Ucrania toca a la puerta de un M¨¦xico que no est¨¢ preparado

Ucrania est¨¢ ubicada a lejanos 10.772 kil¨®metros de M¨¦xico y representa apenas el 0,02% del comercio internacional de nuestro pa¨ªs. Aun as¨ª, las consecuencias de la invasi¨®n rusa a Ucrania bien podr¨ªan trastocar varios aspectos prioritarios de la econom¨ªa mexicana y de los planes de L¨®pez Obrador.

El impacto m¨¢s importante ser¨¢ en las finanzas p¨²blicas a trav¨¦s del aumento en los precios del petr¨®leo. De continuar el conflicto, algunos expertos estiman que el petr¨®leo Brent pueda llegar a un precio de 130 d¨®lares por barril y la mezcla mexicana a tocar los 115 d¨®lares. De hecho, actualmente, la mezcla mexicana ya se encuentra por arriba de los 90 d¨®lares, es decir, un precio 50% superior al que el Gobierno mexicano originalmente estim¨® cuando hizo sus c¨¢lculos de ingresos financieros para 2022.

As¨ª, la invasi¨®n de Ucrania supone una lluvia de ingresos inesperados para el Gobierno de L¨®pez Obrador. Y no por poco. Debido a la amplia dependencia que el Gobierno federal mexicano todav¨ªa tiene de recursos petroleros (representando 19,4% del total de ingreso del sector p¨²blico), por cada d¨®lar de aumento en el precio promedio anual del petr¨®leo, la Administraci¨®n recibe casi 14.000 millones de pesos adicionales.

Esto significa que la guerra en Ucrania podr¨ªa suponer un moment¨¢neo alto a las pol¨ªticas de austeridad de L¨®pez Obrador. Su Gobierno podr¨ªa recibir hasta 400.000 millones de pesos adicionales a los esperados, lo suficiente para aumentar en 50% el gasto total en salud del pa¨ªs. Un incremento tremendo y muy necesario.

Sin embargo, no todas son buenas noticias. La invasi¨®n a Ucrania probablemente generar¨¢ m¨¢s inflaci¨®n a trav¨¦s de su impacto en el costo de energ¨¦ticos derivados del petr¨®leo, particularmente el gas LP y la gasolina. La guerra encarecer¨¢ energ¨¦ticos b¨¢sicos que ya tra¨ªan una tendencia al alza desde 2021 y que ya estaban siendo inflacionarios. De hecho, en el ¨²ltimo a?o, cerca de una d¨¦cima parte de la inflaci¨®n mexicana se explica solamente por el impacto del precio de los energ¨¦ticos.

La guerra, por tanto, supondr¨¢ una fuerte limitante a la pol¨ªtica de recuperaci¨®n salarial que L¨®pez Obrador ha impulsado. La inflaci¨®n reduce en t¨¦rminos reales el salario y tiene un impacto importante en la pobreza. Hoy en d¨ªa, el 40% de los trabajadores mexicanos no ganan lo suficiente para poder comprar la canasta b¨¢sica alimentaria para todos los integrantes de su familia. La inflaci¨®n har¨¢ que este porcentaje aumente, echando abajo los significativos aumentos salariales que se han observado desde que comenz¨® el sexenio.

Finalmente, la guerra tambi¨¦n puede tener un impacto importante en la producci¨®n agr¨ªcola. Rusia y Ucrania son dos de los principales proveedores de fertilizantes para M¨¦xico y el estallido de la guerra ha disparado los precios hasta en un 180%. Esto har¨¢ que peque?os y medianos productores se vean obligados a reducir las dosis de fertilizante que necesitan y con ello la calidad de su producci¨®n. Algunos expertos estiman que la producci¨®n de ma¨ªz, por ejemplo, podr¨ªa disminuir hasta en 22% en 2022, debido a la falta de fertilizaci¨®n adecuada.

Un Gobierno federal desprevenido

As¨ª, ante los efectos que la guerra tendr¨¢ en las finanzas p¨²blicas, la inflaci¨®n y la producci¨®n agr¨ªcola, L¨®pez Obrador ha propuesto como soluci¨®n subsidiar los energ¨¦ticos. Incluso ha declarado que los aumentos en el precio del gas no ser¨¢n percibidos por el consumidor mexicano porque la Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE) encontrar¨¢ mecanismos para producir energ¨ªa de otras fuentes.

Esta declaraci¨®n es un tanto deshonesta. Aun asumiendo que la CFE pudiera controlar el precio del gas natural en M¨¦xico, no podr¨ªa hacer lo mismo con el precio de las gasolinas y del gas LP que son bienes mayormente importados. Estos dos ¨²ltimos combustibles son los que m¨¢s afectan el bolsillo de los mexicanos porque son los que m¨¢s com¨²nmente se usan en la transportaci¨®n y la cocina.

