Elogio a la cordura o lo que nos jugamos con Claudia Sheinbaum
Tenemos una enorme suerte de estar discutiendo sobre si la presidenta podr¨¢ conciliar la reducci¨®n de la pobreza y el crecimiento econ¨®mico, si lo comparamos con las encrucijadas de Estados Unidos, Francia o Argentina
No parecemos darnos cuenta de lo que representa Claudia Sheinbaum. Y no hablo de sus virtudes personales o las del equipo que encabeza, algo que seguramente est¨¢ sujeto a apreciaciones subjetivas y a los matices ideol¨®gicos de cada cual. Me refiero a la enorme suerte de que en estos momentos estemos discutiendo si Sheinbaum podr¨¢ o no conciliar dos tareas de tan dif¨ªcil maridaje: aminorar la pobreza que muerde a las mayor¨ªas y encontrar v¨ªas para activar el crecimiento econ¨®mico. Y digo suerte, si lo comparamos con las encrucijadas en las que se encuentran las ¨¦lites pol¨ªticas en Estados Unidos, Francia, Italia, Argentina, entre otras naciones, atrapadas entre el agotamiento de los l¨ªderes o la deriva a un extremo del pantene ideol¨®gico. Es singular el mero hecho de que la presidenta virtual de M¨¦xico est¨¢ dando pasos puntuales e inequ¨ªvocos, sin renunciar a sus convicciones, para intentar conciliar intereses y encontrar maneras de potenciar la prosperidad de todos. No es algo que estemos viendo en el espectro pol¨ªtico mundial, caracterizado por la preeminencia de agendas con enormes cargas ideol¨®gicas y polarizantes.
La dificultad no es que M¨¦xico no pueda encontrar soluciones, sino que el proceso de concebirlas y ponerlas en marcha sea boicoteado por dos fuerzas opuestas: la impaciencia y la exasperaci¨®n de las mayor¨ªas inconformes, por un lado, o la incomprensi¨®n de poderes f¨¢cticos insensibles a cualquiera otra cosa que no sea su inter¨¦s de corto plazo, por otro.
No s¨¦ si t¨¦cnicamente Claudia Sheinbaum es la mejor opci¨®n que ofrece la Administraci¨®n P¨²blica mexicana y la clase pol¨ªtica en este momento; yo creo que lo es, pero no pretendo vender ese argumento a los que no coinciden con la 4T. Pero estoy convencido que su propuesta es la mejor opci¨®n de la mezcla que este pa¨ªs dividido y desigual necesita: legitimidad pol¨ªtica de parte de las mayor¨ªas inconformes y capacidad profesional respecto a los mercados y los factores de crecimiento. Izquierda con Excel, lo he titulado en otra ocasi¨®n, tratando de resumir esta necesaria ecuaci¨®n que ella representa. La ¨²nica posible para el momento que M¨¦xico vive.
O para ponerlo en otros t¨¦rminos. Muchos o algunos lectores de este texto pensar¨¢n que personajes como Miguel ?ngel Gurr¨ªa, Santiago Creel o Enrique de la Madrid tendr¨ªan los atributos profesionales para poner a M¨¦xico en la ruta del orden y el crecimiento. Francamente no lo creo, porque no solo se trata de la aplicaci¨®n del supuesto mejor ¡°Excel¡±, sino de aqu¨¦l que sea posible en una sociedad con tantos agravios, muchos de los cuales nunca han sido comprendidos por las ¨¦lites que nos gobernaron. Pero buenos o malos, el hecho es que los mencionados no habr¨ªan sido elegidos por el voto popular. Ese voto que se habr¨ªa transformado en factor de inestabilidad pol¨ªtica de cualquier de otra opci¨®n que no tenga el respaldo mayoritario.
Quienes exigen que Sheinbaum pinte su raya no parecen darse cuenta de que la ¨²nica posibilidad de cambio sin desbarrancarnos, es que no pinte esa raya a ojos de los muchos que siguen irritados por la pobreza y la desigualdad. Habr¨ªa que insistir, la amenaza no es un alzamiento armado ni mucho menos, sino la ingobernabilidad pol¨ªtica y la inviabilidad econ¨®mica que provocar¨ªan cientos de conflictos locales y puntuales como los que hoy atosigan las carreteras y paralizan otras v¨ªas de comunicaci¨®n. Muchas de esas comunidades, gremios y estamentos, hartos de injusticias y de carencias, asumen que hoy gobierna una fuerza que opera en su beneficio y, de alguna manera esa expectativa constituye un ¡°detente¡± para el estallido social. No ser¨¢ eterno.
Eso es lo que nos estamos jugando. En 2018 se dio una fractura entre las opciones pol¨ªticas tradicionales, PAN y PRI, y la mayor¨ªa de los mexicanos. El sistema pol¨ªtico sigui¨® siendo viable gracias el vuelco en favor del movimiento de L¨®pez Obrador. Pero ese vuelco tiene fecha de caducidad. Es imprescindible que Sheinbaum aproveche ese bono pol¨ªtico para impulsar cambios que se traduzcan en una mejor¨ªa sustancial de las condiciones de vida de la mayor¨ªa de los mexicanos. O al menos muchos de ellos. Por el bien de todos, ojal¨¢ lo consiga. Pero eso nunca podr¨¢ alcanzarse a golpe de derramas sociales, por m¨¢s que sean indispensables para lo m¨¢s urgente. El verdadero cambio reside en una sociedad pr¨®spera capaz de ofrecer un empleo digno para todos. Y para eso se necesita la participaci¨®n activa de la otra minor¨ªa, aquella que puede activar la econom¨ªa y generar los empleos de los que hoy carecemos.
Eso es lo que tendr¨ªan que entender los dos proyectos de pa¨ªs que se disputan la arena pol¨ªtica y econ¨®mica. Un corrimiento hacia el centro solo puede hacerse a condici¨®n de que sea percibido como una estrategia t¨¢ctica en beneficio de todos, y no como una traici¨®n a las convicciones que otorgan a este movimiento la legitimidad pol¨ªtica por parte de los sectores populares.
Eso no significa entregar cheques en blanco a nadie. Pero es distinta la cr¨ªtica destinada a torpedear, a da?ar o desbarrancar un proyecto, que aquella destinada a detectar aquello que es corregible y mejorable. Tampoco se pretende que Sheinbaum sea infalible. Nadie lo es. Ser¨¢ necesario que ella resista las ganas de responder a los muchos ataques, justificados o no, que habr¨¢ de recibir en el camino; superar la tentaci¨®n de victimizarse, evitar una presidencia militante de s¨ª misma y de su proyecto. Solo as¨ª podr¨¢ convertir a su proyecto en el proyecto de todos. Porque en el fondo es eso: el proyecto de todos, aunque no lo estemos viendo.
@jorgezepedap
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