Migrantes: los muertos de Chiapas y la ceguera pol¨ªtica
Los operativos instalados en el sureste mexicano han provocado lo previsible: orillan a los migrantes a buscar alternativas para continuar su camino as¨ª ¨¦stas resulten m¨¢s arriesgadas e inhumanas
La presidencia de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador suma una contabilidad t¨¦trica. Si por la guerra antinarco su odiado predecesor Felipe Calder¨®n responder¨¢ para siempre por el apelativo de ¡°Los muertos de Calder¨®n¡±, al haberse constituido en la migra de Estados Unidos, la impronta de AMLO estar¨¢ trazada por las vejaciones y muerte de migrantes que en su intento por llegar a la Uni¨®n Americana sufren en M¨¦xico. Son los muertos de AMLO.
El comandante supremo L¨®pez Obrador ha acordado con dos gobiernos de Washington rechazar, detener, regresar y, cuando todo eso fall¨®, confinar en suelo nacional a los migrantes que busquen el sue?o americano. Andr¨¦s Manuel es la viva prueba de que un pol¨ªtico es ese ser capaz de tragar enormes sapos sin hacer gestos.
El otrora candidato de las promesas de trato humanitario y solidaridad con los migrantes es hoy en la frontera norte el cancerbero de quienes solicitan asilo a Estados Unidos en un esquema ¡ª llamado eufem¨ªsticamente en castellano Qu¨¦date en M¨¦xico¡ª que ha sido denunciado internacionalmente como ilegal, riesgoso y nada fraterno.
Y es ¡ª un tantito peor¡ª el creador del muro so?ado por Donald Trump: decret¨® que la frontera sur sea la l¨ªnea de contenci¨®n donde se desbaraten las ilusiones de quienes desesperados han abandonado esa cosa hoy inh¨®spita a la que llaman patria.
Los operativos instalados en el sureste mexicano han provocado lo previsible: orillan a los migrantes a buscar alternativas para continuar su camino as¨ª ¨¦stas resulten m¨¢s arriesgadas e inhumanas.
El jueves al mediod¨ªa, un tr¨¢iler que transportaba a 160 migrantes se estrell¨® a las afueras de Tuxtla Guti¨¦rrez y en el lugar fallecieron 54 de ellos. Una tragedia dantesca sin exageraci¨®n que ha sido respondida con sobadas palabras presidenciales de duelo, condolencias verbales que en forma alguna se traducir¨¢n en revisi¨®n de los operativos, o en investigaci¨®n sobre la posible corrupci¨®n gubernamental que hizo posible que tantas personas sin papeles llegaran hasta ah¨ª sin ser detectados por los m¨²ltiples retenes que en la regi¨®n han instalado las fuerzas armadas de L¨®pez Obrador.
La administraci¨®n que en diciembre de 2018 se inaugur¨® prometiendo un paradigma humanitario para atender el fen¨®meno migratorio trasmut¨® en cuesti¨®n de meses tal enfoque por uno donde se privilegian toletes, jaulas y corrales.
Incluso a patadas han tratado de detener el flujo migratorio los guardias de Andr¨¦s Manuel. Les han lanzado a la Guardia Nacional y al Ej¨¦rcito. Les han bloqueado los caminos. Les han bajado a empellones de combis y camiones. Les han obligado a permanecer desprovistos de seguridad o sanidad en las ciudades del norte del pa¨ªs. Y en el peor de los casos sin miramientos los han regresado al Suchiate o m¨¢s al sur.
AMLO no mat¨® a los migrantes que perecieron en Tuxtla. Pero las medidas que el tabasque?o decidi¨® ¡ª cerrar los accesos, instalar retenes, convertir a Chiapas en un embudo, a las entidades vecinas en un filtro, y al territorio todo en un espacio donde a nacionales y extranjeros, en violaci¨®n a las leyes de libre tr¨¢nsito se les pide en aeropuertos, terminales y carreteras, demostrar su mexicanidad o atenerse a una detenci¨®n¡ª han orillado a miles a intentar caminos y m¨¦todos m¨¢s peligrosos, m¨¢s caros y m¨¢s inhumanos.