Para controlar los precios del gas LP y la gasolina la ¨²nica alternativa ser¨ªa un subsidio. Sin embargo, dada la baja recaudaci¨®n del Estado mexicano esto ser¨ªa francamente inviable. Con una recaudaci¨®n de 16 puntos del PIB, M¨¦xico recauda menos impuestos que Bahamas y tiene el menor gasto social de cualquier pa¨ªs miembro de la OCDE. El Estado mexicano est¨¢ en situaci¨®n de inanici¨®n.

M¨¢s a¨²n, el precio de la gasolina ya se encuentra subsidiado de manera indirecta porque el Gobierno de L¨®pez Obrador ha dejado de cobrar el Impuesto Especial sobre Producci¨®n y Servicios (IEPS) a las gasolinas. Esto ha supuesto que, tan solo en 2021, se dejen de recaudar 104.000 millones de pesos y la cantidad para 2022 ser¨ªa mucho mayor. En 2019, antes de ser eliminado, el IEPS lleg¨® a recaudar hasta 297.000 millones de pesos anuales.

Si L¨®pez Obrador quisiera otorgar, adem¨¢s de este subsidio indirecto a la gasolina, un subsidio directo a la gasolina y el gas LP, el costo ser¨ªa de tal magnitud que, incluso los recursos adicionales que reciba el Gobierno mexicano por el aumento en el precio del petr¨®leo podr¨ªan ser insuficientes. Durante el sexenio de Felipe Calder¨®n, por ejemplo, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias calcula que el subsidio a la gasolina tuvo un costo de 700.000 millones de pesos.

Adem¨¢s, en el caso espec¨ªfico del gas LP, no queda claro que el subsidio beneficiar¨ªa al consumidor final. Dada la estructura oligop¨®lica de la industria, existe una muy buena posibilidad de que los productores utilicen el subsidio para aumentar su utilidad y no lo transmitan al consumidor mediante el precio final del producto. Como ha documentado la Cofece, en 213 de 220 mercados de gas LP de M¨¦xico no existe competencia debido a la existencia de agrupaciones clandestinas encargadas de evitar la entrada de nuevas empresas. Esto ha hecho que en varias ocasiones el precio del gas LP para el consumidor se mantenga alto, aun cuando el precio del insumo es bajo.

Un plan para el futuro

Lo m¨¢s honesto ser¨ªa que L¨®pez Obrador aceptara que, dadas las circunstancias actuales, los precios de los energ¨¦ticos subir¨¢n y planteara un plan a largo plazo para estar mejor preparados para el futuro.

Esto requerir¨ªa hacer una reforma fiscal que dejara de recargarse en las clases medias y comenzara a cobrarle m¨¢s impuestos a los ricos. En M¨¦xico, el 10% de las familias de mayores ingresos se quedan con el 54% del ingreso, pero solo pagan el 45% de los impuestos. Estas personas deben pagar m¨¢s a fin de crear un Gobierno funcional.

A la par de una reforma fiscal el Gobierno debe imponerse a las mafias de venta de gas LP, impidiendo que estas sigan operando de manera impune, en ocasiones, como me han comentado dos de mis informantes de manera independiente, amenazando a los reguladores y funcionarios p¨²blicos. Si L¨®pez Obrador es serio en enfrentarse a ¡°la mafia del poder¡± como ha argumentado, un buen lugar para comenzar es la distribuci¨®n de gas LP.

El Gobierno federal ha tratado de reducir el precio del gas LP mediante la creaci¨®n de una empresa p¨²blica: Gas Bienestar. Sin embargo, sus inicios se han complicado. La cobertura geogr¨¢fica de la empresa se ha retrasado, y en distintas regiones del pa¨ªs, el precio del gas LP ha aumentado, incluyendo el precio de Gas Bienestar. Una sola empresa p¨²blica no puede crear competencia. Lo ¨²nico que bajar¨¢ el precio del gas LP es que se regulen los abusos de la industria.

Finalmente, es importante que el Gobierno mexicano promueva el uso de biofertilizantes que puedan sustituir, en casos necesarios, a los fertilizantes importados de Rusia y Europa del Este. Muchos gobiernos han tratado de resolver la dependencia de M¨¦xico de exportaciones de fertilizantes, pero por una u otra raz¨®n, en ocasiones por abierta corrupci¨®n, no se ha logrado.

Resolver los problemas del pa¨ªs requiere que L¨®pez Obrador sea honesto respecto a sus limitaciones y requiere acciones innovadoras y arrojadas de pol¨ªtica p¨²blica. Un subsidio a los energ¨¦ticos pagado a partir de recortes presupuestales en otras ¨¢reas de Gobierno no es lo que necesitamos.

Para ello, la Cofece necesita un apoyo pol¨ªtico por parte del presidente que ahora no tiene.

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