Monreal, el operador inc¨®modo
El senador oficialista ha sido para su partido el equivalente a un tratamiento dental: molesto pero necesario. Un dolor de muelas. O por lo menos eso es lo que cree L¨®pez Obrador
Ricardo Monreal ha sido para Morena el equivalente a un tratamiento dental: molesto pero necesario. Un dolor de muelas a las que no hay manera de extirpar porque siguen siendo ¨²tiles. O por lo menos eso es lo que cree Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. El sexenio pasado se las ingeni¨® para convertirse en un hombre clave de la operaci¨®n pol¨ªtica, en su calidad de coordinador de Morena en el Senado. En el sexenio pr¨®ximo su papel a¨²n ser¨¢ m¨¢s relevante en su car¨¢cter de l¨ªder de la mayor¨ªa calificada o constitucional de la C¨¢mara de Diputados. Un logro sorprendente para quien una y otra vez ha desafiado directrices del presidente y le ha puesto m¨¢s de una zancadilla a la pr¨®xima mandataria.
Un breve recuento de algunos de los ¡°incidentes¡± m¨¢s llamativos. A principios de 2017, un a?o antes de la elecci¨®n, Monreal era el principal candidato de Morena para el Gobierno de la capital. El exgobernador de Zacatecas presid¨ªa la delegaci¨®n Cuauht¨¦moc y, a diferencia de Claudia Sheinbaum, ten¨ªa varios a?os promocion¨¢ndose para conseguir reemplazar a Miguel ?ngel Mancera. Pero algo se descompuso en la relaci¨®n entre el l¨ªder de Morena y Monreal. Al parecer, su autopromoci¨®n result¨® excesiva a ojos de L¨®pez Obrador, entre otros motivos por entablar relaciones directas, m¨¢s que c¨¢lidas con quien ser¨ªa su rival, el secretario de Hacienda, Jos¨¦ Antonio Meade, con el pretexto de gestionar recursos y obras para su delegaci¨®n.
Sin embargo, desplazarlo no fue f¨¢cil. En su libro Gracias, el tabasque?o afirm¨® que ¨¦l hab¨ªa pensado entregar la secretar¨ªa de Gobernaci¨®n a Claudia Sheinbaum, pero que cuando se lo propuso ella le dijo que prefer¨ªa competir por Ciudad de M¨¦xico. ¡°Le respond¨ª que lo sopesara, porque Ricardo Monreal estaba bien posicionado y podi?a ganarle la encuesta. Al final, como es un poco terca o, para decirlo con elegancia, perseverante, como ya saben quie?n, decidio? participar en la contienda interna y la gano?¡±. Pero no sin costos: ¡°Gan¨¦ la encuesta, pero no gan¨¦ la decisi¨®n de quien toma las decisiones¡±, dijo Monreal posteriormente. A la postre, L¨®pez Obrador intervino para evitar un desgaste mayor, como ¨¦l mismo reconoci¨® en un mitin, e invit¨® al zacatecano a conversar.
En entrevista del periodista Alejandro Almaz¨¢n a Ren¨¦ Bejarano, este afirma que Monreal pidi¨® a cambio de aceptar su derrota ser designado secretario de Gobernaci¨®n si L¨®pez Obrador ganaba la presidencia el siguiente a?o. ¡°Andr¨¦s termin¨® cedi¨¦ndole la candidatura de la Cuauht¨¦moc a alguien de su equipo y a ¨¦l la coordinaci¨®n del Senado¡±.
Tres a?os m¨¢s tarde, en 2021, Morena y la jefa de Gobierno intentaron recuperar la delegaci¨®n Cuauht¨¦moc del control monrealista y derrotaron a los precandidatos de esta corriente con la figura de Dolores Padierna. Monreal no se dio por vencido. Seg¨²n varias versiones period¨ªsticas, ¨¦l fue el motor que consigui¨® que los tres partidos de oposici¨®n aprobaran la candidatura de Sandra Cuevas con tal de derrotar a Padierna. Lo consiguieron. La p¨¦rdida de la Cuauht¨¦moc fue quiz¨¢ la m¨¢s dolorosa en esas elecciones intermedias, en las que Morena solo gan¨® siete de las 16 delegaciones. La molestia fue may¨²scula en los dos Palacios del Z¨®calo. L¨®pez Obrador suspendi¨® los desayunos rutinarios que celebraba con su coordinador de senadores y en alg¨²n momento se crey¨® que perder¨ªa esas funciones, pero se necesitaba el oficio de Monreal para la dura tarea legislativa tras la p¨¦rdida de tantos esca?os. La reacci¨®n en el c¨ªrculo de Sheinbaum fue a¨²n mayor. A los agravios de tres a?os antes, cuando ambos compitieron por la jefatura de Gobierno, ahora se sumaba lo que se consideraba una traici¨®n al movimiento.