M¨¦xico se sacudi¨® cuando una veintena de sus paisanos se sofocaron hasta la muerte en una caja de un tr¨¢iler en Texas en 2003. M¨¦xico apenas si pesta?ea 18 a?os despu¨¦s cuando medio centenar de seres humanos, que viajaban peor que reses, mueren entre los fierros retorcidos del convoy siniestrado el jueves.
De cualquier manera, el percance abre muchas interrogantes, pero no hace titubear al humanitario presidente. Atestiguamos la paradoja de que un tabasque?o afincado en Chiapas, es decir un conocedor local de la problem¨¢tica, se deslinde de su responsabilidad agazap¨¢ndose en un discurso de pesar. ¡°Expresar nuestro dolor por estos hechos tan lamentables, tristes y enviar un abrazo fraterno a los familiares de los que perdieron la vida en este accidente, eso es lo principal. Duele mucho cuando se dan estos casos¡±, dijo la ma?ana del viernes. Como si lo ocurrido fuera resultado de un t¨¦trico e inconmensurable capricho de la providencia, como si nada ¡ª salvo que Estados Unidos fonde¨¦ la siembra de ¨¢rboles o becas¡ª pudiera hacerse para tratar de prevenir esas desgracias.
El presidente que m¨¢s quiere presumir que a M¨¦xico se le respeta en el plano internacional ahora tendr¨¢ que enviar condolencias a las naciones de donde eran los muertos de Chiapas. Si Estados Unidos hubiera plantado ¨¢rboles como le pedimos ustedes no tendr¨ªan fallecidos, les insin¨²a este remedo de general Anaya a las familias centroamericanas hoy triplemente en desgracia: perdieron lo pagado en el viaje, perdieron a sus seres queridos y perdieron la esperanza de que estos, al llegar a Estados Unidos, pudieran ayudarles a paliar el hambre y construir un futuro que no se conjugara en miseria.
Son los muertos de L¨®pez Obrador porque el cargo que busc¨® durante tantos a?os tendr¨¢ muchos nombres pero una sola implicaci¨®n. L¨ªder, presidente, mandatario, Ejecutivo o jefe son palabras que solo se llenan de significado si quien se las apropia se hace consciente de que todas ellas significan responsabilidad.
Fue la injusticia, fue el atraso, fue la miseria, fue Estados Unidos y su paradigma punitivo de las drogas, fue la hipocres¨ªa de Washington, fue el cambio clim¨¢tico, fue el modelo neoliberal, fueron los temblores y los huracanes, fue el elefante reum¨¢tico de la burocracia estadounidense que no otorga visas de trabajo ni fondos para programas de apoyo, fue la Guerra Fr¨ªa¡ todo eso alegar¨¢n los de Morena para proteger al mandatario. Y algo de raz¨®n tendr¨¢n, pero tambi¨¦n fue que AMLO dej¨® pedazos de dignidad al mudarse a Palacio Nacional y preferir el plato de lentejas del vecino del norte: det¨¦n a los migrantes en sur o encorr¨¢lalos en el norte, y te dejo en paz con tu ret¨®rica nacionalista. Ojal¨¢ que al menos a AMLO le parezca que el trato ha valido la pena.
Porque la tragedia coincide con la reinstalaci¨®n formal de algo que en lo oscuro la canciller¨ªa de Marcelo Ebrard ya hab¨ªa aceptado desde 2018. Este mismo mes ha regresado ese eufemismo llamado Protocolos de Protecci¨®n de Migrantes (MPP por sus siglas en ingl¨¦s) que es el otro nombre del programa Qu¨¦date en M¨¦xico.
La pol¨ªtica mediante la que la dupla Ebrard-L¨®pez Obrador regalaron a Trump que decenas de miles de migrantes (se calculan m¨¢s de 70.000 en esa situaci¨®n) esperaran en M¨¦xico a que se resolviera su petici¨®n de asilo ante Estados Unidos fue relanzada este mes con los ominosos riesgos que implica: organizaciones de derechos humanos han denunciado que nuestro pa¨ªs no puede garantizar las condiciones de seguridad de los solicitantes y que estos ¡ª adultos y ni?os por igual¡ª enfrentan graves peligros y maltratos al ser instalados en nuestras ciudades fronterizas.
