Desenfrenada sucesi¨®n
M¨¦xico est¨¢ en una lucha anticipada por la sucesi¨®n presidencial. Si no existen reglas claras y prevalecen los favoritismos, el desencuentro pol¨ªtico ser¨¢ inevitable
Despu¨¦s de la elecci¨®n intermedia del 6 de junio pasado en la que Morena y sus aliados ratificaron su mayor¨ªa en la C¨¢mara de Diputados y en 11 de 15 entidades federativas en disputa, el presidente de la Rep¨²blica, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, inusitadamente y alejado de toda ortodoxia pol¨ªtica, abri¨® el comp¨¢s anticipado de la contienda presidencial del 2024: mencion¨® que en el movimiento social que ¨¦l construy¨® hab¨ªa mujeres y hombres con capacidad para poderlo sustituir en el cargo que ocupa. Mi primera lectura fue que lo hizo a fin de poner freno a la serie de especulaciones y rumores que se?alaban que ¨¦l intentaba reelegirse en el puesto.
La sola menci¨®n de un presidente de la Rep¨²blica en nuestro pa¨ªs, respecto a cualquier asunto p¨²blico, es preponderante y genera reacciones que, de manera inevitable, tienen consecuencias. A casi cinco meses de que el jefe del Estado mexicano abri¨® la sucesi¨®n, destapando nombres y ubicando los perfiles favoritos para tal efecto, provoc¨® que personas y grupos se fueran alineando en torno al perfil cobijado, impulsado y protegido desde el poder mismo.
El primer mandatario de nuestro pa¨ªs goza de un nivel de aceptaci¨®n superior al 65% de la poblaci¨®n, lo cual quiere decir que el cari?o y el respaldo popular con que cuenta son el principal factor del ¨¦xito electoral futuro, y hace presumir que la candidata o el candidato que ¨¦l impulse ser¨¢ quien lo suceda, esto es, que la contienda interna ser¨¢ la definitiva para la elecci¨®n presidencial. Solo una ruptura entre los aspirantes de Morena puede poner en riesgo el triunfo en el 2024.
Por su parte, la oposici¨®n hace un esfuerzo encomiable para buscar perfiles que concentren cualidades pol¨ªticas en mujeres y hombres que puedan enfrentar a este movimiento social que en M¨¦xico se consolida, a pesar de la desarticulaci¨®n y el enfrentamiento al interior del partido en el Gobierno, por posiciones de la burocracia, y procedimientos y mecanismos propios del instituto pol¨ªtico, s¨ªntomas que, a su vez, demuestran la fragilidad del sistema de partidos en M¨¦xico.
En M¨¦xico, hasta ahora la oposici¨®n se muestra dispersa, fr¨¢gil y sin figuras pol¨ªticas fuertes que permitan cohesionar a un frente que haga posible disputarle a Morena los espacios del poder p¨²blico, comenzando por la Presidencia de la Rep¨²blica.
Actualmente, Morena y sus aliados tienen bajo su control 17 de 32 entidades federativas, y es probable que el pr¨®ximo a?o triunfen en 5 de 6, lo que sumar¨ªa un total de 22 de 32, algo ins¨®lito, dado que Morena es el partido m¨¢s joven, con apenas siete a?os de existencia en la vida p¨²blica del pa¨ªs.
Nadie debe confundirse ni enga?arse, el principal impulsor y activo de este movimiento social es Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Tampoco hay que olvidar que Morena surge como un movimiento demandante de democracia interna y de transformaci¨®n de las instituciones que cambiar¨¢n al viejo r¨¦gimen, y ser¨ªa un contrasentido que desatendiera estos principios fundamentales.
La exigencia de mejorar y perfeccionar los procedimientos internos de selecci¨®n de candidatas y candidatos a puestos de elecci¨®n popular y a cargos de dirigencia partidista no se debe soslayar. En casi todo el mundo, los partidos de izquierda acuden a elecciones primarias para cohesionar y unir a sus bases territoriales. ?sta es una gran discusi¨®n que no puede alterar los ¨¢nimos ni descalificar las propuestas, sino llevarlas a debate en los ¨®rganos partidistas, pero tambi¨¦n frente a la sociedad.
