Viejos dilemas
Por muy lujosa que fuera, las veces que he estado de visita en una residencia de ancianos, no he visto el momento de irme
No tuve la suerte o la desgracia de tener que ingresar ni a mi padre ni a mi madre en una residencia. Digo suerte porque eso significar¨ªa que podr¨ªan seguir vivos. Digo desgracia porque decidirlo me hubiera planteado un terrible dilema. No dio tiempo. Murieron antes y, muertos los viejos, se acab¨® el problema. Obs¨¦rveseme el desapego y la soberbia. El desapego es porque de eso hace el tiempo suficiente para no mojar el teclado con mis l¨¢grimas. La soberbia, porque hablo de m¨ª y no de ellos. Yo, m¨ª, me, conmigo. Ego¨ªsta soy un rato, pero en esto no creo errar el tiro si ampl¨ªo el punto de mira. Por enfermedad, por dependencia, por falta de medios, porque no encajan en el d¨ªa a d¨ªa de nadie, no suelen ser los ancianos quienes deciden d¨®nde pasar sus ¨²ltimos a?os de vida, sino aquellos a quienes les dieron la suya. Su voz, muchas veces, no es la determinante. Algunos promueven o aceptan la sentencia de los hijos con agrado para no ser una carga para ellos. Otros, la acatan con resignaci¨®n por lo mismo. Porque es ley de vida, porque es lo que toca, porque es lo que tiene llegar a viejo. No quiero ni pensar lo que rumian esas cabezas el resto de sus d¨ªas mientras hacen pu?etas en los sillones de la sala de la tele.
Por muy lujosa que fuera, las veces que he estado de visita en una residencia de ancianos, no he visto el momento de irme. Quiz¨¢ porque nadie quiere saber lo que le espera, por suerte o por desgracia, a la vuelta de las d¨¦cadas. A¨²n hoy, a los 50, las amigas bromeamos con que nuestros hijos van a pagar nuestras ausencias y desvelos meti¨¦ndonos en un asilo. Pero ya no nos hace tanta gracia como a los 40. En 2020, m¨¢s de 20.000 mayores han muerto solos en residencias por coronavirus. No quiero creer que nadie quisiera dejarles morir sin asistencia hospitalaria pudiendo hab¨¦rsela dado. Pero tambi¨¦n s¨¦ que son siempre los ¨²ltimos de las listas. Y que su voz, otra vez, no ha sido escuchada.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.