Los enigmas despu¨¦s de la marcha en defensa del INE
?Se habr¨¢ equivocado el presidente, a quien muchos consideran el pol¨ªtico con mayor olfato e instinto de los ¨²ltimos tiempos? Me parece que s¨ª
Este domingo 13 de noviembre no fue el de los mejores augurios para el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador.
En pleno d¨ªa de su cumplea?os, fecha seguramente no escogida al azar, una amplia y diversa amalgama de partidos, organizaciones, personajes p¨²blicos y ciudadanos tomaron las calles de la Ciudad de M¨¦xico y de muchas otras en el pa¨ªs para manifestar, principalmente, su repudio a la reforma electoral propuesta por el presidente mexicano.
Im¨¢genes y testimonios dan cuenta de una muy nutrida participaci¨®n en estas marchas, sobre todo en la capital del pa¨ªs, que es no solo el punto neur¨¢lgico de la vida pol¨ªtica sino tambi¨¦n el escaparate de la capacidad de movilizaci¨®n de partidos, agrupaciones o pol¨ªticos. Mostrar el m¨²sculo, que le llaman.
Y vaya que lo mostraron: decenas de miles de personas salieron a las calles y las plazas para defender al Instituto Nacional Electoral y, de paso, para expresar su repudio a L¨®pez Obrador y su gobierno. Es indudablemente la mayor movilizaci¨®n en su contra desde su toma de posesi¨®n y, m¨¢s all¨¢ de las cuentas alegres de uno y otro lado, los organizadores y promotores supieron aprovechar el descontento creciente de un cada vez m¨¢s grande sector de la sociedad mexicana y su rechazo a las formas y al fondo del presidente.
L¨®pez Obrador puso de su parte, y con ganas: empezando por una propuesta de reforma electoral de gran calado que se plantea en tiempos muy apresurados y desafortunados, en v¨ªsperas de dos de las elecciones m¨¢s relevantes en 2023 y en la antesala de las presidenciales de 2024, ser¨ªa imposible no ver una intencionalidad que resulta cuestionable y mueve a la sospecha. La propuesta despierta tambi¨¦n los peores temores de un sector que lleva a?os escuchando (y creyendo total o parcialmente) la cantaleta de que es un aspirante a dictador que busca perpetuarse en el poder, ya sea ¨¦l o por interp¨®sita persona.
Si lo anterior fuera poco, el presidente dedic¨® una tras otra de sus conferencias ma?aneras para denostar a organizadores y participantes en la marcha, enardeciendo a¨²n m¨¢s a los ya apasionados y sum¨¢ndoles simpat¨ªas entre ese cada vez m¨¢s peque?o sector de la sociedad que se ha logrado mantener al margen de las tomas de posici¨®n m¨¢s extremas.
As¨ª, muchos que tal vez no hubieran asistido o que habr¨ªan sido mucho m¨¢s ¨¢cidos en sus cuestionamientos o cr¨ªticas a la marcha y algunos de sus convocantes optaron por no hacerle el caldo gordo a ese tono tan agresivo y despectivo hacia un movimiento que ¨¦l, activista hist¨®rico pero adem¨¢s y sobre todo presidente de la rep¨²blica, deber¨ªa respetar.
?Se habr¨¢ equivocado el presidente, a quien muchos consideran el pol¨ªtico con mayor olfato e instinto de los ¨²ltimos tiempos?
Me parece que s¨ª, y en varios frentes simult¨¢neos:
Con su propuesta de reforma, despert¨® temores latentes y dio ox¨ªgeno a uno de los argumentos m¨¢s extremos de la oposici¨®n, el de la inminencia de una dictadura. Si bien esa leyenda urbana podr¨ªa desestimarse con argumentos s¨®lidos, el contenido y la temporalidad de la propuesta la alimentan.
Al desestimar el impacto cohesionador que le dar¨ªa a la narrativa opositora, L¨®pez Obrador propici¨® algo que la alianza no hab¨ªa logrado hasta ahora: un planteamiento propositivo que va m¨¢s all¨¢ del simple rechazo visceral a todo lo que sea o suene a AMLO y 4T. Tal vez por una para m¨ª incomprensible estrategia, o por soberbia y exceso de confianza, el presidente le puso en bandeja de plata una bandera detr¨¢s de la cual se sumaron muchos que se consideraban neutrales o esc¨¦pticos.
Ahora bien, un tropiezo no hace verano y las multitudinarias marchas alrededor del pa¨ªs tampoco reflejan lo que -seg¨²n las encuestas- opina la ¡°mayor¨ªa silenciosa¡± acerca de la necesidad de reformar al INE, ni tampoco las habilidades de este gobierno para conseguir los votos que le hacen falta en el Congreso para sus proyectos prioritarios. Si el presidente se empe?a en seguir con esta propuesta es muy probable que lo logre, pero a un costo muy alto, el de empoderar a una oposici¨®n que hasta hace unas cuantas semanas se apreciaba dividida y desanimada.
?Por qu¨¦? ?Para qu¨¦? ?Sabr¨¢ -o imaginar¨¢- algo que nosotros no?
Subestimar a L¨®pez Obrador ha sido el error m¨¢s frecuente y el m¨¢s costoso de sus adversarios. Bien puede ser que el impacto de las marchas sea solo pasajero o que las evidentes contradicciones entre convocantes y participantes terminen por fracturar esta nueva e incipiente alianza, porque dif¨ªcilmente se pueden conciliar tan dispares posiciones y personalidades mas que en defensa de un bien mayor, como es, en abstracto, la democracia.
Sea como fuere, los adversarios del presidente y su proyecto marcharon, mostraron orden, entusiasmo y m¨²sculo. Puede o no alcanzarles para montar un desaf¨ªo pol¨ªtico-electoral viable y cre¨ªble, pero por lo pronto se han anotado este punto.
Mal har¨¢ quien pretenda ignorarlo o minimizarlo.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.