Cualquier aspirante que camine sin el cobijo presidencial a cualquier puesto de elecci¨®n popular marcha cuesta arriba, pues una opini¨®n del mandatario, una se?al o una expresi¨®n suyas provoca que la mayor parte de simpatizantes y militantes se orienten por ese tipo de manifestaciones, es decir, se trata de una correa de transmisi¨®n indiscutible, sin desapercibir la estructura del poder: servicio p¨²blico, gubernaturas, esca?os y curules, desde el regidor m¨¢s modesto hasta la secretaria o gobernadora m¨¢s poderosa. Sin embargo, la esencia del movimiento es la libertad de expresi¨®n y de acci¨®n, y a esa acudimos y en ella confiamos.
Para quienes no gozamos ni tenemos esta posibilidad de cercan¨ªa y de preferencia, el camino resulta complejo y dif¨ªcil, incluso, para algunos analistas, imposible y hasta suicida; sin embargo, es la historia propia de quienes siempre hemos estado en el plano de la inequidad y la desigualdad frente al poder; quiz¨¢ sea la cruz que debamos cargar hasta la muerte pol¨ªtica, hablando hoy del D¨ªa de Muertos, honrando su memoria y record¨¢ndolos.
Por mi parte, he afirmado en distintas ocasiones que, una vez llegado el momento de participar formalmente, de acuerdo con la convocatoria que se expida, estar¨¦ puntual a la cita con la historia. Conf¨ªo en que la militancia, simpatizantes y la sociedad en general puedan analizar la experiencia y la trayectoria de cada participante y decidir con objetividad. Conf¨ªo tambi¨¦n en que la terca realidad se impondr¨¢ para procurar procedimientos democr¨¢ticos en la selecci¨®n de candidatas y candidatos, por eso me mantengo y me mantendr¨¦ en Morena, como fundador y como acompa?ante del presidente L¨®pez Obrador por m¨¢s de 23 a?os.
M¨¦xico est¨¢ en una lucha anticipada por la sucesi¨®n presidencial, y aunque en el discurso oficial no se acepte o las y los propios aspirantes lo nieguen, ya est¨¢ en marcha un proceso pol¨ªtico de relevo; inevitablemente, cada d¨ªa que pasa surgen simpatizantes, con opiniones dispares y hasta encontradas que, lamentablemente, con el tiempo, suelen resultar irreconciliables.
La sucesi¨®n desenfrenada nos llevar¨¢ a acostumbrarnos a escuchar opiniones, declaraciones y proclamas cada vez m¨¢s frecuentes, apariciones cada vez m¨¢s continuas, luchas internas inesperadas y mayor encono en la arena pol¨ªtica interna de las y los aspirantes, todo lo cual dificultar¨¢ posteriormente instalar la institucionalidad en la organizaci¨®n pol¨ªtica a la que pertenecemos.
En los Estados, municipios o regiones comienza la alineaci¨®n de personas, grupos y organizaciones que se decantan por su preferida o preferido. Si no existen reglas claras desde ahora y prevalecen los favoritismos, me temo que el desencuentro pol¨ªtico ser¨¢ inevitable, lo que afectar¨¢ la unidad, la esperanza y la continuaci¨®n de la transici¨®n pol¨ªtica que iniciamos en 2018 con el presidente L¨®pez Obrador.
No dejo de pensar, por muy sorprendente que resulte, en por qu¨¦ el primer mandatario de M¨¦xico abri¨® su sucesi¨®n antes de la mitad de su camino en el Gobierno, pero atendiendo a los principios de su lucha pol¨ªtica de d¨¦cadas, su congruencia y su actitud progresista, puedo afirmar, dada mi cercan¨ªa y experiencia pol¨ªtica a su lado, que el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador nunca improvisa nada, nunca deja nada a la suerte. Antes de tomar una decisi¨®n, la medita, la analiza, la estudia, y prev¨¦ su desenlace y sus consecuencias.
Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA
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