Una jugada maestra, L¨®pez Obrador resuelve la sucesi¨®n
Si queda Sheinbaum en la presidencia, Ebrard ser¨ªa un extraordinario operador pol¨ªtico entre los legisladores; y de manera inversa, si es Ebrard el sucesor, Sheinbaum le dar¨ªa legitimidad entre los obradoristas de las C¨¢maras
El planteamiento que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ahora hace sobre la sucesi¨®n no solo esclarece de cuajo el panorama y diluye nubarrones, tambi¨¦n sienta las bases de lo que ser¨¢ el obradorismo en su segunda temporada. Y, de paso, confirma que el fen¨®meno que ha sido el tabasque?o en materia pol¨ªtica no es solo producto de las circunstancias o de la suerte, sino de un talento singular. Veamos por qu¨¦.
?Qu¨¦ es lo destacado de estas instrucciones presidenciales y cu¨¢les sus consecuencias? Los nuevos criterios, resumidos brevemente son: los precandidatos tendr¨¢n que renunciar a sus actuales responsabilidades (antes del 15 de junio) para participar en la precampa?a; habr¨¢ una sola encuesta y los criterios y definici¨®n de la casa encuestadora deber¨¢n ser consensuados entre los cuatro principales contendientes; el ganador de la encuesta ser¨¢ el candidato presidencial de Morena, el segundo lugar ser¨¢ el coordinador de los senadores a partir de 2024, el tercero ser¨¢ el coordinador de los diputados y el cuarto formar¨¢ parte del Gabinete del pr¨®ximo Gobierno; la encuesta tendr¨¢ lugar en agosto y habr¨¢ resultados a m¨¢s tardar a principios de septiembre.
Las implicaciones de este planteamiento modifican muchas cosas:
1.- Disminuye enormemente el riesgo de un cisma en el movimiento al establecer las bases de un piso mucho m¨¢s parejo. Al solicitar la renuncia de todos los implicados para que compitan al margen de las instituciones, satisface una de las exigencias que hab¨ªa hecho Marcelo Ebrard; al pedir que la definici¨®n de casas encuestadoras (y probablemente preguntas) sean obtenidas por consenso entre los participantes, elimina las principales objeciones y suspicacias de los inevitables derrotados.
2.- Convierte la sucesi¨®n no en la entrega de la estafeta a una persona sino a un equipo. Hasta ahora se hab¨ªa entendido la lucha por la candidatura oficial de Morena como una batalla del tipo ¡°ganador toma todo¡±, como suelen ser la contiendas por la gubernatura. Pero ahora la encuesta no solo estar¨ªa definiendo a la cabeza del poder ejecutivo, tambi¨¦n a la del poder legislativo. Con eso, L¨®pez Obrador est¨¢ consiguiendo varias cosas de manera simult¨¢nea: impone la noci¨®n de que lo que sigue no es un asunto de personas sino de corriente pol¨ªtica e ideol¨®gica; no hay que olvidar que los coordinadores del poder legislativo tradicionalmente resultaban de una decisi¨®n del presidente entrante; en esta ocasi¨®n, en cambio, habr¨¢n sido rivales de ese presidente (o presidenta) y estar¨ªan all¨ª por designio del fundador del movimiento. De paso, eso ofrecer¨ªa un elemento de contenci¨®n en el hipot¨¦tico caso de que el sucesor de Morena en Palacio Nacional resulte un fiasco por incapacidad o deslealtad; en tales circunstancias desde el poder legislativo el obradorismo podr¨ªa matizar o neutralizar en parte al Ejecutivo (y no olvidar que estar¨ªa vigente la posibilidad de la revocaci¨®n de mandato a mediados de sexenio).