Si hace tres a?os fue un funcionario menor de la canciller¨ªa el que acept¨® implementar el Remain in Mexico, el Gobierno federal ya se ha descarado y lo normaliza como parte de su relaci¨®n de sometimiento a Washington: lo importante de ser el patio trasero es cobrar esos favores, pareciera ser la filosof¨ªa lopezobradorista, y que los costos, en todo caso, los paguen los migrantes pues al fin y al cabo ellos son los que decidieron enfrentar los riesgos.
Porque el percance de Tuxtla es el m¨¢s grave y visible pero no el ¨²nico. Tambi¨¦n en estos a?os de AMLO se ha visto a las mafias desaparecer o matar migrantes mexicanos y extranjeros. Y es que de alguna forma 2021 cierra como se inici¨®: con un regad¨ªo de muertos migrantes. A mediados de enero 19 guatemaltecos fueron calcinados por criminales en Tamaulipas, y a principios de diciembre lo que hay son decenas de s¨¢banas blancas tendidas sobre cuerpos sin vida en el pavimento de una carretera chiapaneca.
Si antes la imagen de migrantes trepados en La Bestia era la representaci¨®n del fracaso de las pol¨ªticas de varios pa¨ªses con respecto al fen¨®meno migratorio, ahora nos enga?amos creyendo que cancelado ese tren, ya no hay problema. La tragedia de Chiapas nos ha recordado lo que ya sab¨ªamos: ahora los migrantes son embutidos por las mafias en riesgosas cajas rodantes.
Es otra cara de la ret¨®rica de los abrazos que AMLO les propone a los criminales. Los grupos delincuenciales ¡ª incluidos los polleros¡ª act¨²an a sus anchas en el pa¨ªs y de entre las presas de estos, quienes buscan llegar a Estados Unidos cotizan caro, y encima sus eventuales muertes no le cuestan a nadie. El gobierno de Andr¨¦s Manuel apenas se inmutar¨¢ por estas v¨ªctimas ¡°colaterales¡± de sus servicios a la Casa Blanca.
Mas no son solo centroamericanos o haitianos quienes terminan en las garras de la delincuencia ante la pasividad gubernamental. La prensa ha dado cuenta esta misma semana de una docena de mexicanos de Chihuahua, Quer¨¦taro y Ciudad de M¨¦xico a los que a finales de septiembre se les perdi¨® el rastro cuando intentaban llegar a Texas. El caso deber¨ªa provocar una conmoci¨®n, pero esas noticias no caben en las ma?aneras de Palacio Nacional.
Estamos ante consecuencias del modelo aceptado sin chistar por L¨®pez Obrador a sus contrapartes de Washington: este esquema de endurecer el cruce de las fronteras abre la puerta a m¨¢s vejaciones, incrementa los riesgos para quienes lo intentan y el apetito para quienes explotan la necesidad de buscarse un futuro porque en su tierra no lo hay.
L¨®pez Obrador hace regulares homenajes a los migrantes que env¨ªan remesas a M¨¦xico. Les dice h¨¦roes en cada ocasi¨®n. Es cierto que sin esos recursos la econom¨ªa de miles de familias mexicanas estar¨ªa aun m¨¢s comprometida. Pero cada que pondera a esos migrantes olvida su promesa de que edificar¨ªa un pa¨ªs donde nadie tuviera que migrar por necesidad y donde se respetar¨ªan los derechos humanos de los nuevos migrantes.
A los que lo lograron les dice h¨¦roes, pero a los que, orillados por la desesperaci¨®n, sean paisanos o sean de otras nacionalidades que a trav¨¦s de M¨¦xico buscan llegar a suelo estadounidense para hacer lo mismo por sus familias, les encarece costos y les eleva riesgos que los expondr¨¢n a desaparecer sin rastro en Chihuahua, morir en Tamaulipas o fallecer en percances como el del tr¨¢iler en Tuxtla. Pero a ellos no les llam¨® h¨¦roes. Alg¨²n d¨ªa la gente, en cambio, les llamar¨¢ por lo que son: los muertos de AMLO.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.