Delfina y el mito de su quijada de cristal
Aunque Alejandra del Moral hizo un buen debate, no logr¨® derrumbar a Delfina G¨®mez, ni sacarla de quicio. Si la campa?a de G¨®mez lo maneja bien, el jueves ser¨¢ marcado como la fecha en que salvaron el escollo m¨¢s importante de estos comicios
Delfina G¨®mez, candidata de Morena y a la gubernatura del Estado de M¨¦xico, tiene al alcance de la mano la victoria el 4 de junio luego del debate del jueves, cuando lejos de perder o derrumbarse, desmont¨® el mito de que tiene quijada de cristal, de que en las c¨¢maras todos ver¨ªan que no tiene capacidad de hablar, de articular. Con eso gan¨® mucho. A la maestra Delfina no le fue esa noche requetebien, para usar un t¨¦rmino que la identifica. No. Se llev¨® un par de golpes de Alejandra del Moral, candidata de la alianza prianista que en el Edomex; sin embargo, la morenista no fue zarandeada ni, mucho menos, evidenciada como alguien que no deba gobernar a 17 millones de mexiquenses. Si su campa?a lo maneja bien, el jueves ser¨¢ marcado como la fecha en que salvaron el escollo m¨¢s importante de estos comicios.
Ese d¨ªa habr¨ªan enterrado la idea de que la maestra no solo perder¨ªa en cualquier debate, sino que resultar¨ªa noqueada m¨¢s por sus inseguridades o falta de carisma teleg¨¦nico que por la habilidad de su contrincante. Hasta la campa?a morenista lleg¨® a creer ese prejuicio e intent¨® postergar el debate. Ahora ya vieron que el caliz no era tan amargo y que, como no pocas veces ocurre, el miedo era peor que la realidad. Ya vieron que lo teleg¨¦nico es una convenci¨®n hecha de estereotipos, que Delfina puede liberarse de estos y que estuvo lejos de hacer un ¡°no podr¨ªa contestar eso¡±. El buen resultado para Delfina no implica que Alejandra del Moral lo haya hecho mal o no haya intentado lo suficiente esa noche. Todo lo contrario. Hizo un buen debate: arroj¨® dardos con los que recordaba c¨®mo G¨®mez ha secundado perniciosas pol¨ªticas p¨²blicas, pero no logr¨® derrumbarla, ni sacarla de quicio.
En esto de los debates cada quien tiene su interpretaci¨®n y hasta su encuesta, pero citando a un cr¨ªtico culinario internacional, las personas discuten siempre cu¨¢l restaurante es mejor que cu¨¢l, pero casi siempre coinciden cuando uno es malo. Delfina no perdi¨® la noche del jueves y eso es muy malo para Alejandra del Moral y el PRI. El PRI seguir¨¢ su campa?a en Edomex, que est¨¢ cumpliendo su primer tercio, en la t¨®nica de que por un lado -el suyo- hay una buena candidata y por el otro una p¨¦sima idea como gobernante: una abanderada morenista no solo ¨Cdir¨¢n¡ª poco preparada sino maniatada por caciques mexiquenses. No estar¨¢ el tricolor lejos de la realidad en esto ¨²ltimo, pero quiz¨¢ sea algo que a la postre aumente a¨²n m¨¢s las posibilidades de la maestra. Porque la campa?a priista acusa una debilidad clara. Mientras la candidata y sus partidos se juegan el destino del estado m¨¢s poblado, una entidad esencial para algunos de los mitos del priismo, el gobernador Alfredo del Mazo no llega ni a espectro en estos d¨ªas: es la definici¨®n perfecta del vac¨ªo pol¨ªtico, ese que siempre alguien se aprestar¨¢ a llenar.
Alejandra del Moral disputa votos a Morena, pero tambi¨¦n lidia con el des¨¢nimo de sus huestes, que quisieran que el gobernador gravitara; militancia y simpatizantes reman a contracorriente en eso de conquistar voluntades al echar de menos a su mandatario, que no est¨¢ en sinton¨ªa con la candidata, al que no advierten jug¨¢ndosela con los suyos. Del Mazo es el fardo de esta elecci¨®n para los priistas desde mucho antes de que comenzaran las precampa?as. De tanto no querer incomodar al presidente L¨®pez Obrador y a sus corcholatas, particularmente a la que es su vecina y favorita en las encuestas, se qued¨® sin espacio, sin peso: otro que abandona a los suyos para cuidar su cogote. Si no quiere perder, en seis semanas Del Moral deber¨¢ despertar en las clases medias un fervor por votar propio de quienes creen que no habr¨¢ ma?ana; deber¨¢ lograr que los votos que en 2021 propinaron derrotas a Morena tambi¨¦n en el Edomex, no solo se repitan sino se multipliquen a favor de ella, ¡°la candidata buena¡±, la ¡°que nadie mangonea¡±.
