El caso Azucena: faltan pruebas
La periodista Uresti dijo salir del noticiero nocturno de Milenio TV por las ¡°circunstancias actuales¡±, pero ha mantenido la ambig¨¹edad de la frase, sin esclarecer los motivos reales
¡°El Partido te dijo que rechazaras la evidencia de tus ojos y o¨ªdos. Era su ¨²ltima orden, la m¨¢s esencial¡±.
Record¨¦ esta cl¨¢sica frase de la novela 1984 cuando vi la pol¨¦mica desatada por la salida de la periodista Azucena Uresti del noticiero nocturno de Milenio TV. El caso me pareci¨® emblem¨¢tico de la polarizaci¨®n que vivimos en M¨¦xico, donde la evidencia es desplazada por los prejuicios, al grado que ya ni siquiera nos percatamos de su ausencia.
El anuncio de Uresti el viernes por la noche atribuy¨® su salida a ¡°circunstancias actuales¡±, y esas dos palabras bastaron para crear toda una narrativa de censura y represi¨®n ordenadas desde Palacio Nacional para quitar del camino a una periodista inc¨®moda. Pero, ?qu¨¦ se pod¨ªa probar realmente?
Nada, para ser precisos. Uresti no especific¨® la frase ambigua. El t¨¦rmino ¡°circunstancias actuales¡± puede referirse a muchas cosas: circunstancias pol¨ªticas, s¨ª, pero tambi¨¦n econ¨®micas, laborales o personales. Muchos hicieron la inferencia de una motivaci¨®n pol¨ªtica como si fuera un reflejo autom¨¢tico, sin que realmente hubiera bases para ello.
Lo que s¨ª sabemos es que de parte del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y su Gobierno se ha fomentado un clima de hostilidad contra periodistas, de ataques e insultos contra aquellos que osan realizar coberturas cr¨ªticas e independientes. Por eso ya resulta casi autom¨¢tico para muchos pensar que la salida de cualquier periodista o comentarista de un medio equivale a censura orquestada en Palacio.
Pero incluso en este caso, L¨®pez Obrador sali¨® a pedir explicaciones de lo que Uresti quiso decir con eso de ¡°circunstancias actuales¡±. La periodista, por su parte, subi¨® el lunes un video a redes sociales, pero nos deja en las mismas. Expresa agradecimiento por los comentarios ante su salida y dice que no se le acaban los espacios, porque se mantiene en Radio F¨®rmula. Tambi¨¦n que busca espacios para ejercer el periodismo ¡°con la mayor libertad¡±, sugiriendo que en Milenio no los habr¨ªa tenido, pero sin dar muestras concretas.
Sin embargo, no desmiente el comunicado que Milenio public¨® el s¨¢bado para atajar los comentarios que lo pintaban como sumiso al poder. La empresa dijo que la salida de Uresti fue de com¨²n acuerdo porque ella empezar¨ªa un espacio en radio. Uresti no se ha referido a esa versi¨®n.
Entonces, ?de qu¨¦ se trata? ?De una censura o de un cambio de aires profesionales?
Uresti ha mantenido su versi¨®n en la ambig¨¹edad. Si fue censura, ?por qu¨¦ no ha dado detalles? Es aqu¨ª cuando la respuesta autom¨¢tica de muchos ha sido: ¡°No puede porque se arriesga¡±. Pero si no puede porque est¨¢ en riesgo, ?c¨®mo es que mantiene su espacio en Radio F¨®rmula que estar¨ªa a punto de ampliarse?
La evidencia es contraria al prejuicio, pero no puede vencerlo.
La censura es un asunto muy serio como para dejarse en el aire. La hostilidad del actual Gobierno hacia la prensa ha sido una de sus principales hipocres¨ªas y ser¨¢ uno de sus m¨¢s grandes legados. Pero tambi¨¦n se han dado casos de periodistas o comentaristas que pierden espacios y lo primero que hacen es gritar ¡°censura¡±, cuando en realidad fueron otras consideraciones las que provocaron sus salidas: baja de audiencia, problemas econ¨®micos, reestructuras. Y luego aparecen en otros medios, lo que ser¨ªa imposible si su denuncia de censura fuera cierta.
Un caso de censura se puede, y debe, ventilar. Lo hizo Julio Scherer Garc¨ªa cuando el Gobierno de Luis Echeverr¨ªa lo sac¨® de Exc¨¦lsior en 1976. Lo hizo Manuel Becerra Acosta cuando revel¨® c¨®mo Carlos Salinas de Gortari lo oblig¨® a vender el diario Unom¨¢suno en 1989. Lo hizo Carmen Aristegui cuando el de Enrique Pe?a Nieto presion¨® para sacarla de MVS en 2015, meses despu¨¦s de revelar la lujosa Casa Blanca del entonces presidente.
Espacios no le faltaron a Scherer para denunciar su salida de Exc¨¦lsior, y eso que no hab¨ªa redes sociales hace medio siglo. Becerra Acosta le dio una extensa entrevista a Proceso detallando las presiones de Salinas. Aristegui encendi¨® Twitter con su salida. Uresti tiene a su disposici¨®n muchos canales para denunciar censura. Organizaciones dedicadas a promover la libertad de expresi¨®n la han buscado para obtener m¨¢s detalles de su caso, pero no los ha dado.
Es innegable que en M¨¦xico hay presiones econ¨®micas a medios para que moderen sus cr¨ªticas o coberturas, lo que deriva en ocasiones en la salida de periodistas, como habr¨ªa sido el caso de Carlos Loret en Televisa. Por otro lado vemos que periodistas odiados en Palacio Nacional mantienen sus espacios en medios: Raymundo Riva Palacio en Televisa, Pascal Beltr¨¢n del R¨ªo en Imagen, Ciro G¨®mez Leyva o Joaqu¨ªn L¨®pez D¨®riga en Radio F¨®rmula, donde tambi¨¦n tiene espacio Uresti.
L¨®pez Obrador est¨¢ cosechando la discordia que sembr¨®. Aun si ¨¦l no es responsable de un acto de censura, se le va a achacar por su comportamiento con la prensa. No solo con sus constantes agresiones en las conferencias ma?aneras, sino tambi¨¦n con su pasividad y negligencia ante la apabullante cifra de periodistas asesinados durante su Gobierno: 42 desde 2019 a la fecha, seg¨²n la organizaci¨®n Art¨ªculo19, tres m¨¢s que los acumulados en el mismo tramo del sexenio de Pe?a Nieto.
El problema de libertad de prensa en M¨¦xico es grave, pero su epicentro no est¨¢ en las discusiones polarizadas sobre una persona en particular. Victimizarse es muy f¨¢cil, muchos hemos tenido la oportunidad de hacerlo. Pero las decenas de periodistas asesinados merecen que nuestros ojos y o¨ªdos vean la realidad y eso ser¨¢ aportando evidencia y transparencia. Los periodistas somos muy buenos para exigirlas a otros, no mucho cuando somos nosotros los que las tenemos que aportar.
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