la naci¨®n; de alg¨²n modo, aquel de quien sus defenestradores se burlaban llam¨¢ndolo Peje no es el mismo al que ahora, esos mismos defenestradores, como sus m¨¢s fieles seguidores, llaman am.
Y aunque tengo claro que no, que obviamente nadie, ni japoneses ni coreanos lo clonaron, tambi¨¦n tengo claro que estar¨ªamos mejor con el Peje que con AMLO, con ese candidato que entend¨ªa que las necesidades del pa¨ªs estaban por encima de las de su proyecto, que la econom¨ªa no era solo ahorro y que la justicia no era un art¨ªculo a la venta.
Pero basta ya de digresiones y extrav¨ªos. Lo que quer¨ªa ac¨¢ era contar lo de las r¨¢fagas r¨¢pidas de radio, las cuales, por fin sabemos, son se?ales generadas por soles imantados a las que les basta un milisegundo para dejar una huella inagotable.
Como a los pol¨ªticos, que tambi¨¦n son solo un punto luminoso que aparece, de tanto en tanto, en un radar, pero cuya huella puede ser igualmente inagotable.
Por eso nos conviene a todos pensar seriamente y a fondo el sentido de la elecci¨®n futura.
Por eso y porque no tenemos c¨®mo ni a qui¨¦n preguntar, en esos universos paralelos.
Ni siquiera en aquel en el que el tiempo avanza para atr¨¢s y ya hemos votado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.