Obreros del progreso

Ah¨ª van tres titulares de las ¨²ltimas horas en Espa?a, bastante poco veraniegos: aumentan los contagios del virus en las residencias de ancianos a m¨¢s de 1.500 confirmados; apenas una minor¨ªa de las solicitudes realizadas para recibir el nuevo ingreso m¨ªnimo vital han sido aprobadas hasta ahora; y mientras la mayor¨ªa de comunidades siguen sin un plan para la reapertura escolar, la Conferencia de Presidentes auton¨®micos dedicada a resolver la cuesti¨®n se aplaza hasta finales de agosto o principios de septiembre.

Tres segmentos vulnerables de la poblaci¨®n no parecen disfrutar de la protecci¨®n suficiente para enfrentar tanto la epidemia como sus consecuencias indirectas. Esa, y no otra, es la situaci¨®n a d¨ªa de hoy. Es igualmente cierto que una implementaci¨®n acelerada y completa del ingreso m¨ªnimo vital, un plan coordinado y equitativo para la vuelta al cole, y un esfuerzo epidemiol¨®gico, de aumento de personal y mejora de infraestructura en los cuidados a personas dependientes tejer¨ªan dicha protecci¨®n. Esa es la promesa, pero ?qu¨¦ falta para que sea una realidad?

Los escudos sociales no se hacen solo de grandilocuentes pre¨¢mbulos de decretos, ¡°voluntad pol¨ªtica¡±, bonitos s¨ªmbolos y orgullo ideol¨®gico. Una vez est¨¢ construida la coalici¨®n que lo activa, escrita la norma o hecho el compromiso p¨²blico, lo que verdaderamente mantiene un sistema de protecci¨®n a los m¨¢s vulnerables es la dedicaci¨®n al detalle para lograr el objetivo, los ajustes espec¨ªficos que aseguran su implementaci¨®n eficaz, y (en un pa¨ªs con poderes descentralizados) la acci¨®n territorial coordinada.

Algunos construyeron toda una plataforma por el cambio sobre la confrontaci¨®n entre t¨¦cnica y pol¨ªtica. Pero ahora se hace evidente que esta falsa dicotom¨ªa no consigue sino lo contrario a lo que pretende: dificultarlo, ponerse palos en las ruedas. Una ingeniera no puede construir un escudo fiable sin sus trabajadores. T¨¦cnicos eficaces, flexibles pero comprometidos ante todo con la pregunta de ¡°qu¨¦ tuerca hay que ajustar para que esta armadura que estamos tratando de montar se sostenga en pie¡±. Son los obreros del progreso, que se alimentan de evidencia m¨¢s que de grandes discursos, que conocen cada mil¨ªmetro de lo que aspiran a mejorar. La pol¨ªtica, en definitiva, necesita de la t¨¦cnica para cumplir sus promesas. Sin ella, solo quedan expectativas eventualmente frustradas. @jorgegalindo