3.- A la vez que resta protagonismo al siguiente presidente en favor del grupo, por lo menos al inicio, fortalece la capacidad del nuevo gobierno para dar continuidad a la Cuarta Transformaci¨®n. ?Por qu¨¦? Una de las preocupaciones principales de cara a la continuidad de la 4T es y seguir¨¢ siendo la debilidad del obradorismo una vez que no est¨¦ L¨®pez Obrador en el tim¨®n. Para decirlo r¨¢pido, quien sustituya a L¨®pez Obrador no tendr¨¢ el mismo carisma, la popularidad, el poder sobre las tribus de la izquierda o la ascendencia sobre otros poderes reales (militares, gobernadores, empresarios, l¨ªderes sindicales, etc.). Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard, cada cual de distinta manera, se queda corto y no lo digo en desmedro de ellos, sino en reconocimiento de las peculiaridades irrepetibles del liderazgo de L¨®pez Obrador. Pero unidos, el d¨¦ficit resulta menor. Si queda Sheinbaum en la presidencia, Ebrard ser¨ªa un extraordinario operador pol¨ªtico entre los legisladores y los grupos de inter¨¦s; y de manera inversa, si es Ebrard el sucesor en Palacio, Sheinbaum le dar¨ªa legitimidad entre los obradoristas de las C¨¢maras.
Hace tres semanas expuse en este espacio justamente las bondades de contemplar el escenario de Ebrard como coordinador de los senadores, asumiendo que las tendencias se mantuviesen en favor de Claudia. ¡°Me parece poco probable la posibilidad de un puesto en el Gabinete de su actual rival, una posici¨®n de subordinaci¨®n que ser¨ªa inc¨®moda para ambos. Una tarea m¨¢s ¨²til podr¨ªa ser la coordinaci¨®n del Senado, a la manera en que lo hizo Ricardo Monreal en este sexenio. Sheinbaum ser¨ªa una mandataria menos fuerte que L¨®pez Obrador, sin duda, y necesitar¨¢ una operaci¨®n de enorme habilidad en el Poder Legislativo para sacar adelante presupuestos e iniciativas del pr¨®ximo gobierno. La capacidad profesional, la experiencia y las relaciones de Ebrard con la oposici¨®n lo convertir¨ªan en la mejor carta de la 4T para esa tarea. Y mejor a¨²n para ¨¦l, lo pondr¨ªan en la plataforma para la competencia del 2030. Tampoco es un escenario natural, porque tendr¨ªan que limarse las aristas que han surgido entre Claudia y Marcelo, pero es una opci¨®n que L¨®pez Obrador podr¨ªa ver con buenos ojos. ?l sabe que, gane quien gane, el pr¨®ximo Presidente no tendr¨¢ su fuerza y, por consiguiente, el impulso de transformaci¨®n y la gobernabilidad podr¨ªan debilitarse. Una mancuerna Claudia y Marcelo, Poder Ejecutivo y Poder Legislativo, podr¨ªa constituir una f¨®rmula interesante para afrontar los muchos retos para continuar el proyecto de cambio de la 4T¡±. No s¨¦ si el presidente haya le¨ªdo mi columna o no, pero celebro la coincidencia. L¨®pez Obrador trae en mente un proyecto mucho m¨¢s trascendente y ambicioso.
4.- Al asegurar una definici¨®n para septiembre pr¨®ximo y habiendo obligado a los cuatro contendientes a renunciar a sus puestos actuales, en la pr¨¢ctica el presidente consigue tener un a?o m¨¢s a los cuatro unidos en el equipo de campa?a. No solo eso. Tendr¨¢ un largo periodo de doce meses para tutorearlos y prepararlos para la sucesi¨®n. De esta manera, insisto, se asegura de pasar el relevo a un equipo, no a una persona exclusivamente (que a la postre lo consiga es otra cosa: el arraigo del presidencialismo no es menor).
5.- Al ofrecer condiciones de un piso m¨¢s parejo y dise?ar un esquema en el que el ganador no se lleva todo, el presidente est¨¢ abriendo el abanico para la sucesi¨®n misma. Mucho m¨¢s importante que asegurar que una ¡°leal¡± reciba la estafeta es que el movimiento se mantenga unido. En cierta forma eso significa que el juego queda m¨¢s abierto que simplemente apostar todo a una favorita. Si bien Sheinbaum es puntera en las encuestas de intenci¨®n de voto, Ebrard tendr¨ªa que leer esta redefinici¨®n de reglas como una oportunidad real para competir con mejores oportunidades. La contienda se pone buena; habr¨¢ algo para todos, la pregunta es qu¨¦ se llevar¨¢ cada uno.
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