Los pleitos dentro de Morena muestran un regreso al viejo PRI
El conflicto entre los dos jefes parlamentarios del partido oficialista va m¨¢s all¨¢ de una simple discusi¨®n por el presupuesto de las C¨¢maras
Es obvio que el conflicto entre los dos jefes parlamentarios de Morena, Ad¨¢n Augusto L¨®pez, en el Senado, y Ricardo Monreal, en la C¨¢mara de Diputados, va m¨¢s all¨¢ de una simple discusi¨®n por el presupuesto de las C¨¢maras (aunque es notable c¨®mo los morenistas promueven la austeridad siempre y cuando se aplique a otros).
El pleito tambi¨¦n es m¨¢s que una mera lucha por prebendas o un ajuste de cuentas entre dos grupos antag¨®nicos dentro del partido gobernante. En la superficie, puede parecer una distracci¨®n de temas m¨¢s importantes, pero tiene un fondo con enormes consecuencias.
El encontronazo que se dieron L¨®pez y Monreal es un s¨ªntoma inequ¨ªvoco del retroceso democr¨¢tico que M¨¦xico ha tenido. Volvimos a las ¨¦pocas que cre¨ªamos terminadas con el siglo XX: hoy, como en el viejo r¨¦gimen del PRI, las disputas pol¨ªticas m¨¢s importantes se dan dentro de un mismo partido, no entre distintas fuerzas.
M¨¦xico termin¨® en 2018 una racha de un cuarto de siglo de poder compartido entre partidos pol¨ªticos, pero 2024 aceler¨® el regreso a la ¨¦poca de un partido dominante, de manera que la oposici¨®n se ha vuelto irrelevante en la discusi¨®n. Con Morena en control de la agenda legislativa gracias a supermayor¨ªas artificiales en el Congreso, las pol¨¦micas que involucran a los dirigentes de la oposici¨®n pueden ser interesantes, incluso dignas de atenderse, pero de ninguna manera determinantes en el rumbo pol¨ªtico del pa¨ªs.
As¨ª era en la ¨¦poca previa a 1997, cuando el PRI perdi¨® el control de la C¨¢mara de Diputados y con ello la habilidad del presidente de la Rep¨²blica de sacar intacta su agenda legislativa. Era el desenlace de un proceso que hab¨ªa comenzado una d¨¦cada antes, en 1988, cuando el PRI perdi¨® la mayor¨ªa de dos tercios del Congreso, lo que elimin¨® su capacidad de hacer reformas constitucionales de manera unilateral y lo oblig¨® a negociar, principalmente con el PAN.
Morena est¨¢ en la misma situaci¨®n que el PRI estaba antes de 1988, la ¨²ltima vez que una fuerza pol¨ªtica tuvo una aplanadora en el Congreso. (Cuento a Morena con sus r¨¦moras del PT y el Verde, entregados por migajas de poder). Hasta ese a?o, las principales disputas pol¨ªticas se resolv¨ªan en el seno del PRI, con el presidente de la Rep¨²blica como mediador o ¨¢rbitro final.
Pero hay dos diferencias sustanciales que hacen del nuevo sistema morenista una copia inexacta del viejo PRI.
Una es que en el r¨¦gimen priista, nadie pon¨ªa en tela de juicio la autoridad presidencial y pocos atrev¨ªan a desafiar al presidente. La historia nunca se repite de manera exacta, y la reencarnaci¨®n del viejo sistema unipartidista termin¨® en una copia menos efectiva porque la autoridad presidencial no es lo que era, quiz¨¢ porque ya vivimos ¨¦pocas de presidencias d¨¦biles. Sheinbaum no podr¨¢ ser una mediadora efectiva entre los dirigentes de Morena mientras ella no sea la responsable de ponerlos donde est¨¢n.
En el viejo sistema, un presidente pod¨ªa aplacar a un l¨ªder de diputados o senadores porque ¨¦l los puso. Sheinbaum no puso a L¨®pez y Monreal. El pleito entre los jefes parlamentarios de Morena no es una disputa entre dos colaboradores de la presidenta, sino entre dos fichas de un expresidente.
Esa es la segunda gran diferencia. La figura que menos valor ten¨ªa en el viejo sistema priista, la del presidente saliente, es ahora la que pesa m¨¢s en el nuevo sistema unipartidista. En el viejo PRI, expresidentes que trataban de meterse en asuntos pol¨ªticos eran puestos en su lugar con se?alamientos por corrupci¨®n (Miguel Alem¨¢n, Carlos Salinas), o el env¨ªo a embajadas remotas (Luis Echeverr¨ªa). Aun cuando los colaboradores de expresidentes encontraban continuidad en el nuevo sexenio, eran puestos con el poder dependiente del nuevo titular del Ejecutivo.
No es as¨ª con Sheinbaum, quien de entrada conform¨® su gabinete con personas m¨¢s identificadas con L¨®pez Obrador que con ella. A una de ellas, la secretaria de Gobernaci¨®n, Rosa Icela Rodr¨ªguez, le deleg¨® la responsabilidad de mediar entre L¨®pez y Monreal. A final de cuentas los tres son m¨¢s cercanos al expresidente que a la presidenta. Y aun si L¨®pez y Monreal salieron de esa reuni¨®n como camaradas fraternos, todav¨ªa queda un asunto de 90 millones de pesos por resolver.
Noventa millones es el monto de los contratos hechos en la gesti¨®n de Monreal al frente de la bancada de Morena en el Senado, de 2018 a 2023, que L¨®pez acus¨® de haber heredado con irregularidades. No es cierto, como dice Sheinbaum, que el tema se hizo grande ¡°por nuestros adversarios¡±, una declaraci¨®n que muestra de nueva cuenta esa dependencia en las ideas de su antecesor. L¨®pez puso sobre la mesa el tema de corrupci¨®n de un dirigente de Morena. Fue ¨¦l quien habl¨® de anomal¨ªas y pidi¨® la investigaci¨®n. No necesit¨® que nadie lo hiciera grande.
Ahora, echarle tierra a un se?alamiento de corrupci¨®n con una fotograf¨ªa de armon¨ªa pol¨ªtica en realidad estar¨¢ ratificando el manto de impunidad que Morena tiende sobre los consentidos del poder. Y en eso s¨ª resulta una copia fiel del viejo sistema priista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.