La tibieza del gobernador restar¨¢ a la candidata prianista capacidad para pactar apoyos. Buena parte del voto en el Edomex tiene una cuadr¨ªcula corporativa. Es una entidad donde muchas veces los derechos fueron hechos v¨¢lidos a partir de la organizaci¨®n territorial o gremial, l¨ªderes que tras jugar vencidas con las autoridades obligan a ¨¦stas a dialogar. Esa cultura de la organizaci¨®n popular que se movilizaba y arrancaba compromisos a partidos o los gobiernos nunca es m¨¢s ¨²til que en las campa?as, cuando los pol¨ªticos est¨¢n necesitados de los votos y los ciudadanos tienen la llave que puede abrir victorias o cerrar las posibilidades de ¨¦stas. Y si hoy los l¨ªderes de esas organizaciones del Estado de M¨¦xico quieren negociar, la disyuntiva no parece dif¨ªcil. Por un lado ven a una candidata din¨¢mica, que ya presidi¨® el PRI y estuvo en el gobierno, pero sin respaldo evidente del gobernador; por el otro, una candidata cuestionada, s¨ª pero con todo, absolutamente todo, el respaldo presidencial.
En lo anterior no hay sexismo alguno. Lo mismo ocurrir¨ªa si los candidatos fueran hombres. Las organizaciones sopesan a las personas y sus apoyos. As¨ª que nadie se sorprenda si grupos siempre ligados al PRI mudan su apoyo a Morena: hasta por sobrevivencia tienen la necesidad de no quedarse un sexenio sin capacidad de gestionar frente al poder. Esas organizaciones dar¨¢n el pulso definitivo sobre si hoy en el Estado de M¨¦xico la sociedad tiene m¨¢s cansancio de un PRI que lleva d¨¦cadas dictando los destinos de sus habitantes, o m¨¢s temor a que el movimiento de Andr¨¦s Manuel se instale tambi¨¦n en el palacio de gobierno de Toluca. Mas la campa?a podr¨ªa todav¨ªa deparar sorpresas.
El gobierno federal es un activo de la candidata Delfina pero tambi¨¦n podr¨ªa ser su lastre. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador no deja de meterse en problemas y la administraci¨®n del pa¨ªs tiene siempre el riesgo de cat¨¢strofes o tragedias mal manejadas. Si el azaroso devenir es indulgente, y a todos conviene eso, el handicap ser¨¢ para la candidata Del Moral. Ya que normalmente es el gobierno local, no la federaci¨®n, el que es visto como responsable de la seguridad, la educaci¨®n o la salubridad, incluso si esa administraci¨®n estatal fue de las que cedi¨® al Ejecutivo federal la salud, como en Edomex. Por m¨¢s que ha tratado de escurrir el bulto para que no le caigan las culpas, Alfredo del Mazo podr¨ªa terminar en esta elecci¨®n encajando no solo el golpe de ser el autor del fin de d¨¦cadas de dominio priista en el Edomex, sino que tendr¨ªa que olvidarse de cualquier expectativa por ser considerado un buen gobernante, un pol¨ªtico con legado.
Al no defender la plaza ¨Cnadie est¨¢ pidiendo que viole la ley, o trasgreda las normas electorales, en Coahuila por ejemplo nadie dice que el gobernador Riquelme sea un fantasma o que los priistas resienten su falta de apoyo--, Del Mazo terminar¨¢ por no defender ni su propio gobierno, sus obras o pol¨ªticas. Ni su tarjeta rosa, vaya. Del Moral tendr¨¢ que defender todo lo que el gobernador no asume sobre su propio gobierno, para ver si de aqu¨ª al 18 de mayo, fecha del segundo y ¨²ltimo debate, puede instalar la idea de que, en sus palabras, Morena es una mala idea porque quiere volver a la sociedad mexiquense al pasado destruyendo el futuro. Toca entonces a la candidata del PRI, PAN y PRD dibujar el contraste entre lo que hace Morena al gobernar y lo que hace el PRI. Tal comparativo podr¨ªa resultar contrapoducente: los a?ejos problemas de cinturones de miseria, inseguridad y falta de buenos servicios son, l¨®gicamente, algo que su partido no ha resuelto ni paliado en d¨¦cadas en el Edomex.
Del Moral tendr¨¢ un debate m¨¢s para tratar de destronar la ventaja de Delfina en las encuestas. Su estrategia en ese encuentro a desarrollarse en cuatro semanas tendr¨¢ que ser efectiva y demoledora. De lo contrario, sin argumentos arrasadores, y sin una candidata noqueada, a la priista le ser¨¢ imposible instalar la idea de que la competencia est¨¢ re?ida y que puede ganar cualquiera, incluso la que no tiene padrino. Alejandra se subir¨¢ de nuevo al ring confiada en un golpe de suerte, en que la maestra podr¨ªa reprobar en oratoria y conocimientos sobre un estado complejo y muy bronco. Se lanzar¨¢ con todo, incluso a riesgo de excederse en sus jabs, de tropezar con su propia beligerancia: no le queda de otra a la candidata cuya esquina hace rato arroj¨® la toalla.
En cambio, luego del jueves a Delfina sus m¨¢nagers le dir¨¢n en su esquina que muy bien campeona, que la pr¨®xima vez salga de nuevo as¨ª de segura, que no se preocupe si le conectan dos derechazos, que ella mantenga la distancia, que tiene piernas para no engancharse, que reitere qui¨¦n es ella, y ella hoy es la favorita del pueblo mexiquense.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.