La salida del confinamiento, a suertes
La selecci¨®n al azar de ciudadanos para participar en la vida p¨²blica es pr¨¢ctica habitual y m¨¢s que fiable en democracias representativas
No es frecuente que toda una sociedad, y menos a escala global, se enfrente a decisiones sobre las que tenemos poca o nula experiencia previa. La salida del confinamiento que vivimos es una experiencia de este tipo. Las aproximaciones a c¨®mo hacerlo son debatibles, difieren de un pa¨ªs a otro y ser¨ªa hasta razonable que pudiesen ser distintas incluso dentro de un mismo territorio.
Varios pa¨ªses se encuentran ya constituyendo ¨®rganos consultivos con este fin. El Gobierno italiano ha decidido poner al frente al antiguo consejero delegado de una de las cinco mayores empresas de telefon¨ªa m¨®vil del mundo, lo cual indica que la participaci¨®n de dicho sector puede ser determinante. El presidente de Estados Unidos, sin embargo, parec¨ªa decidido a que primase la confianza personal antes que la experiencia profesional y hace unos d¨ªas contemplaba la posibilidad de poner al mando a su hija Ivanka y a su yerno. Al final ha desistido de contar con ellos pero algunos de los nominados por ¨¦l han declinado la oferta, por lo que pueda pasar.
La cuesti¨®n que aqu¨ª se plantea es, si otorgamos al azar la capacidad de proporcionar fiabilidad a una toma de datos, por qu¨¦ no habr¨ªamos de recurrir a ¨¦l, a un sondeo aleatorio de la sociedad afectada, para consultar la toma de una decisi¨®n tan vital a la vez que inexperimentada, tomando prestado el t¨¦rmino recientemente acu?ado por Emilio Lled¨® ante la situaci¨®n que vivimos.
No hace mucho, el Gobierno de Irlanda decidi¨® a abrir a debate dos temas de gran trascendencia social: la posibilidad de liberalizar y redactar sendas nuevas leyes sobre el aborto y el matrimonio homosexual. Para hacerlo, recurri¨® al mismo m¨¦todo con el que el Gobierno de Islandia en el 2011 hab¨ªa conseguido aprobar una reforma constitucional de dif¨ªcil encaje en el ¨¢mbito parlamentario: la formaci¨®n de un ¨®rgano consultivo constituido por ciudadanos seleccionados al azar.
Esta pr¨¢ctica, conocida en el mundo anglosaj¨®n como sortition (en castellano, sorteo) no es ni nueva ni inexperimentada, se trata del m¨¦todo utilizado en la antigua Grecia para seleccionar a los representantes del pueblo o demos. En Irlanda, la decisi¨®n de los 99 integrantes elegidos al azar permiti¨® desbloquear lo que nunca se habr¨ªa podido llevar a cabo reuniendo a expertos, pol¨ªticos o activistas afines o contrarios a dicha liberalizaci¨®n. La democracia al rescate de la epistocracia o el gobierno de los expertos.
El Gobierno de Irlanda decidi¨® a abrir a debate dos temas de gran trascendencia social convocando aleatoriamente a distintos ciudadanos
Por extra?o que parezca el uso de la selecci¨®n al azar es pr¨¢ctica habitual y m¨¢s que fiable en democracias representativas. En materia legislativa son casos contados, pero en materia plebiscitaria o judicial la constituci¨®n de mesas electorales y la formaci¨®n jurados populares solo son posibles gracias a su selecci¨®n al azar.
Volviendo a la crisis del coronavirus, lo que s¨ª han decidido poner en manos del azar muchos gobiernos ha sido la toma de datos relativos a personas afectadas por la pandemia. As¨ª, por ejemplo, la encuesta sero-epidemiol¨®gica de la infecci¨®n por SARS-CoV-2, puesta en marcha por el Gobierno de Espa?a, consiste exactamente en otorgar a los resultados de un muestreo realizado en 30.000 hogares seleccionados aleatoriamente m¨¢s fiabilidad que a los datos que nos proporcionan la sintomatolog¨ªa de los m¨¢s de 300.000 afectados registrados a fecha de hoy.
El confinamiento ha demostrado ser un verdadero golpe de efecto para frenar la tendencia exponencial del contagio del virus, y salvar as¨ª al sistema sanitario de la cat¨¢strofe. Sin embargo, la salida de ¨¦l, mientras no exista vacuna, comporta no solo la estabilidad de la infecci¨®n sino m¨¢s que probables repuntes y bajadas del n¨²mero de infectados, resultado de las decisiones que se tomen a tal efecto.
