Fr¨¢gil Latinom¨¦rica
La ventaja temporal que Am¨¦rica Latina pudo tener por llegar la covid-19 con retraso respecto a otras zonas se est¨¢ esfumando r¨¢pidamente
La ventaja temporal que Am¨¦rica Latina pudo tener por llegar la pandemia de covid-19 con retraso respecto a Asia o Europa se est¨¢ esfumando r¨¢pidamente al toparse con los males end¨¦micos de la regi¨®n: la fragilidad de los sistemas sanitarios, la debilidad del conjunto de las instituciones y la amplitud de la pobreza y la desigualdad. A ello cabe sumarle el comportamiento err¨¢tico ¡ªen distintos grados¡ª de algunos de sus gobernantes, entre los que destacan Jair Bolsonaro en Brasil, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador en M¨¦xico o Daniel Ortega en Nicaragua. El continente es estos d¨ªas el epicentro de la crisis. Se cuentan ya 50.000 muertes, pero hay que tener en cuenta el manifiesto subregistro de contagios y de decesos. En realidad, nadie sabe cu¨¢l es la profundidad de la cat¨¢strofe.
Resulta innegable que las cifras oficiales est¨¢n, de momento, lejos de lo que han sufrido sociedades m¨¢s desarrolladas. Pero conviene no olvidar que Am¨¦rica Latina se encuentra ahora mismo en medio del temporal, sin que se aviste con claridad un cambio de tendencia. M¨¦xico comenz¨® ayer a relajar el distanciamiento, con todos sus Estados, menos uno, en m¨¢ximo riesgo de transmisi¨®n. Su presidente arranc¨® tambi¨¦n ayer sus giras pol¨ªticas, un p¨¦simo mensaje a los ciudadanos de que ya se volvi¨® a la normalidad.
Brasil es el cuarto pa¨ªs del mundo con m¨¢s muertes. Supera los 500.000 contagios. Pese a ello, Bolsonaro profundiza en el sabotaje a sus propias autoridades sanitarias, la divisi¨®n de la sociedad y el desprecio a las medidas de protecci¨®n, un rasgo especialmente cruel de su ya complicada personalidad. Per¨² pasa sus peores momentos (antes fue Ecuador), Venezuela cabalga errante esta en¨¦sima crisis y parte de Centroam¨¦rica la comparte con otras epidemias conocidas. En el otro extremo, tanto Argentina como Colombia ¡ªespecialmente Bogot¨¢ y su alcaldesa, Claudia L¨®pez¡ª han reaccionado de forma pronta y eficiente.
Lo que queda por venir resulta preocupante: m¨¢s contagios y m¨¢s muertes, m¨¢s desempleo, m¨¢s pobreza y m¨¢s desigualdad. Y probablemente, m¨¢s inestabilidad pol¨ªtica. La infraestructura sanitaria no ha colapsado a¨²n como en partes de Europa o en Nueva York, pero aqu¨ª tambi¨¦n hay matices. El sistema en su conjunto es ya tan precario que, en M¨¦xico, por ejemplo, un n¨²mero desproporcionado de enfermos muere sin llegar a una UCI o a una cama con ventilador. Y la vuelta a la normalidad se antoja una quimera cuando el 20% de las escuelas en M¨¦xico no tiene agua potable y el 45% carece de drenaje.
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