Aguas en un laberinto de ca?ones y gargantas
El X¨²quer acaba convirtiendo la Ribera en un jard¨ªn ¨²til, de feracidad golosa y contrastada; sin su caudal no se explicar¨ªan ni los naranjales de Carcaixent y Alzira ni los arrozales de Sueca
El X¨²quer acaba convirtiendo la Ribera en un jard¨ªn ¨²til, de feracidad golosa y contrastada; sin su caudal no se explicar¨ªan ni los naranjales de Carcaixent y Alzira ni los arrozales de Sueca