Las burbujas que chocaron en la elecci¨®n
Muchas pompas informativas se rompieron tras el 2 de junio, sobre todo en el bloque opositor: se preguntaron c¨®mo era posible que Sheinbaum hubiera sacado tantos votos si sus amigos y familiares iban a votar por G¨¢lvez
Por algo les llaman ¡°burbujas¡± de informaci¨®n. El aire de una burbuja no se mezcla con el ambiente de afuera, no se contamina. Y su pared impermeable tambi¨¦n har¨¢ que choque con otras burbujas.
El concepto resulta muy ¨²til para analizar lo que pas¨® en la elecci¨®n del 2 de junio. Muchas burbujas se rompieron cuando la realidad perfor¨® las certezas que se pensaban impermeables, sobre todo en los simpatizantes del bloque opositor: el caso cl¨¢sico de los que se preguntaron c¨®mo era posible que Claudia Sheinbaum hubiera sacado tantos votos si sus amigos y familiares iban a votar por X¨®chitl G¨¢lvez.
Las burbujas se formaron en el intercambio de informaci¨®n, no solo a lo largo de las campa?as sino durante a?os de consumo de informaci¨®n, y ocurri¨® el mismo efecto que en el mundo natural: el aire dentro de la burbuja se mantiene puro y no sabe que el aire afuera cambia constantemente.
En cierto sentido, todos vivimos en una burbuja: nuestras relaciones m¨¢s cercanas, familiares y amigos, suelen ser con personas de situaci¨®n y antecedentes similares, con los que compartimos ciertos valores, costumbres o aficiones. Pero hasta hace muy poco, est¨¢bamos m¨¢s expuestos a realidades distintas a la nuestra y m¨¢s dispuestos a aceptar esas diferencias.
Las tecnolog¨ªas de informaci¨®n distorsionan nuestros campos de visi¨®n cuando nos permiten vivir en compartimientos peque?os. En el mundo de la informaci¨®n ese camino ha sido claro: hace 30 a?os, antes del Internet, para enterarnos de noticias hab¨ªa que ver todo un programa de televisi¨®n o revisar todo un peri¨®dico. Quiz¨¢ no todo el contenido nos parec¨ªa relevante, pero llegar a los temas que nos interesaban, significaba estar expuestos a otros y algo permanec¨ªa. Vemos lo que queremos saber, pero en el proceso estamos expuestos a lo que necesitamos saber.
El Internet nos trajo la posibilidad de personalizar. Si recibo noticias de un sitio web por correo o en el tel¨¦fono, pero no quiero enterarme de temas econ¨®micos, simplemente no palomeo esa opci¨®n al suscribirme. Si en redes sociales tengo un consumo constante de noticias de futbol, el algoritmo me va a bombardear con ese tema, pero no me va a mandar nada de beisbol. El mundo se reduce s¨®lo a lo que queremos saber, dejando fuera mucho que necesitamos saber para un conocimiento m¨¢s amplio.
De esa forma, nuestro campo de visi¨®n se hace angosto y reducimos la calidad de nuestra informaci¨®n. Dejamos de estar expuestos a una opini¨®n distinta, incluso dejamos de reconocer la realidad, y estos huecos son aprovechados para la desinformaci¨®n y la manipulaci¨®n.
Esto lleva a creer cualquier cosa que justifique opiniones que ten¨ªamos previamente formadas pero que la realidad ha desmentido. Un simpatizante de la oposici¨®n en cuyo c¨ªrculo X¨®chitl G¨¢lvez era popular recibir¨¢ un shock al enterarse que su candidata era impopular en otros y su conclusi¨®n inmediata es que debi¨® haber fraude.
Del otro lado puede ocurrir el mismo efecto. Un simpatizante de Claudia Sheinbaum podr¨ªa ver los resultados arrolladores de su candidata y cuestionar por qu¨¦ candidatos de Morena a otros puestos perdieron. No puede ser posible si Sheinbaum era tan popular, pero ignoran que el cruce de votos es algo normal.
?Qu¨¦ se qued¨® fuera de las burbujas? Por un lado, que la campa?a del PRI, PAN y PRD no pudo definirse frente a la popularidad del presidente L¨®pez Obrador; o que los votantes todav¨ªa no quieren regresar al poder a partidos que no les cumplieron cuando tuvieron oportunidad de gobernar; o que la autodefinici¨®n ¡°ciudadana¡± de G¨¢lvez choc¨® con la percepci¨®n de los partidos que la postularon; o que opiniones negativas sobre el presidente no eran tan generalizadas como pens¨¢bamos.
Las encuestas de salida que analizaron el perfil de los votantes derrumbaron el mito que se hab¨ªa formado en torno a los votantes de Morena: que son personas de bajos ingresos y baja escolaridad beneficiarios de programas sociales. Pero cuando resulta que 50% de las personas que ganan m¨¢s de 50.000 pesos al mes votaron por Sheinbaum, o que ella y G¨¢lvez empataron en el voto de universitarios, el que haya cre¨ªdo este mito quedar¨¢ confundido.
La p¨¦rdida de la memoria es otro efecto de las burbujas. En la disputada elecci¨®n de 2006 muchos dijeron que desconocer los resultados era una falta de respeto a los ciudadanos que contaron los votos y se debilitaba el sistema electoral, pero ahora cuestionan el conteo de votos. Hace apenas unas semanas marchaban para defender al Instituto Nacional Electoral pero ahora dudan de sus resultados.
El concepto de las burbujas informativas tiene una relaci¨®n estrecha con las ¡°c¨¢maras de eco¡±, cuando nuestras creencias o ideas son amplificadas y reforzadas a fuerza de repetici¨®n dentro de un sistema cerrado y no permite la penetraci¨®n de creencias o ideas diferentes.
Romper estas burbujas y c¨¢maras de eco es uno de los grandes retos para evitar la erosi¨®n de una democracia. Si reconocemos ideas distintas, toleramos creencias variadas y no confundimos nuestro mundo con el mundo quiz¨¢ podremos empezar una conversaci¨®n para entender qu¨¦ pas¨® el 2 de junio.
@jagarzarmos
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