Parqueaderos, toses y pandemia
Las burocracias tienden a esconder sus errores. Y m¨¢s las de reg¨ªmenes autoritarios
Qu¨¦ tienen que ver los coches estacionados en un parqueadero con las b¨²squedas en Internet de las palabras ¡°diarrea¡± y ¡°tos¡±? Y, a su vez, ?qu¨¦ tienen que ver estos datos con la pandemia que nos est¨¢ azotando? Mucho.
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, decidieron usar im¨¢genes satelitales para ver c¨®mo fluctuaba el n¨²mero de coches en los parqueaderos de seis importantes hospitales de Wuhan. Esta es la ciudad de 11 millones de habitantes, situada en el centro de China, desde donde se irradi¨® al resto del mundo el virus que dio lugar a la enfermedad que hoy conocemos como covid-19.
Los cient¨ªficos adquirieron, de una compa?¨ªa china que comercia im¨¢genes tomadas desde el espacio, las fotos de los parqueaderos desde enero de 2018 hasta abril de 2020. Al analizar las im¨¢genes, los investigadores descubrieron que, entre agosto y diciembre de 2019, aument¨® inexplicablemente el n¨²mero de coches estacionados en los hospitales. En esos meses, el n¨²mero de coches parqueados fue superior al promedio y tambi¨¦n mayor al que se observ¨® cuando hubo brotes de gripe. Pero eso no es todo. En China, Google est¨¢ bloqueado y el motor de b¨²squeda equivalente se llama Baidu. En esos dos meses, las consultas en Baidu desde Wuhan de las palabras ¡°tos¡±, ¡°diarrea¡± y ¡°problemas respiratorios¡± se dispararon.
Los investigadores llegan a una conclusi¨®n explosiva: ¡°En Wuhan, el aumento de tr¨¢fico en los hospitales y de la b¨²squeda por Internet de informaci¨®n sobre los s¨ªntomas aument¨® dram¨¢ticamente a finales de 2019 y precedi¨® el comienzo documentado de la pandemia en diciembre de 2019¡±.
La conclusi¨®n es explosiva porque, seg¨²n estos datos, el brote comenz¨® meses antes de que el Gobierno chino informara al mundo de lo que estaba sucediendo, lo cual redujo el tiempo que tuvieron otros Gobiernos para prepararse. Esto lo niega Pek¨ªn y adem¨¢s rechaza la validez del estudio.
Los autores reconocen las limitaciones de su metodolog¨ªa y de los datos que usaron. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, es obvio que los resultados de la investigaci¨®n aportan una ¨²til perspectiva adicional. Y no solo sobre la pandemia.
El efecto Chern¨®bil. Las burocracias tienden a esconder sus errores. Y las burocracias de reg¨ªmenes autoritarios a¨²n m¨¢s. Esa fue, por ejemplo, la reacci¨®n inicial de la dictadura rusa cuando en 1986 estall¨® la planta nuclear en Chern¨®bil. La explosi¨®n dispers¨® material radioactivo en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, partes de Europa y hasta lleg¨® a Canad¨¢. Todo indica que el ¡°efecto Chern¨®bil¡±, que consiste en ocultar el problema, molde¨® la respuesta del Gobierno chino cuando ya resultaba obvio que lo que suced¨ªa en Wuhan era grave, grande y nuevo.
Todo se sabe. Por m¨¢s que trataron, los l¨ªderes de la Uni¨®n Sovi¨¦tica no pudieron impedir que el mundo se enterara de la explosi¨®n de Chern¨®bil y sus efectos. Lo mismo ocurri¨® con la deliberada demora, primero del Gobierno local en Wuhan y luego la de las autoridades en Pek¨ªn, en reconocer la magnitud de lo que estaba pasando. Siempre ha sido dif¨ªcil para los Gobiernos impedir que, tarde o temprano, sus secretos se conozcan. Hoy los secretos gubernamentales se descubren cada vez m¨¢s r¨¢pido. Aun los de las dictaduras.
Todo se mide. ?Qui¨¦n iba a pensar que el n¨²mero de coches en un parqueadero revelar¨ªa una incipiente pandemia? ?O que el volumen de b¨²squedas de ciertas palabras en Internet servir¨ªa para pronosticar epidemias? En estos tiempos, el solo hecho de que existimos como individuos genera una monta?a de datos que ¡ªquer¨¢moslo o no¡ª las nuevas tecnolog¨ªas captan y procesan. Tel¨¦fonos m¨®viles, c¨¢maras, computadores, sensores y plataformas como Facebook, Instagram, Twitter, o Flickr y los motores de b¨²squeda est¨¢n todo el tiempo recogiendo informaci¨®n sobre nuestras conductas individuales y transformando esos datos en informaci¨®n utilizable para bien y para mal.
Todo se politiza. El estudio de Harvard es publicado en momentos en los cuales las fricciones entre Estados Unidos y China siguen aumentando en n¨²mero e intensidad. El comercio, la tecnolog¨ªa, las finanzas, la superioridad militar o la influencia geopol¨ªtica son solo algunas de las arenas en las cuales se enfrentan las dos superpotencias. Otra, muy importante, es la lucha por el prestigio internacional. Despu¨¦s de los traspi¨¦s iniciales en reconocer y comunicar el alcance de la pandemia, Pek¨ªn ha lanzado una amplia iniciativa propagand¨ªstica. Esta enfatiza el ¨¦xito de su intervenci¨®n para contener la pandemia, y marca el contraste con el caos que caracteriza la respuesta de la Casa Blanca. Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos ha emprendido una amplia campa?a de desprestigio contra China, enfatizando la opacidad de sus actuaciones y el hecho de que es el pa¨ªs responsable de la crisis. Las denuncias contra China, sin duda, ser¨¢n un tema central de la campa?a electoral de Donald Trump para las presidenciales de noviembre. China, sin duda, responder¨¢.
En un mundo sin secretos los conflictos pueden ser manejados, pero no suprimidos.
Twitter @moisesnaim
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