A lo largo de 2022 se asumi¨® que el protagonismo de Monreal ten¨ªa los d¨ªas contados. Un a?o m¨¢s tarde el zacatecano se propuso como precandidato a la presidencia por Morena. Y si bien hubo una dura resistencia a aceptarlo, L¨®pez Obrador opt¨® por la necesidad: se requer¨ªa ampliar el men¨² de corcholatas, entre otras cosas para diluir una confrontaci¨®n binaria entre Sheinbaum y Ebrard. Por lo dem¨¢s, otras figuras resultaban competidores inveros¨ªmiles o simplemente no estaban interesados (en alg¨²n momento L¨®pez Obrador mencion¨® a Juan Ram¨®n de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier y Roc¨ªo Nahle). La jugada de Monreal fue astuta. Entend¨ªa que no ten¨ªa ninguna posibilidad, pero tambi¨¦n sab¨ªa que cuando llegara el momento podr¨ªa convertir en moneda de cambio el reconocimiento del triunfo de Sheinbaum, ante el previsible desacato de Ebrard. No se equivoc¨®. Qued¨® en ¨²ltimo lugar en la encuesta, pero consigui¨® convertirse en el mandam¨¢s de la C¨¢mara de Diputados el siguiente sexenio.
La m¨¢s reciente es un esc¨¢ndalo. Como se sabe, el pasado junio su hija, Catalina Monreal, perdi¨® sorpresivamente la elecci¨®n en la Cuauht¨¦moc frente a la candidata priista, Alejandra Rojo de la Vega por 3%. Se impugn¨® el resultado y se hizo un recuento en 9% de las casillas sin cambio alguno. Pero sorpresivamente, el Tribunal Electoral de Ciudad de M¨¦xico anul¨® la elecci¨®n por considerar que hubo violencia de g¨¦nero hacia Catalina Monreal; durante la campa?a, Rojo de la Vega hab¨ªa acusado a su rival de ser t¨ªtere de su pap¨¢. Una sospechosa resoluci¨®n que no pod¨ªa llegar en peor momento, pues contradice el argumento de Sheinbaum de que los cambios en el Poder Judicial no se traducir¨¢n en un uso faccioso pol¨ªtico. Lo de la Cuauht¨¦moc es la perfecta evidencia de la tesis de la oposici¨®n. Esta semana el propio presidente se vio obligado a intervenir, afirmando que hab¨ªa que revisarlo, porque ese mismo argumento se esgrimi¨® respecto a sus declaraciones sobre X¨®chitl G¨¢lvez y su relaci¨®n con Claudio X y similares.
Se puede especular sobre la aparente laxitud de L¨®pez Obrador al dar tal poder a un pol¨ªtico que en tantas ocasiones ha desafiado a Morena. Para el presidente la deslealtad suele ser el peor de los pecados. En parte puede deberse a la utilidad que ofrece un operador con tantas relaciones, capacidad de gesti¨®n, orador y figura medi¨¢tica. Pero el presidente no ignora que el zacatecano seguir¨¢ operando su propia agenda y no necesariamente la de Sheinbaum. Lo de la Cuauht¨¦moc lo demuestra. La capacidad para generar amarres, favorecer presupuestos y nombramientos solo va a consolidar su poder. Lo que aporta Monreal en t¨¦rminos de oficio no compensa la incertidumbre pol¨ªtica que le genera a la presidenta. L¨®pez Obrador sabe que le deja a su relevo un disidente, un empoderado inc¨®modo. No ser¨¢ precisamente un alfil de Sheinbaum, pero ni siquiera de ¨¦l mismo. ?Por qu¨¦ lo hace? Quiz¨¢ ni L¨®pez Obrador mismo tenga respuesta para dejar este incordio. O quiz¨¢ s¨ª, y eso no es nada tranquilizante.
@jorgezepedap
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