Es justamente esta oscilaci¨®n la que determinar¨¢ si las decisiones son acertadas o no. En cierta manera, la disyuntiva ante la que se han visto los m¨¦dicos por la ausencia de equipos durante la emergencia, esto es, la decisi¨®n a qui¨¦n dar prioridad en la emergencia se convertir¨¢ en materia de decisi¨®n biopol¨ªtica. El contagio de muchas personas ya no se producir¨¢ por la irrupci¨®n de un virus desconocido, sino consecuencia de las decisiones que se tomen en esos comit¨¦s de expertos que asesoren al Gobierno, y en definitiva de este como responsable ¨²ltimo.
Ante esta situaci¨®n, qu¨¦ es lo que primar¨¢: ?reducir a¨²n m¨¢s el n¨²mero de infectados y fallecidos o favorecer el repunte de la econom¨ªa? De ser lo primero, cu¨¢nto: ?hasta que el sistema sanitario recupere la normalidad? Y esa normalidad, ?contempla la holgura necesaria para formar a los equipos y realizar las investigaciones que no han podido llevarse a cabo debido al desbordamiento?
Pero centr¨¦monos en la pregunta que habr¨ªamos de hacernos antes: qui¨¦n debe tomar estas decisiones. Frente al inesperado brote una gran parte de los Gobiernos dice haberse encomendado a la ciencia, a expertos que casi mayoritariamente abogaron por el confinamiento. Pero ?y ante la desescalada? Si no hay expertos, ?a qui¨¦n consultar entonces? ?A las grandes corporaciones, como en Italia, a los leales al presidente, como en Estados Unidos? ?Ser¨¢ suficiente un comit¨¦ de t¨¦cnicos? ?Sabr¨¢ este comit¨¦ valorar la importancia de sectores ampl¨ªsimos no representados como partes interesadas en el repunte econ¨®mico?
La selecci¨®n aleatoria parecer¨ªa preferible al m¨¦todo de incorporar a t¨¦cnicos, antiguos consejeros delegados, familiares o personas de confianza del presidente
Si para poner fin al confinamiento hemos interpretado que un muestreo al azar sobre miles de familias distribuidas por todo un territorio proporciona una imagen veraz de la penetraci¨®n del virus en la sociedad, ?por qu¨¦ no echar mano de un muestreo de ciudadanos a quienes consultar y debatir c¨®mo y seg¨²n qu¨¦ variables se tomar¨¢n las medidas para salir del confinamiento? ?Estamos seguros de que no aportar¨¢n nada el conjunto de expertos?
Si como se dice se desea llegar a una soluci¨®n pactada, consensuada, si se pretende que la base sea una representaci¨®n integra, si la experiencia es poca pero, como se dice tambi¨¦n, la confianza en la sociedad mucha, parecer¨ªa ¨¦sta ser una buena ocasi¨®n para incorporar a ese comit¨¦ de expertos una representaci¨®n fiable de la sociedad.
Un ¨®rgano consultivo que, como en los casos antes mencionados de Islandia e Irlanda, con la ayuda de expertos, legisladores y miembros del ejecutivo, supervise las actuaciones y apoye la toma de decisiones. Un comit¨¦ capaz de opinar sobre la idoneidad o la dignidad de las concesiones que a fin de cuentas la ciudadan¨ªa va a tener que hacer, no solo en cuanto a los medios necesarios para vivir sino ante la contingencia de la fatalidad. No solo ante asuntos concernientes a las cifras econ¨®micas sino tambi¨¦n a su salud f¨ªsica y mental m¨¢s all¨¢ de la pandemia. Evidentemente un comit¨¦ algo menos sujeto a lobbies y grupos de poder corporativo de diversa ¨ªndole, y a los c¨¢lculos que a menudo parecen hacerse para no poner en riesgo la carrera profesional de un grupo de pol¨ªticos.
La selecci¨®n aleatoria en ¨²ltima instancia parecer¨ªa preferible al m¨¦todo de incorporar a t¨¦cnicos, antiguos consejeros delegados, familiares o personas de confianza del presidente para dar peso y voz a factores tales como qui¨¦nes son los trabajadores esenciales y el dif¨ªcil c¨¢lculo entre los riesgos y las retribuciones que obviamente afectan de manera desigual a los diferentes sectores y trabajadores (a un trabajador agr¨ªcola frente a uno que puede trabajar realizar su trabajo en casa; a una familia monoparental con varios hijos frente a otra sin cargas de este tipo). Lo que est¨¢ en juego no es solo la econom¨ªa del PIB y de las tasas de desempleo.
Un consultor para Naciones Unidas en esta materia con quien he contrastado algunos datos apuntaba una ventaja adicional del m¨¦todo por sorteo: en el caso de que el resultado fuese de nuevo positivo, aquellos que podr¨ªan apuntarse el tanto no ser¨ªan los pol¨ªticos sino, claramente, los miembros del comit¨¦ seleccionados al azar, es decir, la gente.
Luis Feduchi es arquitecto.
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