?Y si Bolsonaro no fuera m¨¢s que una gran ¡®fake news¡¯?
Todo lo que sucede alrededor del presidente parece ser una invenci¨®n, una mentira, o un espejismo. Porque si fuera la verdad ser¨ªa una tragedia
El presidente Jair Bolsonaro hab¨ªa anunciado para el s¨¢bado pasado una parrillada para todo el que quisiera apuntarse entre sus seguidores. La noticia fue vista como una provocaci¨®n contra las normas de aislamiento precipitadas por la pandemia del coronavirus. Llegada la ma?ana de ese s¨¢bado, Bolsonaro se retract¨® y dijo que la invitaci¨®n se hab¨ªa tratado de una fake news (noticia falsa, en ingl¨¦s). Despu¨¦s acus¨® de ¡°idiotas¡± a los periodistas que hab¨ªan cre¨ªdo en lo que hab¨ªa dicho.
Aquel mismo s¨¢bado por la ma?ana, Brasil despertaba ante la triste noticia de haber superado los 10.000 muertos por la pandemia y el Congreso decret¨® tres d¨ªas de luto nacional. Bolsonaro no dijo ni una palabra de p¨¦same por las v¨ªctimas. ?Qu¨¦ son 10.000 muertos para ¨¦l?
El problema no es si aquella bravata del presidente de organizar una comida para una multitud mientras la poblaci¨®n sufre de la cuarentena fue una broma de mal gusto, una provocaci¨®n o una noticia falsa. Lo que pasa es que el presidente para ¨¦l mismo, entero, es una gran fake news m¨¢s que una realidad.
No hace mucho tiempo, Bolsonaro mismo puso en tela de juicio el resultado de las elecciones que le dieron 57 millones de votos y la presidencia. Quiz¨¢ fuese cierto que la misma elecci¨®n tambi¨¦n fue una fake news, producida por los robots que la campa?a del ahora presidente supo manejar tambi¨¦n. Quiz¨¢ es verdad que estas fueron falseadas y, por tanto, Bolsonaro no deber¨ªa ser presidente.
Todo es tan irreal alrededor del ultrautoritario populista que la historia parece m¨¢s una ficci¨®n que la realidad misma. Parecen fake news buena parte de sus ministros llegados de otro planeta. Tambi¨¦n lo parece su pol¨ªtica exterior desastrada, y su idea de escuela sin partido basada en las ense?anzas de la Biblia. Lo parece, tambi¨¦n, su pol¨ªtica medioambiental, que asombra y atemoriza al mundo mientras promueve la destrucci¨®n de la Amazonia y el exterminio de los nativos. Parece una fake news su rechazo a los derechos humanos m¨¢s elementales.
Todo lo que sucede alrededor del presidente ¨Cdel que los psic¨®logos temen que pueda tratarse de un caso psiqui¨¢trico¨C parece ser una invenci¨®n, una mentira, o un espejismo. Porque si fuera la verdad ser¨ªa una tragedia.
?Qu¨¦ m¨¢s fake que esa novela de que sus hijos mandan junto a ¨¦l y llevan motes como los de la polic¨ªa secreta? Mientras 01, 02 y 03 gobiernan, el muchacho 04 viene llegando, pero ya ha aprendido a escribir en las redes que el coronavirus no es m¨¢s que una gripe.
Qu¨¦ m¨¢s fake news que esa idea de que sus hijos forman una dinast¨ªa, si ellos no intervienen en nada. Qu¨¦ m¨¢s fake que algunos de ellos sean sospechosos de corrupci¨®n, cuando la bandera de su padre fue la de exterminar a los corruptos. ?Habr¨¢n consultado con asesores fantasmas?, ?usado las peligrosas milicias de R¨ªo?, ?se habr¨¢n enriquecido con rachadinhas (el reparto de los sueldos de funcionarios) y no vendiendo chocolatinas, como alega Flavio Bolsonaro? Todo eso es fake. ?El asesinato de Marielle? Todo irreal, inventado. Una malicia grosera de sus enemigos.
?Hay acaso algo m¨¢s falso que un hombre bravo como el presidente, un atleta enamorado de las armas y del tiro al blanco, sea capaz de caer en llanto frente a sus ministros? ?Por Dios!
Tienen que ser fake news esas historias que indican que el presidente de extrema derecha es un apasionado de la tortura y que sufre nostalgia de la dictadura militar. Despu¨¦s de todo, lo ¨²nico que ¨¦l quer¨ªa era limpiar la escoria del comunismo de Brasil. Por eso se desilusion¨® cuando la dictadura perdi¨® tiempo torturando, ya que para ¨¦l hubiese sido m¨¢s r¨¢pido directamente eliminar a los contrarios. Bolsonaro hasta puso un l¨ªmite m¨ªnimo de personas que deber¨ªan haber sido sacrificadas: 30.000 comunistas. Es que, ?era mucho pedir? Seguro que es otro fake, si el presidente es tan tierno. Basta con ver la delicadeza con la que acaricia las armas, o la paciencia con la que ense?a a una ni?a a imitar con las manos el disparo de un rev¨®lver.
No puede ser m¨¢s que una noticia falsa que haya sufrido una cuchillada durante su campa?a, y que, seg¨²n ¨¦l, se la haya propiciado alg¨²n mandatario de la izquierda para eliminarlo en la carrera delas elecciones. ?Qui¨¦n iba a preocuparse de quitarle la vida a un candidato que tan solo buscaba el bien de la naci¨®n? ?De alguien que sab¨ªa que era necesario poner de rodillas a los izquierdistas? Todo falso.
Hay voces ¨Cen el fondo, en la intimidad¨C que aseguran que el presidente es un hombre dulce y acogedor. Un santo lleno de empat¨ªa. Lo ¨²nico que lo saca de s¨ª y lo convierten en un violento son esos homosexuales que crecen como hongos. Los gays, dicen algunos en voz baja, le infunden miedo a nuestro presidente macho alfa. Otra cosa que no soporta son las mujeres feas. No sirven, dice Bolsonaro, ni para estuprarlas. Los negros tambi¨¦n le generan grandes preocupaciones, porque se pregunta constantemente por qu¨¦ no los eliminaron antes de la liberaci¨®n de los esclavos. El Brasil de Bolsonaro es blanco. ?Y los derechos humanos?, ?acaso deben existir los derechos? ?Para qu¨¦ sirven los diferentes? Para ¨¦l, somos una manada que sigue a un solo pastor que sabe exactamente qu¨¦ hace mal y qu¨¦ es lo que necesita cada uno de sus fieles. Pero no se preocupen. es tan solo otra fake news.
?Qui¨¦n ha dicho que el presidente no respeta las otras instituciones del Estado? Todo fake. Lo que ¨¦l no soporta es que los otros poderes pretendan ser independientes. Entonces, ?para qu¨¦ sirve el presidente? ?Qui¨¦n mejor que ¨¦l para saber lo que necesitan sus fieles devotos?, ?para aprobar leyes y condenas?, ?qu¨¦ pasa con el Supremo y esa man¨ªa constante por interpretar la Constituci¨®n? El presidente lo ha dicho con todas las letras: ¡°La Constituci¨®n soy yo¡±. ?Para qu¨¦ m¨¢s complicaciones? Eso no lo entendi¨® el juez estrella Sergio Moro, su exministro de Justicia. Si Bolsonaro es la ley, ?por qu¨¦ la polic¨ªa debe esconderle algunos secretos? No pueden existir secretos para Bolsonaro, si ¨¦l es quien manda. Brasil es suyo.
Todo esto no puede ser m¨¢s que una gran fake news. Lo que pasa es que todav¨ªa no han entendido a qu¨¦ vino el capit¨¢n de reserva al que le hacen corona sus generales, como ¨¢ngeles, querubines y serafines que protegen su Gobierno. El presidente y su milicia celestial. Pero, ?y si tambi¨¦n eso fuera una noticia falsa, ya que los militares tienen otras jerarqu¨ªas celestiales? Ellos saben que pueden mandar si quieren. Quiz¨¢s solo est¨¢n esperando al mejor momento. Y, cuando llegue, eso s¨ª que no sera fake.
Fake o no, loco o cuerdo, al presidente que se r¨ªe de la pandemia y desprecia todo lo que huela a libertad de expresi¨®n (aunque use y abuse de ella todos los d¨ªas), hay que vigilarlo como se hace con los ni?os cuando se los deja solos en casa, jugando con cerillas. Los locos, como los ni?os, son peligrosos porque alg¨²n d¨ªa pueden terminar incendiando la casa si nadie los vigila.
Mejor apearlo de su peligroso pedestal y devolverlo a la escuela para que aprenda que de la vida real, tan diferente de la de las fake news. Para que aprenda de la riqueza de las diferencias, el respeto por las ideas de los dem¨¢s, la fuerza de la democracia y de las libertades. Para que aprenda acerca de los horros y las bajezas en las que cae la humanidad cuando se olvida que la alternativa de vivir en armon¨ªa y respeto mutuo es el infierno que ya conocemos, cuyo recuerdo no solo nos horroriza sino que nos juzga y nos condena. Esos recuerdos no son fake news. Son una realidad que Brasil no merece vivir.
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